Feliz Navidad. No sé si es el sentimiento postBlackFriday o el preNadal, pero a mí esta época me alarma mucho. El año pasado ya hablé del 'cagatió' y de 'Nadals', pero hoy no quiero hablar de barbarismos ni de incorrecciones, sino de una cuestión de precisión léxica. Quiero hablar para que se entere todo el país de golpe y de una maldita vez. Antes de continuar, me gustaría apelar al Sr. Basté: si este año me quiere volver a citar como el año pasado en pleno horario de máxima audiencia, me facilitaría mucho esta tarea lingüística divulgadora. ¡Hágalo por la escudella!
Los catalanes por Navidad no comemos 'sopa', comemos 'escudella' y, sinceramente, ya sería hora que entre todos juntos habláramos con propiedad y adoctrináramos nuestros hijos e hijas y nietos y nietas sobre estas cuestiones tan serias
Una 'escudilla' no es una 'sopa'
Los catalanes por Navidad no comemos 'sopa', comemos 'escudella' y, sinceramente, ya sería hora que entre todos juntos habláramos con propiedad y adoctrináramos nuestros hijos e hijas y nietos y nietas sobre estas cuestiones tan serias. Y ahora alguien dirá: ¿y si no tenemos hijos? Perepuñetismo... Pues los sobrinos y sobrinas, los primos y las primas, los hijos y las hijas y los hijis y les hijxs de vuestros amigos y amigas y amiguis y amiguxs... Familiares, alumnado... ¡yo qué sé! Y es que es muy importante entender que una 'escudella' no es una 'sopa'. Porque en otras culturas (o incluso en la nuestra) el término 'sopa' podría ser utilizado como descripción genérica para una variedad de platos calientes con varios ingredientes, pero NUNCA en un contexto navideño. Y esta precisión, este detallito, este matiz... es crucial y es un tema nacional que nos tendría que preocupar a todos.
La escudella catalana es conocida por su complejidad y variedad de ingredientes. La escudella es un plato robusto, rico, pesado. Único e inigualable
La escudella catalana es conocida por su complejidad y variedad de ingredientes. La escudella es un plato robusto, rico, pesado. Único e inigualable. La escudella es uno de los platos principales durante las comidas navideñas y es conocida en todas partes por su complejidad y composición: carne, butifarra, pilota, verduras, legumbres... Acompañada de una guarnición de galets, sí, aquella pasta XL en forma de caracol que absorbe los sabores del caldo y realza la textura del plato. Una p*** maravilla que no se puede confundir nunca con un maldito, triste y simple plato de sopa.
Una p*** maravilla que no se puede confundir nunca con un maldito, triste y simple plato de sopa
Esta carta de amor abierta a la escudella también quiere recordarnos a todos juntos que, según el territorio del dominio lingüístico en que nos encontramos, de la 'pilota' diremos ‘mandonguillla’, ‘bola’, ‘tarongeta’, ‘pilotilla’ o ‘farcidura’. Y ya puestos a hacer memoria, también quiero recordar a los más jóvenes que no se come 'canelón', comemos 'canelones', en plural, porque quien coma uno ya puede terminar y levantarse de mesa. ¡Y me da igual si hay vegetarianos, porque canelones también los hay de espinacas! Y ya acabo, lo prometo, ahora sí, los 'turrones' en catalán son de 'xixona', sí, sí: de 'xixona' y a quien no le guste y prefiera hacer aquella jota y probar suerte con la hache aspirada de los castellanohablantes 'jjjjjjjjiiiiiijjjjjjjjjoooooona', ya se lo hará. ¿Tampoco hace tanta gracia decir 'xixona', verdad? Bien, para mí no.
Que paséis unas buenas Fiestas de Navidad y recordad que confundir 'cava' con 'champán' también es pecado lingüístico nacional
Y ahora sí, os lo prometo: acabo criticando esta moda de los 'troncos' de Navidad que hemos robado a los franceses, porque que los robemos la forma, entendidos, pero... ¿el nombre? ¿'Tronco'? Si aquí toda la vida hemos dicho 'bracets', sean de chocolate o de nata... y sinceramente 'bracet nadalenc' sería el término más 'cuqui' del mundo mundial y la única explicación de esta usurpación supongo (y me lo invento) que el 'tronco' de alguna manera nos recordaba en nuestro estimadísimo Tío. (Si alguien con nociones de pastelería me lo quiere explicar o me quiere desmentir, se lo agradeceré muchísimo.) Y hasta aquí la ya tradicional despotricada de términos navideños de vuestra filóloga catalana preferida. Que paséis unas buenas Fiestas de Navidad y recordad que confundir 'cava' con 'champán' también es pecado lingüístico nacional.