Creo que eres de los míos. De los que sienten una punzada de gusto cuando escuchan aquello de "todo lo que oiréis en este programa ha pasado. Los hechos y los sitios son reales. [...] Relatamos crímenes reales. La realidad y la muerte no entienden de sensibilidades". 26 segundos de advertencia que preceden lo que has estado esperando toda la semana. El morbo. Crims.
El boom de Crims no se explica porque Carles Porta sea un gran narrador. Ni porque los guiones sean magistrales. Eso son cosas en las cuales ni siquiera quiero entrar. Nos gusta tanto porque nos da la oportunidad de rascar en una realidad oscura y próxima. Nos da una rendija para inspeccionar episodios oscuros que para nosotros serían imposibles de vivir. Porque somos buenas personas. Porque no hacemos daño. Como dice Carles, "para poner luz a la oscuridad".
Pero todo eso genera un problema: que queremos más. No sé tú, pero yo ya he mirado todos los capítulos de Crims de TV3 y he escuchado y reescuchado cada uno de los episodios del podcast disponibles. Y la dosis semanal me está pareciendo demasiado escasa. ¿Qué puedes hacer si quieres más true crime? Mi respuesta: buscar más. Por este motivo he escogido un par de podcasts para que puedas evitar el síndrome de abstinencia. Y aunque en este caso todos son trabajos periodísticos, ninguno de ellos es El segrest. Porque sinceramente me incomoda un poco el hecho de regodearse en la historia de Maria Àngels Feliu haciendo una recreación desde el punto de vista de la víctima cuando ella nos ha pedido por activa y por pasiva que paremos.
Le llamaban padre
Si hay una cosa maravillosa para los amantes de los podcasts (¿gente a quien la pandemia nos ha dejado tan mal que sólo mantenemos relaciones con archivos sonoros?), es Podium Podcast. La plataforma tiene una mierda de reproductor y una app todavía peor, pero unos contenidos fantásticos. Podríamos hablar de ella tanto rato como queráis, yo tengo muchos preferidos. De hecho, me hice fan gracias la promesa de un buen true crime como es Negra y criminal. El programa, conducido por Mona Leon Siminiani, combina (o combinaba, hace más de un año que no tenemos episodios nuevos) adaptaciones literarias y casos reales.
Pero no es de este podcast del que os quiero hablar. Sinó de Le llamaban padre, un reportaje sonoro de, justamente, Carles Porta. Se trata de un documental que ya tiene años, pero que no por eso tenéis que dejar que se os pase por alto. Adapta el libro homónimo del periodista, que recorre uno de los casos de pederastia "mejor documentados de la historia", el cual tuvo lugar en Castelldans, en Les Garrigues. Durante años, David Donet abusó sexualmente de los chicos que acogía en su casa. Unos menores a los cuales consiguió enajenar hasta el punto que no distinguían las agresiones, y con quienes tenía una relación tan estrecha que le llamaban padre.
No solo está bien narrado y cuenta con multitud de testimonios, incluyendo el del agresor y algunas víctimas, sino que la realización sonora es increíble. No me pondré en aspectos técnicos, porque de eso yo no sé nada, pero todos los detalles están cuidados hasta el extremo, cosa que es la marca de Podium. La única pega: es en castellano.
El Rey del Cachopo
Este podcast es bastante nuevo y todavía no están todos los capítulos en línea. Pero con cinco disponibles en Spotify, tienes material para una buena maratón. También es en castellano, pero, vaya, es interesante. Como indica su nombre, se trata de un reportaje sonoro conducido y dirigido por el periodista Daniel Higueras, el cual repasa los pasos del conocido como el Rey del Cachopo, César Román, quien está actualmente en la prisión acusado del asesinato de su pareja, Heidi Paz. Un caso que fue muy mediático, especialmente en Madrid.
Román se hizo muy célebre en la capital de España por regentar varios restaurantes donde el plato estrella era el cachopo, una receta tradicional del norte del Estado. Pero de golpe él y su pareja desaparecieron dejando tras de sí todos restaurantes cerrados y trabajadores en la calle. Eso fue el 30 de julio de 2018. El 13 de agosto la policía localizó, dentro de una maleta en un local propiedad de Román, el torso amputado de una mujer, el cual posteriormente se identificó como el de Paz. Hasta mediados de noviembre no se detuvo a Román, que se escondía bajo una identidad falsa en Zaragoza.
Como oyente, inicialmente, el hecho de centrar la narración de un caso de violencia machista en el (presunto) agresor, se me hizo un poco extraño. Me daba la sensación de que Heidi Paz ni siquiera era la protagonista de su propia muerte. Pero ahora creo que el podcast hace un ejercicio (bajo mi punto de vista, necesario) de explicar un personaje que consiguió una gran difusión mediática como restaurador gracias a mentiras y medias verdades. Un hombre denunciado por violencia de género, con vínculos con la ultraderecha y tramas de corrupción en detrás, que avalaba su éxito en premios falsos que él mismo se había otorgado. Un éxito que consiguió gracias a una buena comunicación de su marca y que nos tiene que poner (a los medios) en alerta de cara al futuro.