"Si esto fuera una serie, este sería un muy buen capítulo final". La cita es de Dani Alegret, teclista de Els Amics de les Arts, y no es ninguna insinuación de final de etapa sino una expresión de la gran complacencia del grupo con su nuevo álbum, Un estrany poder (Sony), que este viernes sale a la venta. Buscaban renovarse, iniciar una nuevo camino, explican, y confiaron en Tony Doogan, productor de bandas como Belle & Sebastian, Mogway o Teenage Fan Club. El escocés los cuadró: "Nada de cambiar aquello que os funciona", les dijo. La sacudida ha sido, pues, en el método de trabajo, la exploración de los límites sonoros del grupo y al exprimir "aquello que Els Amics de les Arts transmiten" para que nada quedara "a medio camino". La mano de Doogan se nota en el sonido y la eficacia de las estructuras, corroboran encantados y con la sensación de haber dejado el listón muy alto.

Tony Doogan puso Els Amics de les Arts a trabajar como nunca. "¡Nos ponía las pilas, y nos autoexigimos mucho, porque tenías el puto productor de Belle & Sebastian allí en frente!", confesa Joan Enric Barceló, guitarra y letrista del grupo. Todavía recuerdan las "sesiones brutales" de 14 horas que les hacía hacer en el estudio, de las cuales salían sorprendentemente "felices", asegura Dani Alegret.

Todo había empezado un año antes, aproximadamente. La banda daba por cerrada la "trilogía" musical de Bed & Breakfast (2009), Espècies per catalogar (2012) y Només d’entrar hi ha sempre el dinosaure (2014). Buscaban "nuevas sonoridades", detalla Eduard Costa, y probar nuevas formas de trabajar en la grabación del disco. Buscaban, por lo tanto, la mano de un nuevo productor. "Alguien con experiencia contrastada para poder unir nuestra música a un profesional de un rango que hace tres años habría sido impensable", remata Barceló.

 

Cuando se les abrieron las puertas de Tony Doogan, Els Amics no dudaron a apostarlo todo al prestigioso productor escocés. De primeras, los dejó perplejos con su consejo musical. No se trataba de "cambiar" nada en la música de Els Amics de les Arts. Si lo hacían, se equivocarían. ¿Dejar de cantar los cuatro al estilo del grupo? ¿Buscar nuevos registros? Les preguntó si habían perdido el juicio: "Sois cuatro tios que cantáis en un idioma de 10 millones de personas, os funcionan las cosas, vivís de eso y os lo pasáis bien; ¿Qué tenéis que cambiar?", recuerdan que les espetó.

Trabajo canción a canción

Por el contrario, la oferta de Doogan fue ponerse a trabajar canción a canción hasta que cada una llegara a ser "aquello que parece que quiere ser de mayor", expresa metafóricamente Barceló. El productor había escuchado la discografía previa del grupo y les confesó que había encontrado "ideas a medio camino". "Yo os ayudaré a hacer que eso concreto que generáis como grupo no se quede a medio camino", los transmitió.

Con el productor han descubierto una forma de trabajo nueva, más intensa y detallada, con un trabajo específico para que cada canción "transitara hasta su límite", con la posibilidad de explorar "nuevos horizontes sonoros", resume Eduard Costa. Como si esta nueva sonoridad que buscaban Els Amics de les Arts, este interés en dejar "expandir la música", tuviera que llegar mediante el trabajo (y los recursos del productor), dejando crecer las canciones y no buscando nuevas fórmulas estilísticas.

"Lo hemos conseguido", constata Costa. "Si comparas el disco con los anteriores, la sonoridad tiene otra historia", pero en esencia se mantienen las constantes "de alegría y optimismo que transmite nuestra música", según explican que los subrayó Doogan.

La satisfacción del grupo se ha cumplido porque, en el fondo, oyen que el cambio les pertenece. "Hemos dejado entrar a alguien hasta la cocina que nos ha enseñado a hacerlo de otra manera, pero somos nosotros los que hemos cocinado", ilustra Ferran Piqué.

La sensación que han acertado con el proceso de trabajo y que querrán repetirlo es generalizada. "Estamos en un punto que tenemos que mantener o mejorar", exige Dani Alegret. La satisfacción es grande a todos niveles, tanto con el gran aprendizaje que ha supuesto gravar un disco al lado de un gran productor internacional, como con su resultado. Por eso Alegret se lanza a afirmar, con el asentimiento del resto, que si "ahora mismo se nos acabara la historia de Els Amics, hacerlo con Un estrany poder sería un final redondo".

Y se apresura a añadir: "Ey, no estoy diciendo que se acaben Els Amics, ¡no estoy dando ningún titular!... Pero si eso fuera una serie, este sería un muy buen capítulo final", insiste.

'El seu gran hit' o como "convertir la mierda en oro"

El primer impacto de Un estrany poder fue el single "El seu gran hit", una canción explícitamente autoreferencial y paródica con que el grupo repasa la retahíla de varapalos e improperios que ha recibido su música durante estos años.

"Queríamos demostrar que se puede convertir la mierda en oro", lanza Joan Enric Barceló sobre este 'derecho a réplica' musical de Els Amics de les Arts. "Nos han dicho de todo, críticas algunas constructivas y otros no, y al principio te cuesta mucho recibirlas y manejarlas", admiten desde el grupo. Pero ahora vuelven, metafóricamente, pero haciendo una autoparodia que sirve para reírse tanto de las críticas como de ellos mismos. "Una metacanción, un juego de juegos, una parodia que no ha dejado indiferente a nadie", celebra Barceló.