Periodista y escritora, Núria Casas devuelve esta Navidad en las librerías con Una cançó per a casa ocasió, un libro que recupera nuestro cancionero popular infantil proponiéndonos una tonada para cada momento del día. Un libro para niñas y niños (y también, o sobre todo, para sus padres y madres) que es mucho más que un libro, porque Casas no solo ha compilado cerca de una cuarentena de aquellas melodías que desde hace siglos forman parte de nuestro imaginario cultural, sino que nos descubre sus orígenes y nos ofrece consejos para cantarlas a los pequeños. Tarea que completa incorporando las partituras y, a través de un código QR, las bases musicales para cantar encima amplificando la interacción lectora. Un libro ideal para reencontrarnos con nuestra tradición. Un regalo perfecto para estas fechas.

¿Te gusta cantar?
Sí, mucho. Estudié piano en el Liceu, cuando era pequeña, pero nunca me he ganado la vida con eso. Pero la música fue una gran inspiración a la hora de hacer el libro y desde el principio pensé que tenía que estar incorporada. De hecho, todo nace, en parte, de la búsqueda de un libro musical para bebés, y no encontrar ninguno. Por eso digo que Una cançó per a casa ocasió es un libro para niños y niñas, pero también para padres y madres.

¿Todavía lo tocas, el piano?
¡Y tanto! Cada canción que aparece al libro viene acompañada de un código QR que te redirige a la melodía. Y es que, también haciendo búsqueda en Youtube, descubrí que hay muchas canciones, hay grandes grupos de música infantil en catalán, pero no están las melodías de las grandes canciones clásicas infantiles: El gegant del piSol, solet... Por eso me decidí a grabar las bases musicales y así poder cantarlas.

Núria Casas acaba de publicar el libro Una cançó per a cada ocasió / Foto: Montse Giralt

¿Las bases musicales de las canciones que aparecen en libro, también las has grabado tú?
Las bases de piano, sí, las he grabado yo. Pero también participan tres músicos, que han grabado las bases de bajo, batería y trompeta y clarinete. Eso permite esta interacción de cantar las canciones del libro sobre la melodía.

Una cançó per a casa ocasió no es tu primer libro, pero sí que es muy diferente de tu primera novela.
El año 2015 publiqué En Pau m'ha deixat, una historia de desamor más adolescente. El hecho es que cuando nació Artur, mi hijo, fui a la librería del barrio y me encontré con que no había ningún libro que recogiera el cancionero popular infantil catalán que nos descubriera sus orígenes, que además nos enseñara a cantarlas a nuestros bebés a través de nuestra gestualidad, con partituras, con letras... Un manual que fuera más allá de los cancioneros de Joan Amades.

Una cançó per a casa ocasió es como un recetario de cocina pero en versión musical infantil para padres y madres

Una cançó per a casa ocasió es un libro que esconde muchos libros.
Y todas las canciones que aparecen tienen una justificación. La lluna, la pruna es una canción para ir a dormir. Si la barqueta es tomba es para ir a comprar al súper, al mercado o al comercio de proximidad. Es como un recetario de cocina pero en versión musical infantil para padres y madres.

Lo que no es, es un cuento.
No, no lo es. Es un libro que surge de un trabajo de documentación importante. Contrasté mucha información histórica. Así me he dado cuenta de que muchas de nuestras canciones infantiles populares tienen una gran influencia francesa y germánica, mucho más que castellana. También ha sido muy interesante ver las diferentes maneras que tenemos de interpretar una misma canción en los diferentes territorios de los Països Catalans. A través de estas canciones me he dado cuenta de que hablamos de temas como la religión, la tradición pagana, el misticismo, nuestra historia...

¿Por ejemplo?
El gegant del pi. En esta canción aparecen el gigante del pino y el gigante de la ciudad, que son la representación del choque entre el mundo urbano y el rural. Pero esta solo es una interpretación. Hay otras teorías sobre su origen.

Explica, explica.
Una de las teorías dice que la canción habla de dos gigantes que llevó Cristobal Colón a su retorno de América.

¿Cómo?
Estos gigantes serían dos personas indígenas muy altas que Colón trajo a Europa cuando volvió de América.

Escribir Una cançó per a casa ocasió me ha servido para darme cuenta de la riqueza que esconde nuestra tradición

¡Más historias!
El Patufet, que es el Garbancet, que es el Cigronet, es una canción muy entroncada con la tradición religiosa, porque se inspira en el pasaje de Jonás comido por una ballena. De todas las canciones que aparecen en el libro, he explicado su historia contrastando todas las fuentes posibles. Seguramente, esta es una de las partes que más he disfrutado, porque es la que más se parece a mi trabajo como periodista. A la vez que me ha servido para darme cuenta de la riqueza que esconde nuestra tradición. Una tradición oral que, obviamente, su principal motor de transmisión es el boca a boca. Documentarla y ponerla sobre papel e ilustrarla también es una manera de darle entidad.

¿Nunca pensaste en recoger todas estas historias en un formato de costumari más que en un libro infantil?
No, a partir de ser madre ahora hace un año y medio, la idea siempre fue hacer un libro en formato infantil. Por eso, la otra gran parte del libro es la de recursos, proponiendo una actividad o un taller o una manera de cantar para cada canción. Y aquí sí, lo tengo que admitir, mi principal banco de pruebas ha sido mi hijo. También he querido dejar claro desde el primer momento que yo no soy logopeda, ni maestra, ni psicóloga. Vivo de mi experiencia y de la gracia que pueda tener escribiendo gracias a mi trabajo.

Hay canciones infantiles que tienen letras con connotaciones caducas.
Y estas las he eliminado. Una canción que, por ejemplo, desde pequeña me ha estremecido, es El senyor Ramon. Ahora hay un debate interesante sobre qué parte de nuestra tradición, por no casar con los valores actuales, tenemos que eliminar.

Núria Casas nos redescubre nuestro cancionero popular infantil con su nuevo libro / Foto: Montse Giralt

¿Y cuál es tu postura en este debate?
No creo que tengamos que eliminar todo nuestro legado, porque para entender quién somos tenemos que saber de dónde venimos. Ahora bien, si hago un cancionero infantil, no puedo recomendar cantar una canción con una letra tan sumamente machista como El senyor Ramon. Solo hay una que la he justificado, porque creo que tenemos que encontrar un punto de coherencia en todo y huir de los extremismos.

¿Cuál?
El lleó no em fa por. Ahora las escuelas han eliminado el verso que dice "perquè soc bon caçador". Yo he mantenido la versión tradicional, pero también he incluido las alternativas que existen actualmente, donde la historia acaba en una relación de amistad entre el león y el niño que anda por la selva. No creí oportuno excluirla del libro, pero sí aportar una reflexión y dejarla por escrita al libro.

Me ha sorprendido que no hayas incluido a Joan Petit.
La he dejado fuera porque emana de una leyenda de un chico de la Catalunya Nord a quien pillaron robando y lo condenaron cortándole las extremidades. Y de aquí que la canción hable de bailar con la mano, con el dedo, con el pie... Me pareció una historia muy desafortunada. Si hablamos de herencia de la Catalunya Nord o de Francia, he preferido incluir Cada día al dematí o Les oques van al camp, que son más agradecidas. Canciones, ya que hablamos de herencia, con melodías que vienen de Mozart.

Tenemos que dar entidad a nuestra tradición

¿Cómo has hecho la elección de las canciones incluidas en el libro?
Principalmente, a partir de todo eso que comentábamos ahora: canciones que sean adaptables a los valores que tenemos que transmitir a nuestros niños. Siempre destacando que nuestra tradición es muy moderna. Tenemos que revisarla pero no menospreciarla. Le tenemos que dar entidad. Por cierto, en las fechas que estamos ahora, me parece muy interesante el caso del Tío.

Nada más tradicional en nuestra casa.
De La Seu d'Urgell en las Tierres de l'Ebre, cada pueblo canta un Tío diferente. Hay tantos tions como casas.

Todavía no hemos hablado de las ilustraciones que acompañan cada canción y son otro de los atractivos del libro.
Son de Kim Amaté, uno de los mejores ilustradores en nuestro país actualmente. El libro fue una idea mía, pero Patrícia Campana, mi editora, rápidamente me dijo que era un proyecto que tenía que tener identidad: un libro con tapa dura e ilustraciones y una entidad de tacto, por ser un libro para niños, importante. Kim ha hecho un trabajo bestial, porque no solo ha hecho las ilustraciones, sino que también en la maquetación, cuadrando las ilustraciones con todos mis textos, las partituras, los códigos QR... Todavía me emociona ver el libro, no me esperaba que quedara tan chulo.

¿Qué sentiste cuando recibiste la caja con los primeros ejemplares?
Una ilusión inmensa. Y pensé en la persona que más amo para regalárselo.

Y esta persona, si no es indiscreción, es...?
El primer libro fue para mis padres, el segundo para mi pareja y el tercero para mi hijo, a quien he dedicado el libro.

No hay nada que me haga más ilusión que una madre o un padre me diga que este ha sido el primer libro de su hijo o su hija

Ahora ya hace unas semanas que Una cançó per a casa ocasió llegó a las librerías. ¿Qué recibimiento está teniendo?
Las redes actualmente tienen mucho de poder, y con cada entrevista que hago recibo comentarios de los lectores por Instagram. Y eso me hace muchísima ilusión. No hay nada que me haga más ilusión que una madre o un padre me diga que este ha sido el primer libro de su hijo o su hija.

¿Han quedado fuera muchas canciones que podrían haber entrado?
Daría para un segundo libro.

¿Lo harás?
Si este va bien, ¿por qué no? Y si pasara, me gustaría hacer un libro con canciones exclusivamente catalanas. Tenemos que reivindicar que tenemos una riqueza cultural que no se nos acaba. También me gustaría hacer un libro exclusivamente de villancicos. Pero, hoy por hoy, estoy promocionando este. Y si llega un segundo, ya llegará.