Núria Prims adopta la piel de la madre y la heroína de una adolescente en Sica, la primera película de ficción de la catalana Carla Subirana presentada con gran éxito en la sección Generation de la 73ª edición de la Berlinale. En este papel, para el cual tuvo que aprender un poco de gallego y hacerse suya la habla específica de la Costa da Morte, interpreta a la viuda de un marinero gallego, quien antes de adoptar esta trágica situación se había mudado de Catalunya a Galicia por amor. Sica, su hija, es la protagonista de este coming-of-age que repasa su paso por la adolescencia a través de la pérdida, la añoranza y la leyenda del paisaje. Un filme que es un claro grito de auxilio ante el cambio climático, especialmente en una zona donde su nombre, Costa da Morte, refleja el alto número de naufragios que sufren muchos marineros, en torno a 600 casos registrados.
Un rodaje muy duro
"El nivel de la Berlinale hace mucha ilusión. Personalmente, tengo muchas ganas de vivir el festival", confiesa Prims desde el corazón del certamen alemán. Su personaje, a pesar de tener un peso fundamental en la película, aparece secundariamente en la pantalla: "Con esta película estoy muy tranquila porque es un personaje secundario, quizás físicamente con poca presencia, pero un personaje que para Carla, la directora, tiene mucho en la trama de la historia. Pero yo como actriz no tengo tanto riesgo, así que estoy tranquila". Thais García, que interpreta a Sica, debuta como actriz en la película, igual que sus compañeros de reparto, Marco Antonio Florido Añón como Suso y María Villaverde Ameijeiras como Leda. Además, el rodaje no fue nada fácil por el tiempo: "Cada día era muy duro por las condiciones meteorológicas, los horarios, levantarse muy temprano y las distancias a recorrer".
¿No le hacía respeto ser de las pocas actrices profesionales en la película? "Me apetecía mucho tanto sumarme a un proyecto de mujeres como el planteamiento de que no habría actores profesionales. Me atrajo como reto para mí misma para no quedar fuera de lugar y saberme adaptar", confiesa Prims. El rodaje sumó la complicidad con Thais y su personaje, con quien trabajó con mucha proximidad y quien le puso las cosas muy fáciles para crear este vínculo ficticio: "Me ha gustado mucho trabajar con ella y poder trabajar situaciones como madre que están escritas en un guion con el paralelismo con tu vida real". De García, Prims afirma que "es una persona muy introvertida, pero en cuanto se encuentra cómoda te lo da todo".
Me apetecía mucho tanto sumarme a un proyecto de mujeres como el planteamiento de que no habría actores profesionales
Rodando en catalán y gallego
Prims habla en la película en catalán, mientras que su hija habla en gallego. Las dos lenguas no chirrían juntas ni un segundo en la película, sino que retratan la realidad de padres y madres de diferentes partes del mundo que se mudan a otros territorios: "Es un tema muy importante en la película. Forma parte de su trama, del peso, de la relación con los personajes y de una realidad que Carla quería dar importancia". Igualmente, la actriz barcelonesa tuvo que aprender un poco de gallego para poder interpretar al personaje en todas sus aristas "sin hacer parodia, tenía el permiso de no hablarlo bien porque el personaje es catalán". A través de su personaje, la directora crea un paralelismo con su propia historia. Llegada a la Costa da Morte de viaje, el magnetismo que Subirana sintió al conocer el área como catalana le ocasionó las ganas de construir una historia en torno a un personaje que fuera de fuera.
Apartada durante ocho años de la profesión por voluntad propia, desde su reaparición en Incierta Gloria en el 2018 se ha dejado ver en otros proyectos, como la serie Hache (2019) en el papel de Camino. "Una suma de circunstancias", confiesa, "me indicaron que quería dejar la profesión, irme a vivir a Menorca y criar a mi hijo, y así lo hice". No obstante, la llamada de Agustí Villaronga ocho años después de tomar aquella decisión, la hizo volver delante de las cámaras: "Era mi top como director, y allí volví a enredarme. Hice a Incierta Gloria como un proyecto único y pensaba volver a la isla, perquè no quería seguir con la profesión. Pero el bicho que tenemos dentro me siguió picando", añade.