"Los periodistas tenemos que seguir haciendo preguntas incómodas". La sentencia, todavía ahora, en el metro volviendo a la redacción del CCCB, me golpea la conciencia con la fuerza percutora, constante e implacable, de un martillo neumático. "Los periodistas tenemos que seguir haciendo preguntas incómodas". Patrick Radden Keefe eres un cabrón. Un cabrón que tiene cara de sufrir jet lag. Pero ya tendrás tiempo para recuperarte. Acabas de llegar de Nueva York y te quedarás dos meses en Barcelona. O quizás no sufres de jet lag. Tal vez eres serio. Quizás sufres jet lag y eres serio. Un hecho no excluye el otro. Lo que eres, indudablemente, es uno de los mejores periodistas y escritores de no ficción del siglo XXI, autor de dos obras imprescindibles como son No digas nada, la mejor obra nunca escrita sobre el conflicto norirlandés; y El imperio del dolor, relato, obra maestra, sobre cómo la saga farmacéutica de los Sackler hizo de los Estados Unidos un país de adictos a los opiáceos.

Justo let me know

"Si alguna vez hay una residencia larga en Barcelona, just let me know", pidió Patrick Radden Keefe a los responsables del CCCB. Era 2021 y el periodista norteamericano visitaba Barcelona para presentar un libro que todavía no había publicado en nuestropaís, El imperio del dolor, para que, por aquellos paralelismos existentes entre el conflicto norirlandés y el procés catalán, todo el mundo le preguntara sobre No digas nada. "Este libro tuvo una gran acogida en Barcelona, quizás por el contexto histórico del momento en Catalunya. Tuve conversaciones increíbles durante aquella visita. Fue una estancia galvanizante. Más todavía porque hacía nada que acabábamos de salir de la pandemia y por primera vez en muchos meses podíamos mantener encuentros y conversaciones cara a cara".

Patrick Radden Keef es el primer participante del programa de residencias internacionales del CCCB / Foto: Carlos Baglietto

"Si alguna vez hay una residencia larga en Barcelona, just let me know", pidió Patrick Radden Keefe a los responsables del CCCB. Tres años más tarde vuelve al mismo lugar para hacer realidad aquella petición que soltó más como un deseo epicúreo que una oportunidad de poder pasar unos meses en la capital catalana centrado en nuevos proyectos a realizar. El escritor y periodista norteamericano es el primer invitado del programa de residencias internacionales con que el CCCB quiere celebrar su 30 aniversario llevando a la ciudad algunas de las figuras más relevantes internacionalmente del periodismo actual: personas que destaquen por su lucha sin tregua de la libertad de expresión y su compromiso con el debate de calidad, así como voces no occidentales que descentren la visión de la contemporaneidad. El programa durará tres años y cada invitado estará en Barcelona durante tres meses. Menos Patrick Radden Keefe, que solo tiene tiempo para quedarse dos: junio y julio.

Patrick Radden Keefe viste camisa blanca, americana gris, pantalones tejanos azules y calcetines amarillos. Solo los norteamericanos pueden vestir tan desconjuntadamente mal y al mismo tiempo transmitir este ademán tan trascendental. Ahora habla con la prensa. Explica qué hará durante sus días en Barcelona, primer sol, después, cuando los hijos acaben la escuela, con toda la familia. En un rato, en el mismo hall del CCCB, se encontrará con 350 estudiantes de secundaria. Ha preparado una conferencia que lleva por título El periodismo y los confines de la verdad, en la que reflexionará sobre la importancia del periodismo de investigación y las consecuencias de renunciar a descubrir y defender la verdad. En los próximos días, Keefe también será el comisario, entre otros proyectos, del Día Orwell 2024 (5, 12 y 19 de junio en el CCCB), en el que hablará de las Verdades frágiles: Enfrentarse a los poderosos cuando se ataca el periodismo, que tiene como objetivo analizar el estado del periodismo y la libertad de expresión actualmente. "Los periodistas tenemos que seguir haciendo preguntas incómodas".

Resolviendo el misterio

Entre muchas otras cabeceras de resonancia legendaria, Patrick Radden Keefe ha escrito para diarios y revistas como The New Yorker, The New York Times Magazine, Slate o The New York Review of Books. "Ahora, sin embargo, es una época muy extraña para ser periodista. El modelo económico de la prensa ha cambiado mucho y ya no puedes preguntar quién nos paga el trabajo que hacemos". El de la prensa vendida a los poderes económicos, no es el único problema del oficio. "También hay líderes políticos como Donald Trump que dicen que los periodistas somos el enemigo del pueblo. Eso ha derivado en la creencia que somos creadores de fakes news o altavoces de propaganda partidista. ¿Cómo lo revertimos, eso? Además, está la inteligencia artificial, que en nada cambiará el paradigma de consumo de la información. Tiempo atrás hablaba con gente implicada en este sector y me preguntaban por qué no hay más periodistas escribiendo sobre el impacto de la IA, si es un invento que está revolucionando la historia ahora mismo, no mañana, ni dentro de unos meses, ni dentro de cinco años, sino ahora. Desgraciadamente, creo que la gente normal no tenemos esta capacidad de abstracción para entender a tiempo real un hecho tan impactante socialmente como este".

Es una época muy extraña para ser periodista. El modelo económico de la prensa ha cambiado mucho y ya no puedes preguntar quién nos paga el trabajo que hacemos

Nota a pie de página: chicas y chicos que hoy habéis hecho la selectividad y queréis estudiar periodismo. Es un oficio maravilloso, pero pensáoslo dos veces.

Patrick Radden Keefe también aprovechará su estancia en Barcelona para avanzar en su nuevo libro: la historia del misterioso asesinato en el 2021 de un chico de Londres de 19 años que se hacía pasar por el hijo de un oligarca ruso. Un relato de salida inverosímil con que Keefe también intentará retratar la evolución de la sociedad occidental y de la ciudad de Londres los últimos años. "Estaba en Londres y se me acercaron los padres de este chico para explicarme su historia. En un primer momento, no supe discernir si escribiría un artículo para el New Yorker o un libro, pero sí que era una buena historia, noté aquel hormigueo en el estómago y en el corazón".

Rueda prensa de Patrick Radden Keef en el CCCB / Foto: Carlos Baglietto

Es este hormigueo, es esta excitación lo que hace que Keefe se tire de cabeza en una historia y se pase meses trabajando en su relato. "Ya cuándo trabajaba a tiempo completo en el New Yorker, tenía la suerte de poder disponer de bastante tiempo como para trabajar solo en tres o cuatro historias al año. Una vez decido dedicarme en exclusiva a una historia, lo que intento es observarla desde todos los ángulos posibles para comprenderla en su total complejidad. Después intento resolver el misterio, porque si no resuelvo el misterio de lo que estoy escribiendo me siento decepcionado. Más ahora que los periodistas tenemos que competir con los teléfonos móviles para captar la atención de los lectores. En el contexto actual, como dirían a los productores de cine de Hollywood: I need a girl and a gun". Eso y seguir haciendo las preguntas incómodas.