Son las siete de la tarde cuando llego al Espacio Gratacós, la histórica boutique de moda y tejidos de Barcelona, donde hoy durante un rato compartiré mesa de El café de la granota con mi invitada. Periodista, asesora de comunicación y autora de un exitoso perfil de Twitter donde constantemente detalla la importancia del mensaje no verbal en el mundo de la política, Patrycia Centeno acaba de publicar Poderío (Destino, 2022) y le confieso que la he citado allí por dos motivos: porque este pequeño templo de la alta costura es una metáfora de la elegancia y el buen vestir, y porque en el siglo en el cual vivimos, el ejercicio de pasearse entre un muestrario de telas y palparlas como quien toca un tesoro es un acto de ternura, serenidad e imaginación. "Valores y conceptos propios del liderazgo femenino", me dice ella mientras toca con las manos un brocado con flores de lamé del cual parece haber quedado cautivada y yo acabo de preparar los micrófonos para empezar el podcast de hoy: una noche elegante con Patrycia Centeno.
Lo que me cuesta más confesarle es que un servidor se ha pasado veinte minutos delante del armario para decidir qué look era el más adecuado para una conversación como la de hoy, por eso he pensado en Sir John Brannox, o mejor dicho, Juan Pablo III, el papa ficcional de The New Pope. Si he pensado en el personaje, interpretado en la serie de Paolo Sorrentino por John Malkovich, es porque antes de ser papa de Roma, este dandy inglés con la sensibilidad de un poeta romántico recibe veinticinco llamadas diarias de Meghan Markle para recomendarle a la Duquesa de Sussex qué outfit es el más adecuado. En una de las escenas más gloriosas de la serie, en el tercer capítulo y durante una conversación privada, la Jefa de Prensa vaticana pregunta a Brannox cómo es la reina de Inglaterra en la distancia corta, y él le dice que es "encantadora porque es pálida". Después de esta afirmación llena de poesía, la conversación se corta porque la mujer del príncipe Harry llama al móvil del futuro pontífice. "Es Meghan Markle, señor. No sabe qué ponerse hoy", dice el secretario de Brannox. "Hola, sí, ponte el amarillo de Dior porque acentúa el contraste con tu complexión. No, Meghan, hazme caso, ponte el amarillo de Dior", le dice él. "Desgraciadamente, quieren ser influencers y no tienen ninguna idea de combinar el color. Me llama 25 veces al día para consultas de belleza", exclama lamentándose.
Yo no sé si mi invitada de hoy ha visto The New Pope, ni tampoco sé si siente admiración o no por el personaje de Joan Pau III, pero tengo ganas de explicarle que leyendo su libro he pensado mucho en esta segunda temporada de The Young Pope -titulada The New Pope-, ya que el director napolitano Paolo Sorrentino decidió crear para la serie un protagonista antagónico a su predecesor, el papa Pío XIII interpretado por Jude Law. Si Pío XIII era joven, Juan Pablo III, a quien da vida John Malkovich, es viejo; si el primero se cree perfecto, el segundo considera un valor sus defectos; si uno parece tener un corazón de hierro, el otro es la sensibilidad hecha persona. ¿"No es una persona extremadamente delicada para ser papa, eminencia?" pregunta uno de los emisarios vaticanos en Angelo Voiello, secretario de estado del Vaticano que es el principal valedor de Brannox. "El Vaticano necesita feminidad", responde el cardenal.
De feminidad y liderazgo femenino habla Poderío, el cuarto libro de Centeno, una oda a la feminidad y un fabuloso ensayo sobre el liderazgo femenino. "Un liderazgo como el de la segunda Merkel", me confiesa ella. "Un liderazgo como el de Obama o Pep Guardiola, como el de Muriel Casals o David Fernández, como el de Yolanda Díaz o Justin Trudeau". De todos estos nombres, y muchos más, acabamos hablando durante casi una hora. De la evidencia, en definitiva, que otro liderazgo es posible. Un liderazgo más sereno. Más tierno. Más elegante. Más auténtico, en definitiva. Más propio de un papa que sólo existe a la ficción que de todos los papas y el 99% de líderes que han existido en los últimos veinte siglos.