Son la P.A.W.N. Gang, respeto. Los primeros a hacer trap en Catalunya. Los primeros a hacerlo en toda España. Siempre en catalán. Siempre a su manera. Sin filtros ni concesiones. Lo dicen ellos, poca gente habría apostado que llegarían hasta aquí. No solo lo han hecho, sino que, una década larga después de irrumpir en escena, lucen uno de los mejores momentos de su carrera. Más ahora que, después de tres años de ausencia, el productor Hacha Dastral ha vuelto a la clica. Nos encontramos con él, Yung Mare y Lil Guiu (casi el 50% de un colectivo que completan Monrra Strap, Teuma Thug, Willfree y Good Jan) para revivir sus inicios y hablar de su nuevo disco. Trabajo, del que ya nos han avanzado varios singles los últimos meses y tienen previsto publicar el próximo mes de octubre, y del cual nos descubren en exclusiva su título. Los hay que tienen que pavimentar la vía para que otros puedan circular por la autopista del éxito. Son la P.A.W.N. Gang, y lo tenemos que volver a decir: respeto.
Esperábamos en la calle que llegara Lil Guiu...
Lil Guiu: Normalmente no llego tarde, perdona (risas).
No pasa absolutamente nada. El hecho es que esperábamos y un chico que iba en patinete, al veros se ha parado emocionado y ha pedido hacerse una foto con vosotros.
Yung Mare: Pasa muchas veces. Nos sorprendía cuando nos pasaba hace años. Ahora ya estamos medianamente acostumbrados. Pasa a menudo en los momentos más random y es divertido.
¿Cuál ha sido el momento más insólito en el que os ha reconocido un fan vuestro?
L.G.: Yo me acuerdo una de las primeras veces, hace 8 o 9 años. Estábamos en el metro y un tipo se volvió loco. Eran las 6 de la mañana y quizás iba perjudicado. Empezó a gritar: "Hostia, tío, no me lo creo, no me lo creo". Se arrodilló y le dio gracias a Dios.
Y.M.: En el metro estás como fuera de contexto. También nos ha pasado en la consulta del médico o en el lavabo de una discoteca. Te puedes encontrar con situaciones de estas en los lugares más inverosímiles.
Para mucha gente sois un referente. ¿Sois conscientes de la trascendencia de lo que habéis hecho y dónde habéis llegado?
L.G.: A veces me despierto y soy más consciente y a veces soy menos consciente. Creo que no somos suficientemente conscientes. Nos olvidamos a veces, pero sí. Y también eso nos da fuerza, nos motiva.
Esperando a Guiu... (risas), tú Mare me decías que sentíais que estáis en, si no el mejor momento, uno de los mejores momentos de la P.A.W.N.
Y.M.: Y si no digo categóricamente que es el mejor momento es porque le tengo mucha estima a nuestros inicios. No nos lo esperábamos y enseguida estuvimos allí apuntando alto. No teníamos una meta muy clara o fijada. Todo era muy nuevo y sorprendente. Hoy por hoy siento que estamos recuperando aquella energía del inicio, aquella ilusión, aquellas ganas que, normalmente, acompañan cuando empiezas un nuevo proyecto, aunque ahora ya hace 12 años que empezamos. Es un poco gracias a todo el reconocimiento que ahora se nos está dando dentro de la escena urbana o dile cómo quieras.
Siento que estamos recuperando aquella energía del inicio, aquella ilusión, aquellas ganas que, normalmente, acompañan cuando empiezas un nuevo proyecto
Quizás este es el secreto: volver a vivir la emoción de los inicios pero con la experiencia de esta década larga.
L.G.: Últimamente lo decíamos mucho, que sentimos que volvemos a estar como al principio, pero mucho más conscientes y habiendo aprendido muchas más cosas. Y diciendo cosas con mucho más... sentido.
Os hemos visto crecer. Erais unos adolescentes cuando empezasteis.
Y.M.: Literalmente
Seguramente impactasteis más porque erais los primeros que hacíais trap en nuestro país, que no por cómo lo hacíais.
L.G.: Se alinearon muchas cosas. Salimos con un lenguaje muy rompedor, que no se escuchaba aquí y, menos todavía, en catalán.
Y.M.: Nos lo inventamos. Lo que hacíamos, evidentemente, ya lo hacía mucha gente en los Estados Unidos, pero aquí no, pero ni en Catalunya ni en España. La gente era mucho más de rap, pero trap... Como banda, la P.A.W.N. fuimos los primeros a romper muchas barreras.
La P.A.W.N. fuimos los primeros a romper muchas barreras
En esta montaña rusa que ha sido vuestra trayectoria muy poca gente habría apostado a que llegaríais...
Hacha Dastral: Muy poca habría apostado a que llegaríamos aquí con vida. Juntos ya es otra historia, pero con vida...
¿Os creísteis el personaje?
Y.M.: De malotes de la película. Yo creo que todos un poco. Algunos más y otros menos, pero todos un poco.
L.G.: La gente nos odiaba.
Odiar... ¿Por qué?
Entonces lo que sonaba era rap y la gente sentía que hacíamos su estilo, pero no era su estilo. Pensaban que lo estábamos destrozando. Nos criticaba todo el mundo, pero a nosotros eso nos iba fantástico.
Que hablen de ti aunque sea mal.
L.G.: Cuando estaban los dislikes en YouTube, teníamos 500 dislikes y 10 likes, y decíamos "wow, lo hemos hecho bien" (risas). También sufrimos una censura general.
¿Censura?
L.G.: Durante cinco años o así sufrimos una censura bastante fuerte. Ahora se ha vuelto a relajar, y nos vuelven a contratar los ayuntamientos.
H.D.: Más que los ayuntamientos, los que nos contratan son las fiestas alternativas. Porque los ayuntamientos no entiendo por qué no...
En esta montaña rusa que hablábamos que es vuestra carrera, ha vuelto a subir el Hacha después de unos años fuera del grupo.
Y.M.: Ha sido también una inyección de ilusión que vuelva a estar con nosotros. Y de energía, porque el Hacha tiene una energía que no se la acaba. Ha vuelto en un momento que todos estamos mucho más limpios y centrados. Y eso es muy importante. Toda esta experiencia, ya sea buena o mala, es un grado. Somos mucho más conscientes de que lo que tenemos entre manos es muy guapo. Hemos aprendido mucho más de lo que no tenemos que hacer que de lo que tenemos que hacer. Y ahora ya solo nos queda lo que tenemos que hacer, porque lo que no tenemos que hacer ya lo hemos hecho. Como decíamos antes, ya nos hemos creído el personaje y además lo hemos vivido.
H.D.: Hay momentos en que discernir entre el personaje y la persona es muy difícil y exige tocar de pies en el suelo. Muchas veces pensar y hacer cosas que no te gustan, más cuando estás en una burbuja donde lo tienes todo fácil, todo cerca. Es difícil. Pero estoy contento de que estemos aquí, vivos, de una pieza, y que podamos volver a encontrarnos después de tantos años.
Hemos aprendido mucho más de lo que no tenemos que hacer, que de lo que tenemos que hacer. Y ahora ya solo nos queda lo que tenemos que hacer, porque lo que no tenemos que hacer ya lo hemos hecho
Con vuestros aciertos y vuestros errores, siempre lo habéis hecho todo a vuestra manera.
Y.M.: Hemos vendido muchas cosas, no hace falta vender la música. Esto de la música lo hemos hecho mucho tiempo por puro amor al arte.
¿Está la ilusión todavía de vivir de la música?
Y.M.: Más que vivir, sobrevivir. No te diré que no. A todos los fans o artistas emergentes que pretenden hacer el paso, siempre les digo que vaya a muerte. Pero siempre se tiene que tener un plan A, un plano B y un C en la vida.
L.G.: La ilusión o la esperanza o las ganas no las pierdo nunca. Se trata de tener fe, ¿no? Y la fe, si la tienes tú, no te la pueden sacar.
Justo después del verano publicaréis disco.
Y.M.: Sí, correcto. A principios de octubre, si Dios quiere, así será.
Ya hemos podido escuchar algunos temas y, no es que me sorprenda, porque siempre habéis sido eclécticos, pero sí que hay una variedad y una apertura de miras sonoras y estilísticas. ¿Será así todo el disco?
H.D.: Sí, habrá un poco de todo. Lo hemos hecho durante el último año y medio. Yo todavía no había vuelto, cuando empezaron a hacerlo, así que será un disco compuesto, grabado y producido en muchos lugares. Y aunque será un disco muy ecléctico, que toca muchos géneros, desde los más clásicos a los más nuevos, tendrá un sonido muy homogéneo. Un sonido, además, muy fresco. Suena a nuestros inicios, fresco pero elaborado.
Y.M.: Y, en buena parte, eso ha sido gracias al Hacha, que es una mente privilegiada. Es un máquina que se las ha visto y se las ha deseado con las pistas que le hemos ido pasando. Porque, como sabéis y nos han preguntado alguna vez, nuestro método creativo, sobre todo para un álbum, es juntarnos en el hombre studio y liarla.
L.G.: Liarla pova, hasta que salen tres, cuatro temas Por poder, podemos hacer canciones como churros, pero claro, también está bien que nos limitemos un poco, porque si no quizás nos pasamos de la raya.
¿Ahora cuando acabemos la entrevista iréis hacia el estudio, verdad?
Y.M.: Estamos preparando alguna cosa bastante guapa entre los tres.
Dentro de este matrimonio de siete personas, sois poliamorosos, vais colaborando los unos con los otros sin la necesidad de estar los siete en todos los temas.
L.G.: Tenemos la confianza como para, si dos están haciendo un tema, decirles que te gustaría meterle mano. Y que los otros te digan que sí o te digan que no. Somos hermanos
Y.M.: En este caso en concreto, recibí la propuesta de un productor externo. Alguien con quien la peña no se esperará que colaboremos. Será un tema muy electrónico y rápidamente supe que Guiu tenía que estar. Nos conocemos de toda la vida y sabemos que uno tiene más predilección o facilidad para una cosa y otro, para otra. Más o menos nos vamos combinando como nos conviene.
Son muchas horas juntos. La Gang es una familia, con todas sus cosas buenas y sus cosas malas. Y si tenemos que decirnos las cosas, nos las decimos. A veces esto de echarnos las cosas en cara se transforma en un deporte, pero al final es parte de la gracia
¿Hay pique entre vosotros para ver quién escribe las mejores rimas?
Y.M.: Nos retroalimentamos y siempre acabamos chocando puñitos. Pero a veces también la sacamos a pasear con otras cosas más de gestión. Nos pasa mucho con la gestión, con todo aquello que vaya más allá de hacer música. Con la burocracia a veces surgen los problemas (risas).
L.G.: Es la parte más tediosa. Willfree es quien se encarga más de todo eso. Y si no es él, el Mare, también.
Y.M.: Son muchas horas juntos. La Gang es una familia, con todas sus cosas buenas y sus cosas malas. Y si tenemos que decirnos las cosas, nos las decimos. A veces esto de echarnos las cosas en cara se transforma en un deporte, pero al final es parte de la gracia, también.
La música ha evolucionado. Las letras, también.
L.G.: Nos ha costado un tiempo, pero sí, ahora tenemos un abanico más amplio. Antes nos pasábamos tres pueblos y decíamos las cosas sin piedad, sin filtros. Ahora seguimos diciendo el que hemos dicho toda la vida, pero con más recursos. Todavía estamos vivos, estamos sanos.
¿Va, exclusiva, como se llamará el disco?
Y.M.: Això que li diuen trap con vosotros a principios de octubre.