Hace poco más de 20 años, la familia de Perich, uno de los grandes humoristas del tardofranquismo y de la transición, decidió ceder el fondo de originales del autor <l Arxiu Històric de la Ciudad de Barcelona, que tiene una gran colección de dibujo satírico catalán, desde el siglo XIX hasta la actualidad. El compromiso del archivo con la familia era organizar una gran exposición con aquellos materiales y, al mismo tiempo, publicar algún libro inédito del autor. Ahora, que la cesión se ha renovado y que la familia ha ofrecido hasta 8.000 dibujos originales (y muchos otros materiales, como guiones del Filiprim), la exposición se ha hecho realidad mediante una colaboración entre el Born CCM y el archivo. Perich, 1941-1995. Humor con ojos de gato, comisariada por el dibujante Jaume Capdevila, Kap, se podrá ver a partir de este viernes, 5 de marzo, en el Born y se mantendrá hasta el 16 de agosto. El precio de la entrada es 3 €. El libro, Un abric de color penicil·lina (Angle Editorial), está a la venta desde hace unas semanas.
El humor de una época
Jaume Perich Escala nació en 1941 en Barcelona y, como tanta otra gente, se inició en el mundo del cómic en la "factoría" Bruguera. Más adelante entró a hacer una sección de humor en el diario fascista Solidaridad Nacional. Más tarde ejercería como caricaturista en muchos otros medios: La Vanguardia, Tele/eXpres, Diario de Barcelona, El Correo Catalán, Fotogramas, Intervíu, El Jueves... Además, es autor de decenas de libros de humor y tradujo cómics como Astérix el galo o El teniente Blueberry. Fue cofundador de revistas de humor emblemáticas del tardofranquismo y de la transición, como Hermano Lobo y Por Favor, en que su humor durísimo desafiaba todos los mitos intocables de la dictadura. En aquellos años las revistas humorísticas y las viñetas en los diarios tuvieron un gran éxito, porque la gente pedía humor contundente frente a las instituciones, y Perich se convirtió en todo un referente para los antifranquistas y para los que se sentían decepcionados por el rumbo que tomaba la transición. Fue un humorista de referencia, pero murió repentinamente en 1995.
Un dibujante como ya no hay
En la presentación de la exposición ha estado presente la familia del creador (que ofreció sus dibujos al Arxiu Històrico) y la plana mayor del humor catalán, tanto los humoristas que colaboraron con los proyectos de Perich como los más jóvenes: Fer, Kim, José Luis Martín, Toni Batllori, Joma, José Luis Martín, Kap, Ant, Raquel Gu... Todos los presentes han recordado el humor satírico, extremadamente duro, del Perich (Raquel Gu ha definido su mirada como "crítica pura, la más encomiable que puede tener un humorista gráfico"). Kap ha intentado razonar el porqué de este estilo tan contundente: "los humoristas de aquella época debíamos tener el gen de la mala leche, con el fin de hacer chistes sobre temas durísimos, y para afrontar juicios y penas". "Muchos de estos chistes no se podrían publicar hoy en día", comenta decepcionado Kap. Según él, los humoristas actuales serían poco contundentes porque les faltaría esta experiencia, pero también por las circunstancias: "No hay la libertad de expresión que nosotros teníamos", apunta. Joma, más joven que sus compañeros, ha reconocido que el humor de hoy en día es muy blando: "da un poco de pena", asegura. José Luis Martín ha recordado una frase de Perich: "La función del humorista es luchar contra la estupidez" y ha añadido que en estos momentos los humoristas tendrían mucho trabajo, porque la estupidez se multiplica. La hija de Perich, Raquel, por su parte, ha apuntado que probablemente su padre se sentiría incómodo en el mundo actual, en el que el humor pierde sentido, porque la realidad ha acabado siendo completamente absurda: "insuperable".
Reivindicación de la libertad de expresión
Una de las grandes preocupaciones de Perich, siempre, fue la censura, tanto la oficial creada por las instituciones como la impuesta por los directores de medios y los propietarios de diarios y televisiones. Los humoristas actuales han aprovechado la ocasión para hacer una encarnizada defensa de la libertad de prensa. Y han recordado que ahora los que se dedican al humor sufren más amenazas que nunca.
Actividades complementarias
Justamente por esto, entre las actividades complementarias a esta exposición, el día 21 de mayo habrá un debate sobre "Humor al límite y límites del humor" con la participación de Ja, José Luis Martín, Hacer, a Maribel Carod, y Chloé Verlhac, la viuda de Tignous, periodista asesinado en el Charlie Hebdo. Y se ha convocado una gran jornada lúdicofestiva, con talleres, comida, actividades diversas... El tema central: "Humor en libertad". Este año el Born será la sede de la entrega del Premio Gat Perich, que ya ha llegado a su XXI edición. Y en el Cómic Barcelona, el antiguo Salón del Cómic, habrá una mesa redonda consagrada a la obra de Perich. Las actividades paralelas a la exposición acabarán con un diálogo en el Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, coorganizador de la exposición, en qué se presentarán los fondos de humor y prensa satírica que están depositados en la institución, que ofrecerá una visita dinámica a las entrañas de su fondo. Se puede consultar el programa completo de actividades en la página web del Born.
Un pensador
Jordi Rabassa, concejal de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Barcelona, ha querido reivindicar a Perich como un referente intelectual de primer orden, aunque desde ciertas posiciones elitistas se haya considerado a los humoristas como simples productores de ocio. Kap ha coincidido con él y ha apuntado que Perich no era sólo un humorista, sino también un "gran intelectual y gran pensador". Miquel Ferreres asegura que "llamar caricaturista a Perich es quedarse corto, porque él era mucho más que eso. Era un genio a la hora de detectar las imperfecciones del poder, de la gente que manda". Perich, un hombre aficionado a la literatura, a la música y al arte, retrató con contundencia el mundo en que vivía: la España del franquismo, la transición y los primeros años de la democracia. Pero también hacía grandes reflexiones sobre la condición humana a través de aforismos, como algunos de los que se muestran en la exposición, y que salen de las colecciones de frases suyas que se conservan en el Arxiu Històric de la Ciutat: "El hombre no es sólo el único animal capaz de reírse de sí mismo, sino que es el único también capaz de prohibir que se rían de él". Rabassa ha definido a Perich como un creador especialmente adecuado para los tiempos actuales, de fragilidad democrática, porque esta fragilidad se deriva de los pactos de la transición "tan ácidamente descritos por Perich".
Exposición tristemente actual
Perich murió hace 25 años. Sería normal que sus chistes, tan centrados en la actualidad política de la transición, hubieran perdido actualidad. Pero no es así. Los primeros en ver la exposición no podían reprimir algunas sonrisas, a menudo amargas, al ver las obras de Perich. Eso se debe, en parte, a que Perich fue un avanzado a su época: cuándo nadie hablaba del tema del racismo, él ya lo criticaba y ponía de relieve hasta qué punto era racista la sociedad española. Y fue capaz de criticar la justicia; en aquel tiempo nadie pensaba en ello y nadie hizo nada para corregirlo. Ahora eso es una evidencia y quizás ya es demasiado tarde. E incluso, como buen visionario, fue capaz de reflexionar sobre los plásticos (y sobre el amor): "Resulta muy lamentable comprobar que el amor no puede durar eternamente y que, en cambio, el plástico sí". Pero si el Perich puede continuar estando de actualidad es, también, porque la sociedad española no ha sabido resolver los grandes problemas que el humorista criticaba hace más de un cuarto de siglo: las desigualdades, la injusticia, el autoritarismo, la impunidad... Para los mayores es un gran placer reencontrarse con Perich (y revivir su humor negro en acción en los vídeos que se muestran en la exposición). Para los más jóvenes, sin duda, será un gran descubrimiento.