Un fuerte aplauso con el público de pie ha recibido a Marta Pessarrodona a su llegada a la sala de conciertos del Palau de la Música Catalana, donde se le ha entregado el 51º Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, acompañada por el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri. El president de la Generalitat, Quim Torra; el vicepresidente del Parlament, Josep Costa; los consellers Chakir El Homrani y Josep Bargalló; la diputada en el Parlament Natàlia Sánchez; los representantes en el Congreso Jaume Asens, Laura Borràs y Jaume Alonso-Cuevillas, o el expresident José Montilla, entre otros, han acompañado a la galardonada.
Quien no ha podido estar presente, como ya pasó el año pasado, es el presidente de la entidad Jordi Cuixart, encarcelado desde el 16 de octubre del 2017.
Pessarrodona: "Me siento orgullosa de ser catalana
La poeta, ensayista y traductora Marta Pessarrodona ha querido empezar su intervención leyendo la carta con la que Jordi Cuixart le notificó, desde la prisión de Lledoners, que había sido galardonada con el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes de Òmnium Cultural.
A pesar de la modestia con la que ha asegurado que recibía el premio, Pessarrodona ha recordado las palabras del Nobel Frederic Mistral a Jacint Verdaguer, en las que el patriarca occitano decía al joven poeta catalán que "hay que ser orgullosos", para afirmar que se siente profundamente orgullosa de ser catalana.
La premiada ha evocado su trabajo con los consellers Joaquim Ferrer y Joan Guitart en la internacionalización de la cultura catalana, así como su feminismo, destacado ya en la carta de Cuixart, y ha parafraseado las palabras de Mercè Rodoreda para afirmar: "La mejor manera que tengo de servir a mi país es esforzándome para hacer muy bien lo que yo hago, escribir".
Cuixart: "Quieren que el presidente de Òmnium Cultural se pudra en la prisión, pero no hay nada en el mundo que tenga más poder que la palabra"
Antes, sin embargo, de la entrega del galardón, la voz de Cuixart se ha hecho presente gracias a la actriz Mercè Martínez, que ha leído una misiva del presidente de Òmnium enviada desde Soto del Real.
En ella, Cuixart ha recordado que pronto hará dos años que escribió su primer discurso desde la prisión y que nada impedirá que siga anunciando al galardonado con el Premi d'Honor, pero ha querido dejar claro: "No vivo mi situación como una derrota, sino todo lo contrario. La vida es poesía, releyendo la poesía nos llenamos del presente y desde el compromiso con la memoria, nos llenamos de coraje y esperanza en el futuro de la humanidad".
Al mismo tiempo, Cuixart no se ha privado de reclamar diálogo: "El Estado nos pide de 17 a 25 años de prisión, pero no han entendido nada. Y no quieren escuchar ni a las Naciones Unidas ni a la sociedad que reclama una salida dialogada al conflicto político; que la ciudadanía ejerza libremente sus derechos y se respete la voluntad democrática". "No saben que su único enemigo es el miedo, el miedo de escuchar", ha remachado.
En su carta, Cuixart ha querido dejar claro que "nuestra responsabilidad nos interpela a conservar la cultura democrática como bien más preciado de la sociedad". Refiriéndose a la galardonada, a quien ha descrito como "una gran mujer", ha evocado las palabras de la Premio Nobel Jody Williams, quien le dijo en una visita al Tribunal Supremo: "Si queréis un mundo con menos conflictos, tenéis que dejar paso a las mujeres".
Finalmente y con contundencia, Cuixart ha dejado claro: "Quieren que el presidente de Òmnium se pudra en la prisión, sin embargo, hoy, la represión del Estado es el mejor altavoz para hacernos oír por todas partes. No hay nada en el mundo que tenga más poder que la palabra y por eso cada día entre rejas adquiere el más alto de los sentidos". Todo ello mientras los gritos de libertad llenaban la sala modernista de Domènech i Muntaner.
Mauri: "La cultura, la mejor respuesta contra opresores y represores de tiempos pasados que ahora vuelven"
Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium ha tenido palabras de afecto para la compañera de Cuixart, Txell Bonet, y los padres, hermanos y sobrinos del presidente de la entidad, en el momento de conceder el galardón creado el año 1968.
En su parlamento, ha asegurado que los catalanes "somos una mezcla imperfecta de Maria-Mercè Marçal y Ana Maria Moix, de Candel y Najat El-Hachmi, dirigiéndonos por todas partes en nuestra lengua como antídoto contra la ignorancia y la intolerancia". Y ha hablado de Pessarrodona como una representante de la lucha compartida más bonita, como es la lucha por una cultura donde las mujeres tengan voz propia".
Parafraseando a Montserrat Roig, Mauri ha recordado que "la cultura es la opción política más revolucionaria" y ha pedido: "Alcemos la voz firme, tirando el hilo de la cultura, la mejor respuesta contra opresores y represores de tiempos pasados que ahora vuelven". El vicepresidente de la entidad ha manifestado que Cuixart, sentado en el banquillo de los acusados del Supremo, representa a 170.000 socios de la entidad, orgullosos de tener un presidente que contra la ignominia de las acusaciones mantiene la sonrisa.