El 10 de septiembre El Ètrange Festival de París acogió el estreno absoluto de Cold Skin, la película basada en la novela La piel fría (La pell freda), de Albert Sánchez Piñol. La siguiente cita de la cinta es el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, donde será una de las estrellas del festival junto a Musa, de Jaume Balagueró, y Errementari, de Àlex de la Iglesia. Y la cita definitiva para el público es el 20 de octubre, fecha en que llega a las salas de cine de nuestro país: lo hará con mucho impulso. Se estrena simultáneamente en 220 salas de todo el Estado. Las primeras recepciones de la película han sido muy positivas, y ha sido considerada como "una de las mejorers películas del Ètrange Festival". Este libro es una de las obras en catalán más traducidas de todos los tiempos. Tras su publicación, en 2002, se estaba discutiendo su adaptación al cine. Ahora, por fin, después de un complicado proceso, llega a los cines con la vocación de llegar a ser una novela de éxito a nivel internacional.
Tour de force
Sólo tres actores llevan la carga más fuerte de la película: David Oakes, Aura Garridon y, sobre todo, un magnífico Ray Stevenson, que es a quien más destaca en la gran pantalla. Aura Garridon tuvo que ponerse en el papel de un monstruo marino, y se tuvo que someter durante el rodaje, diariamente, a ocho horas de sesión de maquillaje para cambiar de apariencia. La película ha sido dirigida por Xavier Gens, un director francés con cierta fama, sobre todo por Hitman y The Divide, que espera con Cold Skin dar un salto adelante.
Lovecraft se respira
Los escenarios, excelentes, la fotografía, magnífica, y el maquillaje, muy adecuado, ayudan a recrear un ambiente muy propio de H. P. Lovecraft, un autor que Sánchez Piñol admira y que es uno de sus referentes. Los monstruos y las escenas de asalto al faro están muy conseguidas y hacen que el público se vea inmerso en un ambiente apocalíptico, que es uno de los aspectos más logrados de la novela. Los monstruos, que en buena parte de la película, nunca se vislumbran claramente, consiguen formar una presencia aterrorizadora, visualmente imponente. Y el escenario no podía ser mejor: el paisaje volcánico de Tenerife es realmente sobrecogedor.
Menos Sánchez Piñol
La película es muy fiel al texto de Sánchez Piñol, y refleja los escenarios y las acciones de las ranas gigantes, tal como las describe el autor. Pero Sánchez Piñol no sólo pretende recrear un clima de terror lovecrafiano, sino que además quiere definir tramas muy precisas. Y la película Cold Skin tiene dificultades para reflejar los sentimientos de los personajes y sus evoluciones. La relación del protagonista con Aneris no tiene una progresión clara, y tampoco queda muy claro como se complica la relación entre los dos personajes masculinos. En la cinta no se ve claramente el amor, el odio, la venganza... Y eso condiciona también el final de la película, que no llega a la grandiosidad de la obra literaria.