Cualquier pixapí de Barcelona y área metropolitana, cuando se plantea ir a visitar una exposición, solo mira la programación de los museos y de los centros de arte de la ciudad condal; como si no hubiera vida cultural fuera de este perímetro. Ya Guillem Viladot (1922 - 1999) reclamaba descentralizar el arte con su obra. El Museo de Lleida acoge la exposición itinerante Guillem Viladot i els creadors de Ponent hasta el 11 de junio. Esta exposición ha sido producida por la Xarxa de Museus de les terres de Lleida y Arran con motivo del centenario del nacimiento del artista. La muestra ya ha pasado por Tàrrega y Cervera, pero con el aterrizaje a Lleida se han incorporado seis obras que complementan el recorrido.
Guillem Viladot fue un artista polifacético nacido en Agramunt. Experimentó con múltiples lenguajes: el poético, el experimental, el plástico, etc. Pero con todos ellos, siempre reivindicaba su pueblo de origen. La exposición pone de relieve los vínculos entre el artista de Agramunt y, tal como indica el título, artistas de Catalunya de la zona poniente, como el poeta visual Josep Iglésias del Marquet (1932 - 1989) de Artesa de Lleida o el escultor Leandre Cristòfol (1908 - 1998) de Os de Balaguer. La muestra permite conocer con más profundidad la obra de todos estos artistas, sobre todo la de Viladot. Siempre desafiaba los límites de la poesía y hoy es conocido como uno de los poetas visuales más importantes del panorama catalán y español. Ahora bien, esta exposición también enseña la riqueza que radica en las relaciones entre estos artistas.
"Amigo Pedrolo, cada día me doy más cuenta de la gran cultura y erudición que se tiene que poseer para que una persona pueda sacar algún buen partido de sus intuiciones críticas", escribió Viladot en 1956 en una carta para el novelista Manuel de Pedrolo (1918 - 1990). Estas palabras denotan una admiración que alimenta la vocación del artista. Lo mismo podemos decir de la relación que tenía con su mecenas, Lluís Trepat (1925 - 2022). El pintor de Tàrrega dedicó una serie de retratos a Guillem Viladot, de los cuales podemos ver algunos expuestos. Se dice que mientras los firmaba, comentaba: "ahora quizás no te pareces mucho, pero con el tiempo serás igual". Una frase que nos recuerda la respuesta que dio Picasso a Gertrude Stein cuando se mostró descontenta con el retrato que el malagueño le había pintado; "No se preocupe, al final acabará siendo exactamente así".
Viladot siempre reivindicaba su pueblo de origen
Más allá de la admiración, estas relaciones garantizan un aprendizaje recíproco en el campo artístico. Gracias a Daniel Gelabert (1929 - 2005), Viladot se adentró en el mundo digital y llegó a crear un poema experimental en ordenador. Es lo único que pudo diseñar antes de morir y está en la exposición. También exploró el lenguaje cinematográfico de la mano de Albert Coma Estadella (1933 - 1991). Juntos hicieron un proyecto de película titulado Self (1983), incluido en la muestra. Dibujos, documentos, libros, esculturas y una gran variedad de materiales componen la sesentena de piezas de esta exposición, distribuidas en nueve ámbitos. Se admira el trabajo de documentación que hay detrás de la exposición, comisariada por Pau Minguet.