Con la constitución de la mesa del Congreso de Diputados (agosto 2023), Junts logró que se pudiera hablar en catalán en dicha cámara legislativa. A raíz de ello, la presidenta de la mesa, Francina Armengol (de Mallorca), y Ximo Puig (expresidente de la Generalidad Valenciana), propusieron que, en el Congreso de Diputados, esta lengua fuera denominada "català-valencià". A partir de ahí se ha generado debate (algo lógico), pero hay que tener presente que ya hace muchos años que algunos lingüistas valencianos proponen que el nombre de la lengua sea "català-valencià" (por ejemplo, el filólogo Josep Giner, colaborador de Pompeu Fabra y Joan Coromines).
¿Es acertada esta denominación compuesta?
Por de pronto, en el siglo XIV los valencianos ya daban a la lengua el nombre de "valencià". Así se documenta en un texto de fray Antoni Canals de 1395. Y hoy en día prácticamente toda la población valenciana se refiere a ella con el término "valencià". ¿Se puede decir a una sociedad que lleva más de seiscientos años denominado algo con una palabra que no puede usar dicha palabra para denominar esa cosa? Es obvio que no. Por otra parte, ambas denominaciones ("català" y "valencià") tienen un gran arraigo: el término "català" se emplea en Andorra, Catalunya, Catalunya Nord y, más que menos, también en las Baleares; y el término "valencià" se emplea en el País Valencià y en el Carxe (comarca de Murcia, donde también se habla). Esas sociedades se sienten identificadas con una u otra denominación; por lo tanto, son denominaciones válidas.
El término "català" se emplea en Andorra, Catalunya, Catalunya Nord y, más que menos, también en las Baleares; y el término "valencià" se emplea en el País Valencià y en el Carxe
Pero es que, además, la gente de Andorra, Catalunya, Catalunya Nord y las Balears no va a decir jamás "valencià" a su lengua, y la gente del País Valencià y del Carxe es muy difícil que la llamen "català" (hay una pequeña parte de la sociedad valenciana que lo hace, pero son reductos muy politizados o del ámbito estrictamente académico). Tengamos presente que un habitante de Borriana o de Dénia se define como "valencianoparlant" y es complicado que utilice el término "catalanoparlant". Ante esta realidad, la denominación compuesta "catalán-valenciano" tiene la ventaja de que (prácticamente) todo el mundo puede sentirse identificado con ella.
La denominación compuesta "català-valencià" tiene la ventaja que (prácticamente) todo el mundo se puede sentir identificado
Por otra parte, la denominación "català-valencià" no va contra el término "català" ni contra el término "valencià"; más bien al contrario. Si la denominación compuesta se difunde en los sistemas educativos y en los medios de comunicación, la gente de Andorra, Cataluña, Cataluña francesa y las Baleares puede continuar utilizando exclusivamente el término "català" porque todo el mundo entenderá que hace referencia a la lengua hablada del Pirineo a la desembocadura del río Segura y del río Cinca a L'Alguer. Igualmente, la gente del País Valenciano y del Carche puede seguir utilizando exclusivamente el término "valencià" porque todo el mundo entenderá que hace referencia a la misma lengua.
La denominación "català-valencià" no va contra el término "català" ni contra el término "valencià"; sino al contrario
En el caso de la Franja de Aragón, la denominación "catalán-valenciano" también es útil. En esta área ha habido históricamente reticencia (por razones políticas) a utilizar el término "catalán" para referirse al habla de allá. Una denominación que incluya el término "valenciano" permite diluir esas reticencias. En la segunda parte del artículo veremos que las objeciones a la denominación compuesta carecen de fundamento.