Los galardones más importantes del cine español son los Premios Goya, que este año se celebran el 10 de febrero en Valladolid. A sus estatuillas se las conoce como el cabezón, y se trata de un busto que representa la figura del pintor Francisco de Goya, uno de los artistas más célebres del romanticismo y del barroco español y autor de obras como La maja desnuda, Saturno devorando a sus hijos, El 3 de mayo en Madrid o El coloso. No obstante, llama la atención que unos premios creados para reconocer el trabajo de la industria cinematográfica tengan un nombre que no tiene un impacto directo con el séptimo arte. Entonces, ¿por qué se decidió que las estatuillas del cine español se llamen Goya?

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El motivo por el que los premios del cine español se llaman Goya

En realidad, el motivo para que los Premios Goya se llamen así no es demasiado original. Cuando nacieron los galardones hace 37 años, la Academia de Cine necesitaba un nombre que fuera corto y fácil de recordar. Su referencia por aquel entonces eran premios cinematográficos como los Oscars (en Estados Unidos), los Lola (en Alemania) o los César (en Francia), ambos nombres perfectamente adaptables a las audiencias. Pese a que también se valoraron opciones como Buñuel o Soles, al final se decidió que Goya cumplía perfectamente con el cometido. No solo era un nombre sencillo de mantener en la memoria, sino que además representaba la figura de un personaje determinante en la cultura española. Además, el pintor aragonés se perfilaba como una buena opción porque su concepto pictórico era muy cercano al cine, apostando por un tratamiento secuencial de la imagen. De este modo, el apellido del artista fue propuesto en Asamblea y acabó siendo designado por el director artístico Ramiro Gómez, manteniéndose hasta nuestros días.

La primera edición de la fiesta del cine español tuvo lugar el 17 de marzo de 1987 en el Teatro Lope de Vega de Madrid. La primera estatuilla de los Goya fue creada por Miguel Ortiz Berrocal, era desmontable y tenía un peso de 15 kilos, un esfuerzo inviable para que fuese alzada por los actores y actrices. La estatuilla, tal y como la conocemos ahora, tiene su origen en 1902, cuando el escultor Mariano Benlliure realizó un busto del pintor. El trofeo de nuestros días es una reproducción de una escayola original de Benlliure. De hecho, la Fundación del mismo nombre cedió de manera altruista el busto, cuyo peso ahora está entre 2,5 y 3 kilos.

¿Cómo se fabrica una estatuilla de Goya?

Las estatuillas de los Goya se fabrican en la Fundición Codina, en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama. El proceso comienza con una reducción elaborada en resina de la pieza original realizada por Mariano Benlliure, que posteriormente sirve para la creación de los moldes de silicona que servirán para crear todas las copias. El molde se llena de cera y se mete al horno durante dos días a 730 grados. Una vez formada la estructura, ya se puede empezar con el cincelado y los últimos retoques de bronce. El color oscuro del metal consigue su color definitivo gracias a la aplicación de fuegos y ácidos.​