La polémica que rodea la actriz española Karla Sofía Gascón, nominada al Oscar a mejor actriz por la película Emilia Pérez, ha provocado un daño reputacional muy grave en la carrera de la madrileña y ha puesto en riesgo su candidatura a los premios de la Academia. Karla Sofía Gascón vivió un antes y un después en su vida personal y profesional cuando el jueves 30 de enero la periodista canadiense freelance Sarah Hagi publicó un post en su cuenta de X con capturas de pantalla de los mensajes que encontró en la cuenta de Twitter (ahora X) de Gascón, publicados en el pasado, con contenidos racistas, catalanófobos e islamófobos. Durante esta última semana, no ha pasado un día en el cual la actriz, que fue la primera nominada abiertamente transexual en la historia de los Premios Óscar, no haya sido noticia por las consecuencias de estas revelaciones. Ahora, la periodista ha explicado en una entrevista a la publicación Variety, un semanario norteamericano dedicado al cine y la cultura popular, por qué investigó el pasado digital de la madrileña y publicó en su perfil d'X el hilo con los mensajes que abrieron la caja de Pandora.
"Es una locura que Karla Sofía todavía tenga estos tuits publicados. Sinceramente, nunca había visto tuits tan racistas de alguien que hace campaña activamente para ganar un premio de la Academia. Hay más de una docena...", o "todo eso viene de la estrella de una película que hace campaña a propósito de sus valores progresistas, es realmente para reír", escribía Sarah Hagi en su publicación.
Gascón salió rápidamente a contrarrestar esta publicación y el alud de críticas y reacciones que la sucedieron. La actriz emitió un comunicado pidiendo disculpas, ha negado ser racista o islamófoba, ha asegurado que los tuits están sacados fuera de contexto y también se ha defendido afirmando que hay "una campaña bestial" contra ella y la película Emilia Pérez para evitar que gane el Oscar. La actriz ve una mano negra, o incluso varias. Por una parte, acusó al equipo de relaciones públicas de Fernanda Torres, otra candidata al Oscar, de sabotear su campaña con "juego sucio". E incluso, acusó de manera velada a Elon Musk, propietario de X, de haber intervenido en la controversia, atribuyendo la polémica a "una campaña de odio y desinformación" en contra suya.
Sara Hagi, sin embargo, ha negado cualquier implicación en ninguna campaña y rechaza las acusaciones contra ella de haber sido contratada por los responsables de los estudios de otras películas nominadas para desacreditar a la candidata española. "No soy una planta de un estudio. Solo soy una persona, es muy graciosa esta teoría de que algún estudio me escogiera a mí para hacer eso, alguien que ni siquiera tiene TikTok. Ha sido todo una pura coincidencia", ha asegurado la periodista, que ha revelado porque empezó a investigar la huella digital de Gascón. "Vi una publicación en que utilizaba el término islamista, cosa que me llamó la atención. No ha sido una conspiración, hago eso con muchas personas famosas. Simplemente, busqué una palabra y lo que encontré fue impactante", asegura la canadiense.
Hagi sostiene que solo hizo de periodista, y es una práctica habitual investigar las publicaciones que han hecho a los personajes famosos. "Podría haber mirado y haber encontrado nada, era solo una corazonada. Además, no significaba necesariamente que alguien que dijera alguna cosa así tuviera tantos tuits racistas como tiene ella o tantos tuits antimusulmanes como tiene ella. Pero cuando tienes una experiencia como la mía, sabes cuáles son las señales de alerta, y para mí eso fue una señal de alerta muy clara", ha añadido. Una señal que describe como "silbido para perros", y lo que descubrió era mucho peor de lo que esperaba.
Una búsqueda muy fácil
La periodista explica que fue relativamente fácil encontrar los tuits, porque seguían publicados. "Busqué términos como islam, musulmanes en español, hiyab y cualquier cosa que pudiera generar resultados relevantes. Y cuando escribí estas palabras, sus tuits casi no tuvieron interacción, quizás un par de centenares de visitas en total y uno o dos me gusta como máximo. Ella había tuiteado estas cosas y habían existido en línea, sin oposición, desde 2016 hasta el 2023. No hubo resistencia ni visibilidad. Así era como ella tuiteaba con naturalidad. No se trataba de una inmersión profunda ni de un esfuerzo orquestado: todo estaba, simplemente, ahí". Haya reconoce que también sacó a la luz los tuits de Gascón para dar visibilidad en estas actitudes reprobables.
No sorprende que la periodista haya buscado estos términos específicamente. Hagi es una periodista freelance que colabora con medios como Vulture y que también ha trabajado para The Guardian y es copresentadora del pódcast Scamfluencers. Se identifica como "mujer musulmana negra" y entre su trabajo está el de investigar y exponer comentarios considerados racistas o islamófobos de figuras públicas. La periodista busca sistemáticamente en las redes a las celebridades, utilizando las palabras clave para encontrar el contenido potencialmente ofensivo.
Un error incomprensible de su equipo
El que ha sorprendido Haya es que, tratándose de un nombramiento "histórico", al ser la primera mujer trans al optar en un Oscar, nadie "de su equipo, de Netflix o los responsables de su campaña hubieran revisado sus tuits, pero seguían publicados". Un hecho insólito para la periodista, que considera que "cuando alguien representa una película basada en los llamados valores progresistas, tiene un historial de tuits racistas e intolerantes, se expone la hipocresía que hay detrás de todo eso. No se trata de una representación significativa, solo es marketing. Y este marketing se hunde cuando la persona que está en el centro de todo eso es una racista intolerante".
Haya no acepta la manera como la actriz española ha pedido perdón por estas opiniones, y asegura que "su disculpa no ha sido una disculpa. No se dirigió al grupo marginado a que apuntaba. No reconoció el daño que causó. Y dejadme ser clara: creo en el perdón. No creo que las personas sean irredimibles. Creo que pueden asumir la responsabilidad y hacer bien las cosas. Pero su reacción inmediata no fue hacerlo. No fue humildad". Incluso, critica que Gascón utilizara la frase "la luz conquista a la oscuridad" porque "quizás no hay que utilizar estas palabras cuando responden a tuits racistas". La periodista no tiene ninguna duda de que el nombramiento de Gascón tendría que ser retirado de los Oscar. "Por descontado que sí", afirma. "¿Promoverás una película definida como 'importante' e 'histórica' y después harás que la estrella de la misma diga las cosas más viles y racistas? Eso no es una polémica; es racismo descarado". Y ni siquiera se molestaría a decirle nada si algún día se encontrara a la actriz cara a cara. "Es solo otra racista más".