El Port de Barcelona no quiere perder el projecto del Museo Hermitage. La presidenta del puerto, Mercè Conesa, ha insistido en que defenderá hasta el final su propuesta de llevar a la ciudad un Museo Hermitage y ha advertido al Ayuntamiento que puede aprobar el proyecto porque tiene las competencias.

Conesa se mostró tajante sobre este asunto en un encuentro digital que mantuvo este jueves con medios respecto a que el equipo de gobierno del Ayuntamiento, dirigido por Ada Colau, vete un proyecto que sería de gran ayuda en la recuperación de la zona, atraería turismo de calidad y no costaría un euro público porque está financiado de forma 100% privada.

Imagen del proyecto del Museo Hermitatge para la ciudad de Barcelona. Foto: ACN

Turismo de calidad

"Es un proyecto privado de tipo cultural que, en este momento, puede traer una oferta de turismo de calidad a Barcelona. Esta iniciativa puede generar puestos de trabajo en la ciudad", insistió Conesa, que remarcó la voluntad del Port de Barcelona de convertirse en un motor de creación de empleo para la ciudad.

Conesa, que cuenta con el respaldo de la Asociación de Vecinos de la Barceloneta y de numerosas entidades del barrio, dejó entrever que si el Ayuntamiento mantiene su negativa a firmar el convenio se podría producir un conflicto institucional entre Port y el consistorio.

Competencia

Así aclaró que la competencia para otorgar una concesión dentro del espacio portuario es del Port y manifestó su predisposición para la firma de este convenio: "Estamos esperando respuestas. El gobierno municipal tiene que decirnos de qué manera quiere mejorar algunos aspectos de la propuesta como, por ejemplo, los temas relacionados con la movilidad. No entendemos que se nos pueda decir que no es el lugar adecuado cuando se ha aprobado urbanísticamente esta ubicación".

Según diferentes medios, el veto del Ayuntamiento a este proyecto cultural ha llamado la atención de un fondo de inversión de origen chino interesado en el solar para construir un centro comercial tipo 'outlet'. Paradójicamente, el uso comercial no necesitaría de convenio alguno y se podría iniciar la obra sin problemas.