La Consejería de Cultura de la Xunta de Galicia ha preguntado si el Museo Frederic Marès tiene esculturas robadas de Galicia, después de una información publicada en La Voz de Galicia en la cual un historiador daba por acreditado que las piezas fueron sustraídas de la portada occidental del Monasterio de San Lorenzo de Carboeiro (Pontevedra) a finales de los años cincuenta — en un contexto de robos y destrozos en el monasterio. El objetivo de la petición hecha este martes al Ayuntamiento de Barcelona es aclarar su "posible origen ilegítimo".

Una exposición en Lleida sobre el espolio de Sijena levanta polvareda en Aragón

Las piezas en cuestión son un cristo entronizado y un relieve medieval con símbolos de los evangelistas san Juan y san Lucas, que formaban parte del tímpano de la iglesia del monasterio románico benedictino gallego (con una fecha en torno al año 1200 y de granito). El artículo, firmado por el historiador del arte Francisco Pardo Vilar, argumenta que las esculturas fueron sustraídas ilegalmente y que en 1980 el museo barcelonés las compró a Ericka Birk — viuda de Fernando Birk, un empresario y coleccionista alemán. El apoderado del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico en Pontevedra, José Filgueira Valverde, ya denunció la situación en 1957.

Un informe técnico

El director del Museu Frederic Marès, Salvador Garcia, ha explicado que el equipamiento trabaja en un informe técnico para recopilar la información disponible y aclarar el origen. Un informe que estará listo "en unos días", según ha añadido el mismo director. Así, los responsables del museo ofrecerán la "máxima colaboración" a la Xunta para que se conozca la procedencia exacta de las piezas — iniciando los estudios pertinentes y la recogida del máximo de información. Garcia ha remarcado que se trata de un correo en el cual la Consejería de Cultura gallega pide información y estudiar las opciones que se abren, pero que no se trata paso de un requerimiento.

Justo cuando el Institut de Cultura de Barcelona tuvo conocimiento del caso, empezó a estudiar toda la información disponible sobre las esculturas e investigar el origen. A partir de aquí, será el ayuntamiento quien tome una "decisión técnica y jurídica valorando las opciones que se abrirían". "Desde el punto de vista documental es lo que tenemos que valorar. Se tienen que estudiar los fundamentos jurídicos por parte del Ayuntamiento de Barcelona", ha precisado Garcia en una atención a los medios.

Las esculturas supuestamente robadas, en el Museu Frederic Marès / ACN