Un año más, una subidita por la rampa del Fòrum más. Con la llegada de la primavera, llega también nuestro macrofestival de confianza. Tres días de música, birras, guiris, perder-los-amigos-pasa-foto-que-no-te-veo, alguna que otro queja por Twitter y muchas emociones. La 22.ª edición del Primavera Sound aterriza en la ciudad condal, concretamente en el Parque del Forum, del 29 de mayo al 1 de junio, sin tener en cuenta el Brunch Electronik -para valientes- del 2 de junio. El cartel de este año contenta desde los más longevos con conciertos de Pulp, PJ Harvey, Bikini Kill o Beth Gibbons, hasta los que han perfilado su gusto musical con TikTok con Troye Sivan, SZA, Charli XCX, Omar Apollo, BB Trickz, y las veneradas Mitski y Lana Del Rey. Sin olvidar en los antiguos lectores de Indiespot que podrán disfrutar del retorno de Vampire Weekend y todos aquellos artistas que de aquí un par de años también serán tus preferidos como HTRK, ML Buch, o HiTech. Un bufete libre para todos los gustos que exigía escoger con cabeza.

🟠Primavera Sound: Pulp, una cerimònia amb gent normal
 

Un sentimiento importante

Nunca he sido fan de aquello de "a quien madruga dios le ayuda", pero al tratarse de la primera jornada, tenía energía para llegar a la apertura de puertas. En este caso, el jueves 30 abría con tres propuestas nacionales más que interesantes. Uno escoge tu propia aventura de La Penya Dels Tigres entre los, ya clásicos del festival, Mujeres, el pop primaveral de Renaldo & Clara, o una de las rookies del pop|pulpo catalán de este año, Maria Hein. La opción ganadora fue el trío de guitarras con su rock y amistad. La curiosidad por saber si podrían trasladar, a las cinco de la tarde, su energía de pogo-a-las-tres-de-la-mañana, que era siempre el punto de reencuentro con los amigos. Así que, después de cruzar el área centro comercial, que te encuentras nada más entrar en el recinto, y esquivar todos los inputs de marcas, que quieren que hagas acciones para conseguir cosas gratis, que o bien perderás, o bien acabarás cargando todo el festival sin ningún tipo de sentido, me dirigí a Mordor.

Para los que no estéis familiarizados, paradógicamente, Mordor ahora es la gran explanada de césped artificial -Coachella Style- donde se encuentran los dos escenarios principales. Con el sol pegándome en la cara y las barras sin abrir, Mujeres, más despiertos y serenos que nunca, abrieron con Cae La Noche. No faltaron el teclado de Sí piensas en mí, la energía candente de Tú y yo, que consiguió romper en pogo, y en un mashup de Romance Romántico con la vuelta de Un Sentimiento Importante. Damos el primer PS en el cual Mujeres podrán salir por inaugurado.

A partir de aquí las opciones se extendían delante de nuestros ojos como un abanico infinito. Un poco de ambiente con William Basinski performing The Disintegration Loops, o revelar qué se esconde detrás de la viralidad de BB Trickz en la Boiler Room. Quizás ir a perder absolutamente el control con el rock vibrante de Amyl and the Sniffers que demuestra que una tía no necesita ser una perfecta muñeca pop por comerse al público. De todas las opciones, ver una Boiler bastante aburrida de 'La Trucos', con un par de hits sobre playback y una sesión que hastió a la pista entera, quizás no fue la mejor opción. Y de golpe, Russia-idk. Los de Madrid devolvieron a la vida a todos los presentes con uno directo de Ralphie Choo.

Ralphie Choo hizo entrar en estado de ebullición la Bolier Room  / Foto: Montse Giralt

Cero nostalgia

Pero lo que sí estaba claro es que a las 22.15h tocaba estar en el escenario Estrella Damm, tocaba ver a Vampire Weekend. Después de 13 años desde su primera y única actuación en el festival, los de Ezra Koenig presentarían su cuarto disco, Only God Was Above Us. Todo el mundo había anticipado este concierto como uno de aquellos que disfrutas a través de la nostalgia, pero nada más lejos de lo que pasó. Encima del escenario, dos baterías, piano, teclados, unos cuantos saxos, guitarras, bajo y diversidad de percusión. ¿Hora de captar la atención de un público inquieto, y qué mejor manera que abriendo el Contra? Trajes al más puro estilo ibicenco, entonaron White Sky i Holiday. El concierto se basó en un juego con el público para saber cuál de todas era la más actual. Todas sonaban tan enérgicas, tan frescas, tan efervescentes que Classical, con el bailarín del videoclip incluido en el escenario, sintonizaba a la perfección con Unvelibers; Connect i Capricon con Cape Cod Kwassa Kawassa. Y así hasta llegar a una larga jam de jazz calculada al milímetro con Sympathy y una versión de New Dorp. New York de SBTRKT. Los presentes asistimos a un concierto fresco y divertido donde el virtuosismo musical brillaba allí en todo momento. No faltó tampoco Gen-X Cops. Pero lo autentica euforia se liberó con Diane Young, Cousins, A-Punk y el cierre de Ya Hey. Demostrando así que aquello que podría haber sido celebrado desde la nostalgia sigue rabiosamente vigente, y ellos están más en forma que nunca. Una noche para afirmar que Ezra Koenig y los suyos no envejecerán nunca.

Una noche para afirmar que Ezra Koenig y los suyos no envejecerán nunca

Justice, el topque francés en la noche barcelonesa / Foto: Montse Giralt

Pero si hubo un concierto que entendió que es hacer espectáculo para las masas, este fue el de Justice. En la 1:45h, Xavier de Rosnay, Gaspard Augé subieron al escenario de etiqueta y gafas de sol, con un único propósito: deslumbrar a todos los presentes. Después de veinte años a los controles, sabían que la música lo puede ser todo, pero un buen espectáculo lo es más. Por eso, cuando se pusieron frente a las mesas, espalda contra espalda, y dejaron que Genesis nos embriagara, un mutable juego de luces cegó a todos los presentes. Ahora su cruz ya no era un elemento fijo, sino unas plataformas que tanto se podían poner a la altura de un techo club, como de una salida del sol. Con este as en la manga, la dupla de le french touch empezó todo lo suave que puede ser un remix de Generator o del clásico We Are Your Friends con Mannequin Love, o el contraste de One Night/All Night con D.A.N.C.E. Pero no fue hasta pasado Safe and Sound - con samples de sus propios hits de los 2000- que no subieron la intensidad. Café para los muy cafeteros de la electrónica dura donde destacaron Incognito o Stress. Y cuando creíamos que ya no podía ir más arriba la noche, cerraron con una versión en directo de D.A.N.C.E con Neverender. Un cierre de fiesta y de noche para todos aquellos a los que no les importó quemar suela.