El 5 de julio de 1931, quince después de la redacción del Estatut de Núria que proclamaba Catalunya como un Estado de la República Española, el ministro de Hacienda (PSOE) reaccionaba con una maniobra que provocaba la quiebra de una entidad financiera catalana que estaba destinada a ser el primer banco público de la historia de Catalunya. Aquella maniobra representó un handicap importante para el futuro desarrollo del autogobierno en Catalunya. En aquella maniobra también jugó un papel importante la UGT. Pero no era la primera vez que estas organizaciones maniobraban contra los intereses de Catalunya. Con anterioridad, habían colaborado con el régimen dictatorial de Primo de Rivera que había intervenido y desarmado la Mancomunitat de Catalunya.