"¿Qué he hecho yo para merecer esto?", se debió preguntar Pedro Almodóvar, recordando el título de su primera película, cuándo los responsables del Festival Castillo de Peralada lo llamaronpara decirle que sería la figura homenajeada en su 38.ª edición, con un concierto que repasaría los mejores momentos de las bandas sonoras de su filmografía, elemento fundamental en todos sus largometrajes, en el que la cantante Pasión Vega pondría la voz. Honores que el cineasta manchego devolvería firmando el cartel que ilustra la programación de este 2024. Bajo el título Pasión Almodovar, la noche escogida para el homenaje ha sido la de ayer sábado, la del segundo concierto del festival este año. El público que ha asistido, ha enmudecido con la actuación de la artista madrileña.
Canciones grabadas en la retina
La puesta en escena de Pasión Vega ha sido intimista, pero impresionante, con las 360 localidades de la Sala del Mirador agotadas desde hacía semanas. Colocada en el centro de la pista, con un espectacular vestido rosado primero, rojo, después; la cantante madrileña ha estado acompañada de un cuarteto de músicos con piano; contrabajo; violonchelo y guitarra y percusiones y electrónica. La velada se ha iniciado con las notas de Quizás, quizás, quizás, un clásico al que han seguido temas como Encadenados y Cucurrucucú Paloma. Durante el recital ha habido unos cuantos picos en el voltaje emocional del auditorio del Mirador, sobre todo cuando se han encadenado La bien pagá –con referencia a Miguel de Molina incluida-, Un año de amor, Luz de luna y Volver, que han cerrado la primera parte. "Son canciones que tenemos grabadas en la retina y que Perdo Almodóvar escogió para sus películas", ha destacado Vega.
La media parte la ha marcado una interpretación jazzy y apoteósica de Nur nicht Aves Liebe Weinen, una pieza de la banda sonora de La ley del deseo, que ha dado paso a Tonada de luna llena y A tu vera. El público, entre el cual figuraban 'chicas Almodóvar' como las actrices Marisa Paredes y Vicky Peña, además de otras figuras relevantes del cine, como la presidenta de la Acadèmia del Cinema Català, Judith Colell; no ha apartado la mirada del concierto, a pesar de estar situado justo al lado de la impresionante ventana del Mirador, desde la cual se ve el castillo, cerrando con ovaciones cada una de las interpretaciones. Totalmente sentida ha sido la aclamación cuando Pasión Vega ha finalizado Ne me quitte pas, que la ha llevado a las lágrimas y que ha contrastado después, introduciendo un punto de ironía, con la canción Puro teatro. Piensa en mí, En el último trago y una incandescente versión de Se nos rompió el amor han cerrado el programa. Vega, sin embargo, ha vuelto para unos bises en los que, acompañada solo del piano, ha cantado Ay, amor. Y ya con todo el grupo y para cerrar una noche fuerte en emociones I'm sonido excited.