A lo largo de la historia muchos jóvenes han utilizado el lenguaje – entre otros elementos- para crear y reproducir una identidad y alejarse así de otras generaciones. Actualmente, adolescentes y jóvenes utilizamos un lenguaje extraído directamente del trap o de la mal llamada|nombrada música urbana.
Aunque este género musical llegó a Catalunya de forma bastante estigmatizada. Fue, más o menos, el año 2011, cuando jóvenes de clase trabajadora con poco capital simbólico representaban sus identidades enfrente de la cultura dominante. Como siempre pasa, actualmente es una de las corrientes más populares.
El trap pasa de ser contracultural para ser mainstream - entre otros factores como la globalización o el capitalismo – debido a la crisis económica que se enfrenta España en aquel momento, donde la tasa de paro juvenil es|está del 57,22% el año 2013. Por lo tanto, el trap refleja explícitamente lo que pasa en los barrios más marginales y lo que cada vez más jóvenes de diferentes clases sociales tienen que vivir.
Si queremos salvar y proteger una lengua, tenemos que procurar no dejar a nadie sin voz para hablarla y explicarla
Poco a poco, se crea una moda y paralelamente se empiezan a idealizar ciertas características que acompañan este género musical, como la indumentaria o el lenguaje. Se idealiza la pobreza y se romantitza la marginalidad de forma superficial, es decir, sin entrar en las verdaderas problemáticas que generan estas realidades y reproduciendo un estereotipo clasista enfrente de la clase trabajadora.
La música ha sido siempre un reflejo de la sociedad, pasa en la popularización del trap y paso actualmente en la escena catalana.
Hoy en día, empieza a existir una escena del trap en catalán, con un lenguaje de calle y una jerga propia, bastante incorrecta – con castellanismos y faltas de ortografía – y a veces criminalizado, que contrasta con el contenido políticamente correcto que se crea en ella.
Paralelamente, dentro de esta escena hay muy pocos referentes y todos los que hay siguen patrones bastante similares, por lo tanto, también hay poca diversidad. Esta realidad se ve plasmada también en cualquier otro ámbito o esfera, como el YouTube, el Tiktok, la televisión pública, etc.
Si queremos salvar y proteger una lengua, tenemos que procurar no dejar a nadie sin voz para hablarla y explicarla. Hay talento en el underground, lo que falta pues, es dar impulso a más mujeres, personas disidentes de género, racializadas, homosexuales, en definitiva todo aquello que sale del hombre cis hetero.