Porreres (Mallorca), 5 de enero de 1937. Hace 87 años. Retaguardia del bando rebelde durante la guerra civil española (1936-1939). Un pelotón de falangistas fusilaba a cinco chicas: Aurora Picornell (24 años), Belarmina González (23 años), Caterina Flaquer (61 años) y sus hijas Antònia Pasqual Flaquer (23 años) y Maria Pasqual Flaquer (22 años). Todas habían sido detenidas y encarceladas por elementos colaboradores de la rebelión militar del 18 de julio de 1936. Y ejecutadas la Noche de Reyes de 1937. La tradición popular las llamaría "las rojas des Molinar" y, posteriormente, "las cinco rosas de Mallorca". Y la memoria de su existencia y de su trágica desaparición quedarían, para siempre, alojadas en el corpus de la cultura popular mallorquina. Pero, ¿quiénes eran y por qué fueron asesinadas "las cinco rosas de Mallorca"?
¿Quién era Aurora Picornell?
Aurora Picornell Femenies (Palma, 1912) era la persona más relevante de ese grupo de víctimas. Aurora era hija de una familia de extracción humilde, formada por los padres —Gabriel, de profesión carpintero, y Joana, de profesión esposa y madre— y siete hermanos (ella era la sexta), que vivían en el barrio des Molinar de la capital mallorquina, un establecimiento de clase campesina, pescadora y menestral, por aquel entonces situado en las afueras de la ciudad (en el este, encima de la playa des Portitxol). A los 14 años (1926) empezó a trabajar en una sastrería del centro de Palma, donde aprendería el oficio de sastra, que ejercería hasta su detención y asesinato (1937). Según la investigación historiográfica, los Picornell eran una familia muy conocida y apreciada en el barrio des Molinar, e ideológicamente vinculada a los movimientos obreristas y comunistas mallorquines.
Aurora masona, feminista, republicana y mallorquinista
Pero, en cambio, Aurora inició su compromiso político y social con el feminismo. A los 16 años (1928) y en plena dictadura de Primo de Rivera (1923-1931) ingresa en la clandestina logia masónica Liga Laica y co-firma la introducción del libro “La mujer ¿es superior al hombre?” (1928), de la escritora andaluza Margarita Leclerc Herreros. Inicialmente, es la única mujer de ese colectivo, y con el tiempo sería la primera y única mujer que ejercería un cargo directivo dentro de esa logia (1931). También durante esa época colaboró regularmente con el semanario del Partido Republicano Federal, una formación política de larga tradición (había sido fundado en 1870), pero que estaba en franca descomposición. Durante el tiempo que estuvo vinculada a este partido (enero-julio, 1931) creó la publicación feminista "Concepción Arenal".
Aurora comunista
Pero su vida dio un giro radical a mediados de 1931. Hacía unos meses que había sido proclamada la II República y los partidos políticos de izquierdas ya operaban con normalidad. Aurora ingresa en el PCE y al año siguiente (1932) se establece en València con su compañero, un agente del Komintern leninista de origen misterioso. Según la investigación historiográfica, la pareja de Aurora habría nacido en 1907 en la actual Moldavia y habría entrado en el Estado español (1930) con una documentación polaca (probablemente falsifica) a nombre de Yefin Granowdiski. Pero, en cambio, este misterioso personaje —que, curiosamente, hablaba perfectamente el catalán de Mallorca—, operaría con una documentación (también, probablemente falsa) a nombre de Heriberto Quiñones. Incluso, la hija que tuvieron en común se apellidaría Quiñones Picornell.
¿Quiénes eran "las rojas des Molinar"?
La victoria electoral del tripartito conservador e involucionista formado por el PRR, la CEDA y el PAE (noviembre, 1933) tensó enormemente la sociedad. Heriberto es detenido y deportado a un presidio de Asturias y Aurora regresa embarazada a Palma. Durante la etapa inicial del Bienio Negro (el gobierno del tripartito involucionista), Aurora y Joan Mercant Rabassa crean una escuela que, por la noche, alfabetiza a niños de familias sin recursos del barrio dels Socorros. Y en este punto es cuando encontramos el eje que uniría a Aurora y a las demás víctimas de la masacre de Porreres. Aurora se convierte en un referente del progresismo, el feminismo y la igualdad de oportunidades en su barrio des Molinar. Y las Flaquer (Caterina, Antònia y Maria) forman parte de este movimiento social. Su militancia comunista solo sería el pretexto para detenerlas y encarcelarlas.
El misterioso caso de Belarmina González
En cambio, la relación de Belarmina González con el resto de víctimas de Porreres o con los movimientos progresistas mallorquines de esos años no ha sido nunca demostrada. Belarmina (Palencia, Castilla y León, 1912) era la única integrante de las "Cinco Rosas" que no había nacido en Mallorca ni era vecina del barrio des Molinar. Incluso, nada apunta a que, una vez detenida y encarcelada (31 de diciembre de 1936), hubiera tenido tiempo de trabar una relación con Aurora o con las Flaquer. Entonces, ¿por qué Belarmina fue encarcelada junto con "las rojas des Molinar"? Nadie ha podido, todavía, dar una respuesta. Pero algunas investigaciones apuntan a que los paramilitares golpistas la habrían confundido con otra persona, y otros apuntan a una falsa denuncia que obedecía a una venganza tramada por un familiar o por un vecino.
El asesinato de "las Cinco Rosas"
"Las cinco rosas" fueron excarceladas con un procedimiento irregular. Según la investigación historiográfica, un grupo de falangistas de la zona rural se presentaron en la cárcel de Can Sales con una orden de excarcelación firmada por el gobernador civil Mateu Torres Bastard (impuesto por los rebeldes tras el golpe de Estado de julio de 1936). Esos falangistas, que no tenían ningún tipo de vinculación con el aparato de justicia, se las llevaron al interior de la isla, las retuvieron ilegalmente en una casa, las torturaron y violaron salvajemente, las condujeron a la tapia del cementerio de Porreres y las asesinaron. Al día siguiente, un falangista local de nombre Mateu, que había participado en esa masacre, se paseó por las tabernas de la zona pavoneándose de su "hazaña" y exhibiendo la ropa interior ensangrentada de Aurora.
Asesinos de mujeres
Aurora, Caterina, Antònia y Maria —y también Belarmina, con independencia del porqué estaba recluida— fueron ilegítimamente encarceladas, salvajemente torturadas y violadas y brutalmente asesinadas por su compromiso con las clases más desfavorecidas de la sociedad. Fueron masacradas por personajes que se habían investido la condición de inquisidores y de verdugos. Misóginos que no toleraban a las mujeres que pensaban, que debatían y que proponían una sociedad más justa y más igualitaria. Cazadores de brujas que perseguían a las mujeres que reivindicaban un papel protagonista en la sociedad, en pie de igualdad con los hombres. Depredadores que se ampararon en el régimen de terror impuesto por la rebelión militar para entregarse a la venganza y a la criminalidad. Asesinos de mujeres.