Barcelona, 7 de junio de 1896. Hace 129 años. La procesión de Corpus, formada por centenares de personas de todas las edades, volvía a la iglesia de Santa María del Mar, desde donde había salido horas antes. Cuando la cabeza de la procesión, formada por las autoridades, entró en la encrucijada de las calles Canvis Nous y Arenes dels Canvis, un desconocido tiró desde un terrado una bomba sobre la multitud. Según la prensa de la época (La Vanguardia, edición del día siguiente, 08/07/1896), aquel explosivo, por algún motivo que no se menciona (en crónicas de días posteriores se apunta a que los hilos de los tendederos de las ventanas habrían podido desviar la trayectoria), acabaría impactando sobre los espectadores que contemplaban el paso de la procesión, provocando la muerte de 12 personas y heridas graves o muy graves en otras 70.

¿Qué pasó acto seguido?
El explosivo que causó aquella carnicería era una bomba Orsini, un artefacto esférico sin espoleta que estallaba con el impacto y que era el tipo de explosivo que, habitualmente, utilizaban los anarquistas en los atentados que cometían. Eduardo de Hinojosa —gobernador civil de Barcelona— y Eulogio Despujol —capitán general de Catalunya— (colocados por el gabinete del presidente conservador y monárquico Antonio Cánovas del Castillo), ordenaron una colosal batida contra los dirigentes del movimiento obrero de Barcelona. Durante las horas que siguieron el atentado, la Guardia Civil detuvo y encarceló a setenta y seis personas, tres de las cuales morirían durante los interrogatorios y no llegarían al juicio y, todavía menos, a la ejecución de la sentencia.
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¿Qué pasaba en Barcelona y en Catalunya en aquel momento?
El paisaje social y político de Barcelona y de Catalunya en aquel momento explicaría la trama que rodeaba aquel atentado. Hacía poco más de un año (febrero, 1895) que había estallado la tercera y definitiva Guerra de Cuba (1895-1898), que culminaría con la derrota española y el fin de su imperio colonial de ultramar. En Catalunya, y especialmente entre las clases obreras urbanas, esta guerra era enormemente impopular; y las protestas contra las levas forzosas de reservistas eran habituales. En este punto, es importante destacar que los reservistas eran chicos de clase obrera que ya habían hecho el servicio militar, que ya estaban casados, que en la mayoría de los casos eran la única fuente de ingresos de sus familias, y que en ningún caso podían pagar la exención de 1.500 pesetas (el equivalente actual a unos 50.000 euros) para esquivar aquel destino.

¿Qué más pasaba en Barcelona y en Catalunya en aquel momento?
La Guerra de Cuba era una seria amenaza al sistema económico de una trama formada por el poder político de Madrid y cierta burguesía catalana y vasca. La prensa cautiva de la época —tanto la española como la catalana— vistieron aquel conflicto de guerra patriótica y apelaron al conjunto de la sociedad para la conservación de los últimos territorios del Imperio colonial de ultramar. Por lo tanto, este poder —político y económico— interpretó que este movimiento de descontento y de protesta contra aquella guerra, surgido en los entornos obreros —sobre todo, catalanes—, y que tomaba fuerza a medida que se conocía la auténtica dimensión de aquella tragedia (miles de muertos antes de entrar combate; a causa de las enfermedades, principalmente la fiebre amarilla); era una extensión de la amenaza forjada en los territorios coloniales que había que exterminar.
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¿Qué pasó con los detenidos?
Los aparatos policial y militar españoles torturaron brutalmente a los detenidos, con el propósito de arrancarles una falsa confesión que justificara aquella ola represiva. Según una carta firmada por 73 detenidos, que habría conseguido esquivar los controles penitenciarios y que sería publicada por el diario La Justice, de París el 16 de abril de 1897; uno de los detenidos, Joseph Thiolouse —que no sabía hablar castellano— fue azotado "hasta que hubo aprendido el castellano". A otros detenidos se les aplicaron "hierros candentes"; se les clavaron "cañitas entre uña y carne"; se loe quemó "el balano (el prepucio) con puntas de cigarro encendidas" o se les escondió la cabeza en el interior de "un aparato de hierro a manera de casco que oprimía horriblemente y desgajaba los labios". Aquella misma carta relataba que "han vuelto loco" a Lluís Mas.

¿Qué más pasó con los detenidos?
La justicia militar española —y no un tribunal civil— condenó a muerte y ejecutó a los dirigentes obreros Antoni Nogués, Josep Molas, Jaume Vilella, Lluís Mas, Sebastià Sunyer y Joan Alsina; de los sindicatos gremiales de Gràcia y de Sants. Además, fueron condenadas a reclusión entre ocho y veinte años un total de sesenta y siete personas más. Después del atentado de Canvis Nous, el movimiento obrero de Barcelona —la punta de lanza de las protestas contra la Guerra de Cuba— quedó decapitado. Durante los meses posteriores, el movimiento obrero catalán vivió en estado de choque, atenazado por la represión gubernativa y por las noticias de los muertos de Cuba. ¿Pero, realmente, este era el propósito del aparato gubernativo español? ¿La decapitación del movimiento obrero era el objetivo final de aquella operación? O había un motivo añadido; ¿como, por ejemplo, provocar la desafección de la clase obrera hacia el movimiento anarquista?

¿Quién cometió, realmente, aquel atentado?
La investigación historiográfica señala como autor material de la masacre al francés François Girault, un misterioso personaje que frecuentaba los círculos anarquistas de Barcelona. Y sorprende el hecho de que un extranjero —que en aquel contexto tenía que ser muy visible, y que en la ideología policial podía ser el perfil perfecto para ejercer un papel de enlace entre los movimientos libertarios catalanes y los de fuera— no estuviera ni siquiera "fichado"; y no fuera nunca interrogado. Según esta investigación, después de la comisión del atentado, Girault se desplazó discretamente a París. Allí, se reunió con dos dirigentes anarquistas de Barcelona que le pidieron que se entregara. Pero Girault no solo no se entregó; sino que alguien muy poderoso lo retiró discretamente de aquella escena y lo condujo a Buenos Aires, donde se le perdería la pista para siempre.