Roma, 8 de abril de 1455, hace 470 años, el cónclave reunido desde el 24 de marzo anterior elegía el cardenal Alfonso de Borja para ser la nueva cabeza de la Iglesia y el representante de Dios en la tierra. En aquel cónclave, Borja, de 77 años, nacido en la Torreta de Canals (País Valencià) y educado en Lleida, era uno de los cardenales más formados y más influyentes del mundo cristiano. Había sido canciller real, obispo de València y, sobre todo, un brillante diplomático al servicio de la Cancillería del rey Alfonso el Magnánimo. Sin embargo, ¿por qué fue elegido Borja y no uno de los poderosos cardenales de las familias patricias de Roma, de Génova, de Venecia, de Florencia o de Siena, que habían monopolizado el cargo durante generaciones? ¿Qué y quién impulsó a Borja —el papa Calixto III, que sería el primer pontífice catalanohablante de la historia— hasta el sitial de San Pedro?

Retrato del rey Alfons el Magnanim (siglo XV). Fuente Museu Nacional d'Art de Catalunya
Retrato del rey Alfonso el Magnánimo (siglo XV) / Fuente: Museu Nacional d'Art de Catalunya

¿Quién era y de dónde venía Alfonso de Borja?

Alfons de Borja había nacido en 1378 —en plena crisis provocada por la peste negra (1348-1351)— en la Torreta de Canals, cerca de Xàtiva (la segunda ciudad en volumen poblacional y económico del Reino de València). Los Borja paternos y los Llançol maternos eran familias terratenientes, social y económicamente situadas en un nuevo estamento mestizo formado por la baja nobleza rural y los mercaderes plebeyos urbanos, que, en aquel escenario de crisis, se había dimensionado extraordinariamente. Y, políticamente, desde el interregno (1410-1412), partidarios de la familia Trastámara, facción socioideológica que, en el País Valencià, lideraban los Centelles. Desde la elección de Fernando I —en el Compromiso de Caspe (1412)—, eran muy próximos a la Corona y a sus intereses, y, de rebote, habían quedado muy distanciados de la aristocracia nobiliaria urgelista, el brazo militar del país.

¿Qué relación tenía Alfonso de Borja con el rey Alfonso el Magnánimo?

Alfonso de Borja tenía una larga relación profesional con la Cancillería Real, que arrancaba de 1417, primer año de reinado de Alfonso el Magnánimo. Borja, entonces un reconocido profesor en la Universidad de Lleida de 39 años, era nombrado promotor de negocios (una especie de consejero de Exteriores) de la Cancillería Real de Barcelona. No debió decepcionar las expectativas porque, en 1420, con 42 años, era confirmado como miembro permanente del Consejo Real (el auténtico Gobierno de la Corona). Y en 1430, con 52 años y sin abandonar su cargo político, era promovido a la mitra diocesana de València. Y en 1442, con 64 años, es nombrado presidente del Consejo Real de Nápoles, creado al margen del Consejo de Barcelona (1442) para gobernar los estados italianos de la Corona catalanoaragonesa: Nápoles, Sicilia y Cerdeña.

Vista de Nàpols (siglo XV). Fuente Museo Nazionale de San Martino. Nàpols
Vista de Nápoles (siglo XV) / Fuente: Museo Nacional de San Martino (Nápoles)

¿Qué relación tenía Alfonso de Borja con la curia pontificia?

Alfonso de Borja sería una personalidad muy conocida por las jerarquías eclesiásticas de la península Itálica que ostentaban el control de la curia pontificia (el Gobierno de los Estados Pontificios y de la Iglesia). Durante el cuarto de siglo largo que había estado al servicio de la Cancillería de Alfonso el Magnánimo, en Barcelona o en Nápoles (1417-1444), había conducido y concluido con éxito intensas y complejas labores diplomáticas. En la península Itálica, por ejemplo, con el cardenal Scarampo, representante pontificio, en la negociación de la paz de Terracina (1443), para la aceptación de la soberanía catalanoaragonesa sobre Nápoles. O con las jerarquías eclesiásticas napolitanas y con el resto de estamentos del poder napolitano (1443), para el nombramiento de Ferran —hijo ilegítimo del Magnánimo— como heredero al trono del reino partenopeo.

¿Cuándo empieza la carrera de Alfonso de Borja al pontificado?

En 1444, Alfonso de Borja ya es un diplomático muy prestigioso, muy valorado por sus destacadas cualidades, especialmente en la península Itálica y, más concretamente, en los cenáculos de poder de la Iglesia; y, en aquel momento, el rey Alfonso ve la posibilidad de situar a su canciller al frente de la Iglesia. En aquel escenario político y militar, donde los catalanes tienen un papel político y militar protagonista, este proyecto no es ningún disparate, y el rey Alfonso fuerza el nombramiento del obispo Alfonso como cardenal pontificio. El papa Eugenio IV —el veneciano Gabriele Condulmer— lo nombra y le asigna, como sede, la basílica de los Cuatro Santos Coronados, en la colina del Capitolio. Borja accede al poderoso colegio cardenalicio, trampolín indispensable para alcanzar el sitial de San Pedro, y, además, con la capacidad de desplegar sus armas desde la misma Roma.

Retrato de los papas Eugenio IV y Nicolás V, antecesores de Alfons. Fuente Galería de los Oficios, Florència y Museo Plantin Moretus, Amberes
Retrato de los papas Eugenio IV y Nicolás V, antecesores de Alfonso / Fuente: Galleria degli Uffizi (Florencia) y Museo Plantin-Moretus (Amberes)

¿Qué y quién conduce a Alfons de Borja al pontificado?

Hay un dato muy relevante al inicio de la carrera de Borja al pontificado: el papa que lo nombraría cardenal era el veneciano Condulmer. Y, en este punto, es importante destacar que la república de Venecia había sido un tradicional aliado de la Corona catalanoaragonesa, en contraposición a la, también, tradicional alianza entre la república de Génova y la Corona castellanoleonesa; y, sobre todo, que esta tradicional alianza catalanoveneciana había sido promovida y sostenida por sus respectivas clases mercantiles, las mismas que..., oh ¡sorpresa!, habían conducido a los Trastámara al trono de Barcelona (1412). Por lo tanto, el inicio de la carrera de Borja al pontificado estaría impulsado por el rey Alfonso y por el papa Condulmer, pero este eje estaba engrasado por la tradicional alianza de las clases mercantiles de Barcelona, València y Venecia.

Representació de la clase mercantil catalana (siglo XV). Casa de la Lonja|Palco. Fuente British Museum
Representación de la clase mercantil catalana (siglo XV). Casa de la Llotja / Fuente: British Museum