Rashid Khalidi (Nueva York, 1948) es una de las voces que resuenan con más fuerza en la academia norteamericana cuando se habla del conflicto entre Israel y Palestina. Este autor e historiador es el titular de la Cátedra Edward Said de Estudios Árabes de la Universidad de Columbia, además de amigo personal de Barack Obama. Participó como asesor de la delegación palestina a la Conferencia de Paz de Madrid (1991), previa a los famosos 'Acuerdos de Oslo', un intento para encontrar una solución permanente al conflicto que ahora tilda de desastre para los intereses palestinos. Khalidi acaba de publicar Palestina (Capitán Swing), una panorámica desde el bando palestino de un siglo de enfrentamientos que resume con el concepto de "guerra colonial". El Instituto Europeo del Mediterráneo lo ha invitado a Barcelona coincidiendo con el 75.º aniversario de la Naqba, la expulsión de más de 700.000 palestinos de su lugar de origen a raíz de la creación del Estado de Israel en 1948.
Recientemente se conmemoró el 75.º aniversario de la Naqba. ¿Con qué sentimiento lo vivió?
Es interesante porque, después de 75 años, quizás por primera vez ha habido cierto reconocimiento por parte de las Naciones Unidas del daño que se hizo a los palestinos en 1948. Creo que hay una creciente comprensión que eso tiene que estar conectado de alguna manera a la creación del Estado de Israel. Porque en los Estados Unidos. y en muchos otros lugares, sobre todo en Europa, la creación de Israel siempre ha sido celebrada. Pero la Naqba nunca se ha conmemorado. En los medios americanos, y también en los españoles, ha habido ahora una cobertura generosa del tema. Y creo que representa el comienzo de un reconocimiento de una narrativa palestina.
¿Qué ha cambiado? ¿Por qué este reconocimiento empieza a existir?
Los palestinos no han sido muy buenos a la hora de explicar su historia. Quizás durante los años del PLO tuvieron cierto éxito, pero desde su desaparición, la narrativa palestina tenía muy poco impacto. Ahora han cambiado dos cosas: la gente joven está más informada y no depende de los medios de comunicación de masas. Hay nuevos medios y las redes sociales. Y hay imágenes accesibles en todas partes que no hubieran pasado nunca la censura de los medios de masas. Las procesiones de funerales atacadas por policías y pegando a la gente de duelo no las hubieras visto. O quizás muy pequeñas y al lado del sufrimiento de los israelíes. Siempre tenía que haber, "equilibrio", entre comillas, de manera que el ocupante y el ocupado estaban en el mismo lugar. La batalla narrativa siempre la ha ganado el sionismo, pero eso esta cambiante.
Israel ha trabajado sistemáticamente para dividir a los palestinos. Y los palestinos, desafortunadamente, están divididos
Defiende en el libro, sin embargo, que la guerra contra los palestinos empezó mucho antes de la Naqba y la fundación de Israel.
Intento combatir un error muy común, que es pensar que esta fue solo una guerra de Israel contra Palestina. Esta es una parte principal, pero no la única. Fue el ejército británico que en 1936 destruyó el movimiento nacional palestino: 100.000 soldados, la RAF, torturas, asesinato de prisioneros... En el libro argumento que decisiones internacionales como la declaración de Balfour y el apoyo a Israel, primero de Inglaterra y después los EE.UU., demuestran que eso es una guerra contra los palestinos no solo aplicada por los israelíes.
¿Sería posible que Israel llevara a cabo otra Naqba hoy?
Hay ministros en el gobierno de Israel que que dejan entrever que están contemplando otra. Si lo intentan y cómo responderán los palestinos, es imposible de decir. No creo que los palestinos se marchen, aunque se les intente forzar. Pero en Israel hay partidos 'eliminacionistas', el país se ha movido significativamente hacia la derecha. Y en cierto modo, otra gran expulsión es el desenlace lógico para ciertos sectores del pensamiento sionista.
En el libro recoges una cita de Edward Saïd que dice que para Israel "el mejor palestino es el que está muerto". ¿Todavía funciona esta lógica hoy?
Eso es un proyecto de colonización que tiene como objetivo sustituir una población por otra matando, subyugando, etc. En el caso del sionismo, no ha sido genocida o exterminador, aunque ha habido masacres, pero sí que siempre ha intentado crear una transformación demográfica y convertir a un país de mayoría árabe a uno de mayoría judía. Y eso solo lo puedes hacer de dos maneras: matándolos o echándolos. Pero creo que lo que realmente hay en la imaginación de los israelíes es que un día los palestinos desaparezcan, que se les pueda hacer desaparecer.
Israel se ha movido significativamente hacia la derecha
¿Es Israel un estado que puede actuar con impunidad?
Sí, actúa con prácticamente impunidad total. Cuando Rusia ocupa partes de Ucrania, las Naciones Unidas la sancionan. En cambio, cuando las Naciones Unidas aprueban resoluciones contra Israel los artículos citados no permiten ningún tipo de sanción. En un caso, la ocupación violenta provoca sanciones masivas y en el otro solo un pequeño tirón de orejas. Se ha pedido que los líderes rusos sean juzgados por crímenes de guerra. El ejército israelí mató más de mil personas en Palestina en el 2014, la mayoría de ellos civiles. Pero no veo al ministro de defensa israelí o el comandante de sus fuerzas aéreas ante un tribunal por los mismos cargos. ¡Eso es impunidad!
Escuchándolo, tengo la sensación que no cree que esta situación tenga que cambiar a corto plazo.
Sí que cambiará a corto plazo, pero me temo que hacia peor. ¿Puede mejorar? Sí, eventualmente. Leo a israelíes inteligentes en todos los medios. Y algunos de ellos dicen: "este es un camino estéril, no podemos continuar así", la estrategia de bombardeos o asesinatos dirigidos no lleva a ningún sitio. Israel va hacia un camino sin salida y tarde o temprano se darán cuenta de ello. Y los palestinos están en la misma situación. Y, sobre todo, empieza a haber cambios en los países que permiten la impunidad israelí, que lo arman, que rehúsan aplicar sanciones, incluso cuando destruyen instalaciones que vosotros los europeos habéis pagado con vuestros impuestos. Israel es un país rico y muy avanzado, pero es completamente dependiente de Occidente. Por lo tanto hay capacidad de influir en eso, de utilizarlo. Y este es un argumento para el optimismo.
En el libro, defiende que tanto la vía diplomática como la armada han fracasado como estrategias del bando palestino para conseguir mejoras. ¿Qué otra vía hay?
Déjame decir que siempre que haya un ocupación sistemáticamente violenta, habrá resistencia. No es concebible que haya un conflicto colonial en que la población autóctona no resista. El CNA sudafricano (el movimiento político liderado por Nelson Mandela contra el apartheid) utilizaba medios de lucha pacífica, pero también hacían saltar cosas por los aires. Es impensable que con el grado de violencia utilizado por cualquier régimen colonial – y este es uno – que no habrá respuesta. Pero como argumento en el libro, este no es el mejor camino.
Israel detesta una resistencia no violenta. Es muy fácil para ellos categorizar a todos los palestinos como "terroristas"
¿Cuál es, pues?
Israel detesta una resistencia no violenta. Es muy fácil para ellos categorizar a todos los palestinos como "terroristas". Los palestinos son terroristas y los pilotos, los generales o los políticos israelíes que matan veinte mujeres o niños en un ataque solo están actuando en defensa de la seguridad del Estado de Israel. Repito la novaparla del Departamento de Estado americano, claro está. Israel prefiere la violencia porque domina esta narrativa. Cuando los palestinos hacen marchas o boicots, los israelíes solo pueden hacer una cosa, usar la violencia. Era lo mismo que hacían los británicos con Ghandi. Los poderes coloniales están indefensos ante la noviolencia, porque es imposible de parar.
¿Ha funcionado esta vía para los palestinos?
Si vuelves a la segunda intifada, las primeras manifestaciones eran no violentas. El ejército israelí disparó miles de balas, hasta que los palestinos respondieron también disparando. Y eso dio la oportunidad a los israelíes para llevar los helicópteros y reocupar Cisjordania. Estudiar eso te hace ver cómo de difícil es actuar ante la resistencia pacífica. Simplemente quedarse en la tierra y rechazar marcharse es la razón principal por la cual la causa palestina está viva todavía hoy. El sionismo ha fracasado en este objetivo y no para que no fueran suficientemente déspotas o inteligentes. Pero la mayoría de la población es todavía hoy árabe. Y esta es una forma de resistencia.
Los palestinos no han sido muy buenos a la hora de explicar su historia
Usted otorga también mucha importancia al combate comunicativo y la opinión pública.
El sionismo es un movimiento fascinante. Es un proyecto nacional, colonial, económico, militar, cultural... Y también un proyecto de relaciones públicas. Ha triunfado brillantemente en todas estas esferas pero sobre todo en lo que yo denomino propaganda. "Una tierra sin un pueblo por un pueblo sin tierra", "hacer que el desierto florezca", "la única democracia en el Oriente medio". Estos son eslóganes completamente falsos y han sido defendidos por gran cantidad de gente en todas partes del mundo durante generaciones. "Hacer que el desierto florezca"; la presidenta de la comisión europea repitió, la semana pasada, esta mentira racista y orientalista, que es una de las piedras angulares del discurso sionista desde hace cinco generaciones. Tendría que ser forzada a retractarse en el Parlamento Europeo.
En el libro también considera clave la existencia de una unidad nacional palestina. ¿Qué haría falta para qué existiera?
Los dos principales obstáculos son Hamás y Fatah (los dos principales partidos políticos palestinos). Ellos no sobreviven recaudando impuestos sino que todo su apoyo económico es externo. Qatar, Turquía, Egipto... los países que los apoyan están interesados en mantener la división de los palestinos. También los EE.UU. Pero hay otros. La división física de los palestinos es otro obstáculo. Los que viven en el exilio, lo hacen en diferentes países árabes. Y los que viven en Palestina lo hacen bajo cuatro regímenes diferentes: algunos son ciudadanos israelíes discriminados, otros residentes de Jerusalén, algunos en Cisjordania y el resto en la franja de Gaza. Estas divisiones hacen que sea difícil la unidad. Pero no es imposible.