Barcelona es una ciudad de fiesta y en los últimos años ha caído rendida ante un festivalazo como es el Reggaeton Beach Festival, una cita muy esperada que reúne miles de jóvenes. Este evento ha logrado conquistar no solo la ciudad condal, sino también sus sedes en otras localidades, pero a veces el binomio entre la convivencia y la fiesta no es fácil. Por eso, el RBF es un festival que trabaja con un enfoque diurno, un espíritu abierto y con un gran por el respeto y la sostenibilidad de nuestra ciudad.
¿Cómo desearías que se celebrara un festival si fuese cerca de tu casa? Seguramente te gustaría que, si es al aire libre, se desarrollara con la responsabilidad de dialogar e integrarse con las ciudades que los acogen. En este sentido, sería fundamental para cualquier vecino que se respete su descanso, evitando horarios intempestivos y reduciendo al máximo la contaminación acústica. Asimismo, sería crucial tener en cuenta los espacios en los que se llevan a cabo estos eventos, implementando protocolos de reciclaje y mostrando respeto por el medio ambiente. Sin olvidar el fomento de empleos directos e indirectos que beneficien la zona y promover la participación activa de los comercios locales en actividades como stands, mercadillos y talleres. Pues eso es exactamente lo que está haciendo el Festival RBF, ha adoptado estas premisas como estandartes de su filosofía.
Seguridad, sostenibilidad y diversión
En momentos de conflictos entre vecinos y eventos musicales masificados y ruidosos, el Festival RBF se alza como una voz reivindicativa. Se presenta como un festival diurno perfectamente integrado en las dinámicas de las comunidades, iniciando y finalizando sus actividades de acuerdo con las costumbres locales, sin causar molestias nocturnas. Además, este evento se distingue por su atención meticulosa a todos los detalles, incluyendo la implementación de protocolos de seguridad. El RBF se esfuerza al máximo para reducir el impacto ambiental de sus conciertos a través del reciclaje, la sostenibilidad y el respeto por los entornos en los que se llevan a cabo.
El Festival RBF ha logrado conjugar música, diversión y responsabilidad en una combinación que cautiva; Barcelona y sus habitantes han acogido este evento con los brazos abiertos, reconociendo su compromiso con la comunidad y el medio ambiente
Así pues, el RBF se consolida como el festival del futuro, un modelo amigable, inclusivo y respetuoso que establece un diálogo constante con las ciudades y sus administraciones. Según los organizadores, este evento busca minimizar su impacto ambiental y transmitir valores importantes a los jóvenes, desde la inclusión y la igualdad hasta el respeto a las mujeres, el consumo responsable de alcohol, la concienciación sobre los juegos de azar y la aspiración de convertirse en un festival de alcance universal.
El RBF en cifras
El arraigo de RBF en Barcelona, donde comenzó su trayectoria en 2017, se ha traducido en un significativo retorno económico para la ciudad, además de un gran impulso al turismo de entretenimiento. Las cifras proporcionadas por la organización de RBF Barcelona 2023 hablan por sí solas: más de 2,6 millones de euros en impacto económico directo y más de 8 millones de euros en impacto indirecto.
No se puede pasar por alto el importante impacto cultural de RBF, con una inversión de más de 1 millón de euros en artistas nacionales e internacionales. Su cartel de artistas reúne a una audiencia de 150 millones de seguidores en redes sociales, y es destacable que más del 25% de los asistentes utilizaron su bono cultural para adquirir las entradas.
Todo listo para la edición de este 2023
RBF, que contará con 12 sedes este verano, regresa al Fórum de Barcelona los días 22 y 23 de julio. Durante ese fin de semana, se presentarán artistas de renombre como Anuel AA, Ozuna, Arcángel, Jhayco, Eladio Carrion, Bryant Myers, Sech, Lunay o Young Mirko, entre muchos otros.