El urbanismo va creando realidades nuevas y, por lo tanto, son necesarias palabras nuevas. En este contexto, existe un mecanismo propio del catalán de lo más lindo: reaprovechar una palabra que tiene un significado tradicional y darle un nuevo significado. Dos ejemplos del Alt Pirineu (Ribagorça, Pallars, Alt Urgell, Andorra y Cerdanya) son borda y pleta. Ambos designan, originariamente, espacios destinados a guardar ganado. Pero actualmente en esta región proliferan los restaurantes llamados borda; entonces significa que son restaurantes típicos. Esto ocurre porque muchas bordas se han reaprovechado como restaurantes. También en ocasiones la antigua borda es rehabilitada para hacer una estancia de tipo habitacional (un miniapartamento, una sala de estar, una sala de juegos...).

En la misma línea, en el Alt Pirineu proliferan las urbanizaciones aparentemente típicas llamadas pleta; véase la pleta de Saga (cerca de Puigcerdà, Cerdanya), la pleta de Soldeu (cerca de Soldeu, Andorra) i la pleta d'Aravell (cerca de La Seu d'Urgell, Alt Urgell). La razón es que, en muchas pletas de antes, se han acabado construyendo urbanizaciones. Actualmente una persona del Alt Pirineu puede llegar a decir Avui vaig a sopar a una borda o Aquí volen fer-hi una pleta (es decir, construir una urbanización, aunque no hubiera ninguna pleta en el significado tradicional). Estos dos significados no figuran en el diccionario del Institut d'Estudis Catalans, aunque son muy corrientes. Pero el Diccionari d'hoteleria i turisme (2001), publicado con el patrocinio de los gobiernos catalán, balear y andorrano, sí recoge borda como restaurante típico del Alt Pirineu.

La rambla: de barranco a paseo arbolado

Otro caso semejante es rambla. Seguro que muchos lectores, al ver esta palabra, piensan en un paseo urbano, generalmente arbolado. Pero en realidad es una palabra de origen árabe (ramla, que significa 'arenal'). En catalán antiguo, rambla designaba un barranco. De hecho, en el norte del País Valenciano se encuentran varios barrancos llamados así (la rambla de Seguet (Plana Alta), la rambla de la Viuda (Plana Baixa), la rambla d'Alcalà (Baix Maestrat), la rambla de Cervera (Baix Maestrat)). Con este significado se puede encontrar también en tierras castellanohablantes (por ejemplo, Murcia).

En Barcelona, la urbe original (lo que ahora se llama ciutat vella) estaba amurallada, y la muralla acababa justo en lo que ahora son las Rambles. Justo al otro lado de la muralla discurría un curso de agua intermitente; por tanto, a eso la gente lo llamaba rambla. Cuando Barcelona crece y traspasa dicho torrente, ese espacio acabó siendo una especie de paseo, pero los barceloneses siguieron llamándole rambla. El resultado es que el término rambla acabó reinterpretándose como 'paseo urbano'.

A partir de ahí, en otras muchas poblaciones han acabado usando el término rambla para designar paseos arbolados. Entre las más conocidas se encuentran la rambla Principal (Vilanova i la Geltrú), la rambla de la Llibertat (Girona), la rambla Sant Isidre (Igualada), la Rambla de Sabadell, o la Rambla Nova, la Rambla Vella y la reciente rambla de Ponent (Tarragona). Algunas ramblas se encuentran sobre antiguos torrentes, como la rambla del Celler (Sant Cugat del Vallès); pero otras se hallan donde no había torrente alguno, como la rambla de Catalunya (Vila-seca).