Curioso caso de la relación sexual entre un joven macaco y una cierva. Un fotógrafo de APF capturó ayer la imagen en la isla de Yakushima, en el sur de Japón, pero esta no es la primera vez que pasa, aunque no es un hecho frecuente.
Sin que haya penetración, el mono se pone a espaldas de la cierva -mucho mayor que él- y lleva a cabo todos los pasos a seguir para mantener una relación sexual con la hembra que, vale a decir, en ningún momento expresó ninguna muestra de rechazo.
Según ha explicado una investigadora al APF, "no hay ninguna ambigüedad posible, se trata de una conducta sexual" y añade que este comportamiento podría explicarse por la falta de parejas sexuales a su grupo.
"Este joven macaco no ha tenido acceso a hembras de su grupo, que están protegidas para|por los machos grandes," relata la investigadora, que también asegura que el mono "estaba mucho exictado y aprovechó la presencia de esta hembra ciervo".