Esta vez sí. Los accionistas rebeldes de Prisa han logrado apartar a Juan Luis Cebrián de la presidencia ejecutiva del grupo mediático, y relevarle por el actual vicepresidente, Manuel Polanco Moreno (foto), que tomará posesión del cargo en enero del 2018. Cebrián ha anunciado este miércoles en la junta general extraordinaria de accionistas que dejará ese cargo, al que llegó en 2012.
El cofundador de El País recibirá con un complemento de jubilación de seis millones de euros y un plan de incentivos que la empresa valora en 1,9 millones.
El relevo de Cebrián era la condición que el bloque de accionistas mayoritario y los acreedores de Prisa ponían para acudir a la ampliación de capital de 450 millones, que también se ha aprobado este miércoles. Los accionistas han aprobado otra ampliación de 100 millones, dirigida a los acreedores que quieran capitalizar su deuda de forma voluntaria. La deuda de la compañía asciende a más de 1.578 millones de euros.
Como gato panza arriba
Cebrián ha resistido su cese durante meses, negándose a nombrar su sucesor a dos candidatos: Javier Monzón y Jaime Carvajal.
El sector rebelde, encabezado por Telefónica, no ha logrado evitar que Cebrián mantenga su puesto de presidente del diario El País, la presidencia de una nueva fundación con el nombre del periódico y del comité editorial. La fundación tiene como objetivo "salvaguardar" la independencia y autonomía de los medios de Prisa, ha explicado el mismo Cebrián, para quien se ha hecho ese puesto a la medida.
Ha sido una junta general extraordinaria "calentita", como la ha definido uno de los accionistas participantes. El consejero Joseph Oughourlian, fundador del fondo de inversión Amber Capital, dueño del 19,2% de Prisa, ha sido muy crítico con la gestión de Cebrián, que considera "pésima".
"La ida de Juan Luis será algo más que natural, era algo indispensable para que se haga esta ampliación de capital. (...) El cáncer de esta compañía ha sido el exceso de personalismo. Juan Luis, no eres esta compañía, seguirá sin ti y lo hará mucho mejor", ha destacado.
Cebrián ha replicado que Amber es un "fondo buitre" de los que "se dedican por naturaleza a romper el valor de los activos y diluir los equipos".
El consejero mexicano Roberto Alcántara ha lamentado que Prisa haya estado muy cerca de vender su joya de la corona, la editorial Santillana, para hacer frente a su compromiso con los acreedores, y que se haya tenido que convertir deuda en capital.
"A mí, menos que a nadie, me gusta vender activos", ha retrucado Cebrián.
Pérdida de valor
Durante su desempeño como consejero delegado y presidente, Cebrián no ha logrado frenar el deterioro del precio de las acciones de Prisa, que han perdido el 99,6% de su valor desde que el grupo salió a bolsa, el año 2000. Es el peor desempeño entre los 53 grupos mediáticos europeos valorados en más de 100 millones de euros por la agencia de información y datos económicos Bloomberg.
"Manuel Polanco es garantía para el cumplimiento del compromiso que tiene la compañía", ha asegurado Cebrián. Polanco, de la familia de Jesús de Polanco, el empresario fundador de El País, ocupa actualmente la vicepresidencia de Prisa y la presidencia de Prisa Audiovisual. Lleva un cuarto de siglo asociado al grupo, del que es consejero desde 2001.
La junta ha nombrado también a cinco consejeros independientes: Javier Gómez Navarro (exministro de Turismo y Comercio con el PSOE), Javier Monzón (consejero de Santander España) y Javier de Jaime (socio del fondo de capital riesgo CVC), el mexicano Francisco Gil (expresidente de Telefónica México) y la brasileña Sonia Dulá (vicepresidenta de Bank of America Merrill Lynch para América Latina).