Se ha presentado oficialmente la restauración del atrio y del claustro de la abadía de Montserrat. Se trata de unas obras que han sido financiadas por la Diputació de Barcelona con 450.000 €. Al acto ha estado presente el presidente de la Diputació, Marc Castells, su predecesora, Mercè Conesa, y el padre abad de Montserrat, Josep Maria Soler.
Un lugar emblemático
Construido en 1925, el claustro neorrománico del monasterio de Montserrat es obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Lo forman dos pisos de arcos de ladrillo sostenidos por columnas de piedra, y comunica el refectorio, el edificio del noviciado y la escolanía. El piso inferior, con una fuente en la parte central, comunica con el jardín. También reúne, a lo largo de todas las paredes, un importante conjunto de piezas lapidarias y arqueológicas que van del siglo X al XVIII. Las obras de restauración han consistido en eliminar las humedades de filtración, en sustituir o restaurar las vigas de madera en mal estado o afectadas por termitas y en reparar los pavimentos. El atrio de la basílica de Santa Maria de Montserrat lo construyó el siglo XVIII un ingeniero militar. De forma rectangular, está constituido por tres alas que rodean la fachada de la basílica. Dispone de una planta porticada con el porche de acceso a la visita a la Virgen de Montserrat, de cuatro plantas, que acogen varias dependencias del monasterio, y de una planta bajo cubierta. Las obras se han centrado en la restauración del pavimento y han consistido en eliminar las barreras arquitectónicas de acceso al templo con la creación de una rampa y en la sustitución de las piezas de mármol en mal estado.
La restauración de un lugar clave
Durante la inauguración, el presidente de la Diputación, Marc Castells, ha destacado "la especial importancia de Montserrat, por su singularidad como santuario y como espacio natural de referencia". Castells también ha reivindicado "el compromiso de la Diputació con el patrimonio del país desde hace más de 100 años" a través del Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL), que también ha participado en la adquisición y restauración de Sant Miquel del Fai y del castillo de Talamanca. Por su parte, el padre abad de Montserrat, Josep Maria Soler, ha resaltado que se trata de "dos obras de gran importancia: por el atrio pasan los dos millones y medio visitantes que vienen cada año a Montserrat. También ha sido esencial la actuación en el caso del claustro: a pesar de ser de 1925, estaba muy deteriorado".