Restaurado un fragmento de pintura mural románica de Santa Maria de Taüll (Alta Ribagorça), según ha anunciado el Departament de Cultura este fin de semana. Se trata de la escena de El Baño de Jesús, que se ha fijado en el muro de la nave central con un sistema seguro y reversible. Fue localizado en la década de los 60, durante los trabajos de restauración arquitectónica de la iglesia, sobre una columna de las arcadas que separan la nave central de la lateral sur o de mediodía —próxima a la cabecera.
Cuando las obras acabaron en 1971, el fragmento se extrajo mediante la técnica strappo y se transfirió a tela, con la voluntad de preservar la escena que los estudiosos del arte han denominado el Baño del Niño. El plafón estuvo expuesto durante años en la iglesia de Sant Climent de Taüll, aislado del resto de pinturas, hasta que se trasladó al Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya (CRBMC) para llevar a cabo un estudio y una propuesta de conservación-restauración. A finales del 2023, en el marco de la conmemoración de los 900 años de la consagración de las iglesias de Taüll, se inició el proceso de conservación-restauración para devolverlo a su ubicación original.
Uno de los objetivos de la intervención del CRBMC ha sido devolver el carácter mural a la pintura, que había dejado de ser parte integrante de un ciclo narrativo de la infancia de Jesús para convertirse en un cuadro enmarcado y colgado en la pared. Así, se ha sustituido el conglomerado de formato regular sobre el cual estaba adherido por un apoyo inerte y aislante. Este sigue el contorno irregular del fragmento y lo rodea de un mortero, similar al del rebozado sobre el cual trabajaron los pintores de principios del siglo XII.
El CRBMC ha hecho un examen científico con varias radiaciones y análisis fisicoquímicos de la pintura que han permitido conocer tanto los materiales constitutivos originales como los añadidos en la restauración anterior. De acuerdo con los resultados obtenidos, se ha perfilado una propuesta de intervención adecuada y se podrán establecer comparaciones con el resto de pinturas de Santa Maria estudiadas por el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Entre los pigmentos identificados, carbonatados gracias a la cal, destacan el negro carbón, el blanco de cal, el rojo cinabrio, la tierra ocre y el azul aerinita, un pigmento mineral que se encuentra en muchas otras pinturas murales románicas de los Pirineos.
El estudio del fragmento de pintura mural con fluorescencia ultravioleta ha puesto en evidencia que la superficie de la pintura acumulaba suciedad adherida que lo oscurecía considerablemente, así como que se habían hecho numerosos retoques cromáticos sobre las pérdidas de pintura que se habían alterado con el tiempo y que, en algún caso, interpretaban erróneamente los restos originales. En las fotografías de archivo que muestran la pintura en la ubicación original, se aprecian unas pérdidas sistemáticas en toda la superficie. Se trata de una repicadura del momento de la reforma barroca para facilitar la aplicación de un nuevo rebozado. Las marcas de martilleado, bien visibles en las fotografías en blanco y negro, afectan puntos sensibles de la escena y se habían retocado cromáticamente —borrando a este testimonio del pasado.
La intervención de conservación-restauración se ha ejecutado siguiendo los criterios internacionales que promueve el CRBMC: teniendo en cuenta las medidas de conservación preventiva, respetando la integridad de la obra, garantizando la legibilidad y la reversibilidad de la intervención, utilizando materiales compatibles y estables y trabajando interdisciplinariamente con arquitectos y científicos del patrimonio. En la presentación han participado a la directora general de Patrimoni Cultural, Sònia Hernández; la alcaldesa de la Vall de Boí, Sònia Bruguera; la directora del CRBMC, Mireia Mestre; y el comisario del Any Taüll, Eduard Riu, en un acto abierto —coincidiendo con la fiesta mayor del pueblo de Taüll.