Nombre fundamental en el imaginario de la cultura popular del siglo XX, los suecos ABBA han anunciado su retorno 35 años después de su separación.
El mítico cuarteto reaparece más de tres décadas después de su adiós con cinco canciones inéditas y una gira mundial virtual protagonizada, eso sí, por los Abba-tars, dobles virtuales de Agnetha, Björn, Benny y Frida.
La batalla de Waterloo
Agnetha Fältskog, Björn Ulvaeus, Benny Andersson y Anni-Frid 'Frida' Lyngstad formaron ABBA en 1970. Ya entonces Björn Ulvaeus y Benny Andersson eran músicos, compositores y productores reconocidos de la escena musical pop sueca. En el pasado habían militado en bandas herederas del sonido de la british invasion como The Hep Stars y The Hotennany y a finales de la década de los sesenta se habían encontrado en el dúo Björn & Benny, con el que en septiembre de 1970 publicaron su primer disco, Lycka.
Para celebrar la aparición de su disco de debut, se marcharon de vacaciones a Chipre. Lo hicieron acompañados de sus mujeres: Agnetha Fältskog, pareja de Björn Ulvaeus, y Frida Lyngstad, mujer de Benny Andersson. Ellas, aunque más próximas a las sonoridades del folk, también eran cantantes con una trayectoria más que prometedora. Fue en aquellas vacaciones, en un concierto improvisado para las tropas de la ONU destinadas en la isla del Mediterráneo, cuando nació ABBA, nombre que responde al acrónimo formado por las iniciales de sus nombres.
El 6 de abril de 1974 la ciudad inglesa de Brighton acogió la XIX edición del festival de Eurovisión. Suecia participó representada por ABBA. El cuarteto interpretó su tema Waterloo. Tanto la canción, una composición plusquamperfecta, como la estética con la que aparecieron en pantalla Agneta, Björn, Benny y Frida, remitían al glam rock tan de moda en aquel momento tras la irrupción de figuras como David Bowie, Marc Bolan o Elton John. No ganaron, arrasaron, convirtiéndose instantáneamente en una de las formaciones más populares del planeta.
Un grupo de oro
Modelando una fórmula que combinaba el pop británico de los Beatles, el wall of sound de Phil Spector y el sonido más pop de la Motown, durante los siguientes años ABBA darían forma a uno de los repertorios más sublimes de todos los tiempos. Muestrario de melodías donde destacan títulos como Dancing Queen (tema que compusieron expresamente para la boda del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y Silvia Sommerlath), Mamma Mia (de la cual han surgido musicales y películas), Chiquitita, Fernando, Voulez-vous, Gimme! ¡Gimme! ¡Gimme! (En Man After Midnight), Thank You for the Music...
ABBA se separaron en 1982 habiendo vendido más de 500 millones de copias de sus discos —su disco de grandes éxitos ABBA Gold permaneció durante... mil semanas consecutivas (19 años y tres meses) en la lista de los más vendidos del Reino Unido—. Con el tiempo, el grupo se convertiría en toda una multinacional con un museo dedicado a su trayectoria, un restaurante, musicales, películas...
Divorcios y traumas
No todo, sin embargo, fue idílico en su carrera. La disolución de la formación vino precedida por el divorcio de los dos matrimonios. Dolor que plasmaron en su canción The Winner Takes it All. La separación de Benny y Frida fue relativamente amistosa. Ella se volvería a casar con Heinrich Ruzzo Reuss von Plauen, príncipe de la casa de Reuss, la actual región alemana de Turinga. Y Benny haría lo mismo con una presentadora de televisión.
Mucho más traumática fue la separación entre Agnetha Fältskog y Björn Ulvaeus. Sólo una semana después de su ruptura, Björn ya paseaba de la mano de su nueva pareja. Agnetha, que acabó casándose con un camionero que hacía años que la asediaba, cayó en el pozo de una depresión agravada por su cada vez más grave adicción al alcohol y varios tipos de drogas. Una salud mental altamente frágil que acabó derivando en varios tipos de fobias, como el miedo a volar o a las masificaciones en espacios cerrados.
El retorno
Recluida en su casa durante años, Agnetha ha sido el principal motivo (no el único) por el cual ABBA no han vuelto a reunirse nunca, rechazando ofertas desorbitadas para volver a tocar, como los 1.000 millones de dólares que les ofrecieron el año 2000 para protagonizar una gira mundial de 1.000 conciertos.
Dos décadas después, celebrando los 50 años de su formación, ABBA, ahora sí, vuelven, aunque virtualmente. Signos de los tiempos.