L'Avenç llega a sus 40 años. Y lo hace con un número dedicado especialmente al aniversario, que pretende ser "un homenaje a la revista, a una trayectoria y a unos nombres de una gente que ya ha desaparecido". Con esta publicación se quiere destacar a "algunos maestros" que han colaborado con la publicación a lo largo de su historia, como Josep M. Castellet, Pierre Vilar, Eva Serra, Borja de Riquer, Joan B. Culla... El director de la revista, Josep M. Muñoz, asegura que aunque la revista ha cambiado mucho, tiene una gran admiración por la tarea hecha por sus predecesores.
Reivindicación
El primer número de L'Avenç tenía una firme voluntad militante: de hecho, incluía una entrevista con el presidente Tarradellas, todavía en el exilio. A lo largo de su historia, la revista a menudo se ha tenido que preocupar por las relaciones entre Catalunya y España. Ahora, esta revista llega a su 40 cumpleaños en unos momentos muy convulsos. Sus promotores, Josep M. Muñoz y Núria Iceta, apuntan que el aniversario se ha visto obligado a ser al mismo tiempo festivo y reivindicativo. La portada del número especial es emblemática y representa el café para todos roto en Catalunya. Ahora más que nunca, L'Avenç reclama la mirada crítica sobre el pasado del país, porque sólo con el conocimiento del pasado se podrán superar los retos del futuro. Josep Maria Muñoz ha afirmado que lo más importante es que es una revista que ayuda a pensar más allá de las necesidades de la inmediatez: "Hay una continuidad con los problemas; si no entendemos el pasado difícilmente podremos entender la situación actual. Los problemas que tenemos no vienen de la última legislatura ni de los últimos 10 años, sino que se remontan a como mínimo 100 años". Y por eso afirma que algunos de los artículos de tiempos pasados, publicados en la revista, están de plena actualidad.
Tiempos difíciles para las revistas
Josep M. Muñoz ha explicado que la publicación disfruta, históricamente, de una "mala salud de hierro". L'Avenç no ha querido renunciar a su presencia en los quioscos, aunque su mayor fuerza, según sus editores, radica en el número "importante" de suscriptores. Ahora la idea es ampliar la presencia en las redes con el fin de ofrecer ciertos contenidos con más inmediatez. Muñoz, pese a todo, se ha mostrado preocupado por la "pérdida de peso real de los historiadores". Considera que en la actualidad no hay historiadores que sean referencia del pensamiento como lo habían sido en su tiempo profesionales como Pierre Vilar.
Más allá de la historia
La revista nació de la mano de unos estudiantes muy politizados que hacían una revista ciclostilada llamada Història i societat. Pero fue cambiando a medida que el mundo histórico se va consolidando y el modelo se va agotando. sólo como una herramienta de discusión histórica. Desde 1999 apuesta también por una reflexión al servicio de la actualidad. Dejó de estar centrada en un dossier de estudios históricos, y adoptó una estructura más clásica de revista, con una entrevista, reportajes, crónicas culturales, reseñas en profundidad... Sus editores no descartan cambios, pero tienen la firme voluntad de hacer una reflexión más de fondo que la que ofrecen las redes y los medios de comunicación... "No hace falta correr tanto", afirma Muñoz, que defiende unos tempos más moderados: "se tienen que suministrar elementos de reflexión y eso lleva tiempo".
Nuevos públicos
L'Avenç fue una revista que nació destinada a un público de historiadores, que ahora se ha renovado con jóvenes profesionales que quieren profundizar más en el mundo cultural. El gran reto de la publicación, pues, sería que "el público al que no hemos llegado es más grande que al que" hemos "llegado". A pesar de todo, Muñoz ha criticado que la universidad se haya alejado de las necesidades de la sociedad y que las publicaciones de los profesores se orienten hacia revistas especializadas en inglés y excluyan la alta divulgación en catalán: los especialistas cada vez están menos interesados en llegar a la calle.
Un número especial
Para celebrar los 40 años, L'Avenç ha sacado un número especial donde recupera textos emblemáticos publicados en sus 40 años de historia: de Pierre Vilar, Eva Serra, Núria Sales, Miquel Barceló... También recupera una entrevista a Josep Fontana ("el maestro Fontana" para tantos y tantos historiadores). Y en su editorial, el equipo directivo celebra la continuidad de una revista que no ha tenido ningún gran grupo editorial detrás (sólo establecieron un vínculo de 2006 a 2012 con RBA) y que se ha basado en "la fuerza que le dan sus lectores", cosa que le ha garantizado su independencia. Pero también apunta en qué es una revista que ha sido capaz de adaptarse a los cambios.
40+10
La celebración del 40 aniversario de la revista coincide con el 10º aniversario de la editorial de L'Avenç, dedicada a publicar libros de todos los géneros que convergen con la ideología de la revista y que tienen como hilo conductor la memoria. Según Núria Iceta, esta edición quiere ser una "plataforma de encuentro" de algunos pensadores que colaboran en la revista, y al mismo tiempo una "plataforma de irradiación" de su pensamiento. Llevan publicados, ya, 80 títulos y para el año próximo ya tienen cuatro a punto: Els barcelonins, de Adrià Pujol (un libro surgido de las colaboraciones de Pujol con la revista), El barri de la Plata, de Julià Guillamón (sobre el Poblenou), los diarios de Katherine Mansfield y Les closes, de Maria Àngels Anglada. Para celebrarlo todo, L'Avenç ha convocado una fiesta este jueves. Aseguran que ya tocaba. En la Biblioteca Jaume Fuster de Lesseps se ha inaugurado una pequeña exposición como homenaje al recorrido de la histórica revista.