Recuerdo que Marta, mi compañera en la redacción de Revers, después de ir a ver La illa deserta, la obra de Marc Artigau que esta semana, y hasta el 7 de julio, ha vuelto a la programación de La Villarroel (maravillosa, por cierto, si podéis id a verla), me comentó a modo de reflexión, que no existe el amor romántico, solo personas disponibles. Una teoría que explicó magníficamente en su reseña del espectáculo. El cine de Richard Linklater ya tiene mucho de eso, muy especialmente su trilogía Antes de..., y más concretamente su primera entrega Antes del amanecer. Una historia, por cierto, la de Linklater, con más de una conexión con la historia de Artigau. O, para ser más justos con la cronología y el cineasta tejano, al revés. De hecho, encontraba que las coincidencias en la manera de narrar aquellas pequeñas grandes casualidades que acaban marcando nuestro devenir, que al empezar a escribir este artículo no lo pude evitar y envié un whats al dramaturgo barcelonés preguntándole si la película de Linklater había sido una influencia a la hora de escribir su Illa.

-Oriol Rodríguez: Marc, una pregunta... Estoy haciendo un artículo sobre Richard Linklater, que estrena peli..., sobre su trilogía Antes de..., y como vuelves a estrenar... Me ha parecido encontrar paralelismos con la Illa... ¿Fue, consciente o inconscientemente, un referente? ✔️✔️
-Marco Artigau: ¡Es inconsciente, pero las 2 primeras pelis para mí son referentes total! ✔️✔️

Cuando Richard y Amy se conocieron

En L'Illa deserta Marc Artigau nos explica la vida de Ella (Maria Rodríguez), que trabaja en un banco, y de Ell (en la primera etapa en La Villarroel, Miki Esparbé, ahora interpretado por Isak Férriz), un aspirante a actor que trabaja como repartidor de comida a domicilio, a partir de la noche que los dos quedan atrapados en un ascensor. En Antes del amanecer Richard Linklater nos explica la vida de Céline (Julie Delpy), una estudiante francesa, y Jesse (Ethan Hawke), un joven norteamericano que viaja por Europa después de que lo haya dejado su pareja, a partir de coincidir en un tren con destino a París. Cuando llegan a Viena, Jesse tiene que bajar porque al día siguiente vuelve a su país, pero consigue convencer a Céline para que pase la noche con él en la ciudad. Ignoro, y no le enviaré ningún whats para preguntarle, si Marc Artigau se basó en algún hecho real para escribir La illa deserta. Sí que sé que Linklater se inspiró en una vivencia propia para crear una de sus películas más aclamadas.

"Un día haré una película sobre esta noche", prometió Linklater antes de dar un beso a Amy y pedirle su número de teléfono

Aquella tarde de otoño de 1988, Richard Linklater no era más que un joven de Texas que aspiraba a ser director de cine que había viajado a Filadelfia a pasar unos días con su hermana. Con poca cosa a hacer, decidió salir a descubrir la ciudad. Sin saber muy bien por qué, entró en una juguetería. Fue allí donde vio a Amy Lehrhaupt. Primero, miradas. Después, sonrisas. Finalmente, Lehrhaupt se atrevió a romper el hielo. Estuvieron un buen rato charlando entre cajas del Monopoly y muñecos de Action Man. Ahora fue él quien se animó a proponerle ir a tomar un café en el primer lugar que encontraran abierto cerca de allí. Y cuando el local cerró decidieron seguir hablando de todo y de nada dando vueltas en espiral por la ciudad. Habrían deseado alargar el encuentro, pero a las seis de la mañana Linklater tenía que estar en el aeropuerto para coger un vuelo de vuelta a Austin. "Un día haré una película sobre esta noche", prometió Linklater antes de dar un beso a Amy y pedirle su número de teléfono.

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Celine y Jesse antes del amanecer

Somos una isla desierta

Richard y Amy se iban llamando, primero casi cada día, después el teléfono dejó de sonar. La distancia. Pero Linklater no olvidó aquella noche en Filadelfia ni la promesa que había hecho a Amy. Convertido ya en uno de los cineastas más prometedores de su generación, el año 1995 estrenó Antes del amanecer, la película en que Delpy y Hawke pasan toda una noche recorriendo  las calles de Viena, film con que ganaría el Oso de Plata al Mejor director en el Festival de Cine de Berlín. Nueve años más tarde, llegó su continuación, Antes del atardecer, esta vez con Hawke y Delpy encontrándose casualmente a París. Ahora solo tienen 90 minutos, antes de que el avión de Jesse se eleve dirección a los Estados Unidos, para hablar de "todo lo que habría podido ser" si los dos hubieran cumplido su promesa, aquel verano de 1995.

Richard y Amy se iban llamando, primero casi cada día, después el teléfono dejó de sonar. La distancia. Pero Linklater no olvidó aquella noche en Filadelfia ni la promesa que había hecho a Amy

Richard Linklater ha confesado en más de una ocasión que durante el estreno de esta segunda parte, más de una noche fantaseó con la idea de que Amy apareciera en alguna de las proyecciones. No pasó nunca. El año 2010, sin embargo, el director recibió una carta de un amigo de Lehrhaupt en la que le explicaba que muchos años atrás, Amy le había hablado de la noche que los dos habían pasado andando por las calles de Filadelfia, siendo más que evidentes las coincidencias con la historia que Linklater narraba en sus películas. También le explicaba que ella había muerto en un accidente de moto en 1994 y que no pudo llegar a ver su historia llevada al cine. El año 2012, Richard Liklater estrenó Antes del anochecer, tercera y última entrega de la trilogía. En los títulos de crédito se puede leer: "En memoria de Amy Lehrhaupt". Somos una isla desierta.

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En memoria de Amy Lehrhaupt