En estos momentos, encontramos a dos grandes divas de la música en Catalunya que allí donde van, triunfan. Son como la Coca-Cola. Una es la Rosalía, la artista de Sant Esteve Sesrovires que ahora se encuentra lejos de casa, en México, donde presenta su último álbum Motomami, y la otra, en cambio, la tenemos aquí más cerca; Rigoberta Bandini, que se hizo ver anoche en uno de los festivales más relevantes del país que tiene lugar cada verano en la Costa Brava; el Cap Roig Festival. La mezcla del lugar con la voz de una de las grandes del panorama musical del momento, creó un cóctel perfecto donde nada podía fallar. Y así fue.
Pasaban pocos minutos de las 22 h de la noche, cuando Bandini acompañada de su ejército habitual, la pareja (Esteban) y los primos (Juan y Belén), salían encima del escenario montado en los jardines botánicos de Cap Roig. "Muy buenas noches Cap Roig", exclamaba la artista, solo de aparecer vestida con el uniforme que la caracteriza y unas botas de color lila monísimas. Enseguida sonó la música y empezaba el concierto con In Spain We Called Soledad, donde algunos no pudieron evitar levantar los culos de las sillas y empezar a mover las caderas al ritmo de la música, servidor incluido.
El recital continuaba y sonaba Ay Mamá Génesis, la canción que publicó hace relativamente poco donde mostraba a sus seguidores cómo era la primera versión del Ay mamá que todos conocemos. Gustó y la gente se la sabía, aunque algunas caras se mostraban un poco desencajadas sabiendo que alguna cosa de aquella canción no los acababa de cuadrar. Claro está, todavía no había llegado el gran momento... Antes, sin embargo, se dio otro de mágico. La letra de Jaume Sisa de Qualsevol nit pot sortir el sol, sonaba versionada por la cantante barcelonesa. Con esta canción, la artista se supo ganar a todo un público que la acompañaba con la letra y que acabó con un tono agudo que nos puso, a más de uno, los pelos de punta. ¡Chapó!
Una retirada inminente
La ilusión del público se multiplicaba a medida que avanzaba el espectáculo. Sus seguidores saben que la cantante se retirará de los escenarios durante una temporada larga después de la gira que finalizará en otoño -a pesar de no hacer referencia en ningún momento del concierto- y, por lo tanto, para muchos este era el último instante donde disfrutarían de la artista en directo. Un hecho que se notó en cada tema de Bandini, donde el público prácticamente no tocó el asiento en todo el rato, mientras bailaba y cantaba acompañando el grupo que se supo poner de sobra -muuucho de sobra-, a todo el público en el bolsillo.
Y de golpe, después de escuchar otros temas, perdón, temazos de la artista como A ver qué pasa, Julio Iglesias, Perra o una versión en piano cantada por el público del Too many drugs, llegó el gran momento: ¡Ay mamá! El popular tema que casi lleva a la artista a Eurovisión, hizo saltar a todo el mundo de golpe, cantando y bailando al ritmo de la música. Para un rato, confieso que sufrí pensando que el escenario montado sobre la Cala del Golfet pudiera acabar cediendo y que acabaríamos todos en remojo dentro del mar. Por suerte, este resistió a los saltos y a los bailes del público que llenaban los asientos sin dejar ningún hueco vacío, con unas entradas que habían colgado el sold out meses atrás.
"Uaaau"; "Aaaah"; "Me encanta", se escuchaba entre los asistentes de edades mucho diversas. Siguieron sonando el resto de temas del artista, como la última versión compartida con Amaia, Así bailava, donde, una vez más, el público estuvo a la altura cantando y siguiendo a Bandini que, en algunos momentos, compartía el micro con sus seguidores. Tampoco faltaron A todos mis amantes, Que Cristo Baje o The fuck fuck fuck poem.
¡Pocas canciones, pero todas temazos!
Rigoberta lo ha sabido hacer muy bien y eso que ha hecho tiene mucho mérito. No tiene una lista infinita de canciones, pero las pocas que tiene las ha convertido o, mejor todavía, se han convertido, con éxitos abrumadores. La Bandini y toda la troupe familiar han sabido conquistar los escenarios desde su saber hacer reivindicativo y feminista. Así se ha ganado la estima y la admiración del público, que ha cantado y compartido sus letras desde la ducha a primera hora de la mañana a la story de Instagram antes de ir a dormir. Por todas partes se escucha la Bandini y allí donde va, triunfa. Como se decía al principio del artículo, es como la Coca-Cola.
Solo tengo un pero, y es un poco relevante. Y es que si una cosa me sorprendió de nuevo, es que la Bandini alías Paula Ribó, solo se expresó en catalán la primera mitad del concierto. Las pocas interacciones que hubo con el público, la mitad fueron con castellano. Y alerta, que me parece perfectísimo, pero no me deja de sorprender que a lo largo de la hora y poco que estuvo sobre el escenario, no hiciera un uso más continuado de una de sus lenguas natales que el público de la zona conoce y entiende a la perfección. Y digo al principio del párrafo "de nuevo", porque hace unos meses, cuando la fui a ver en el Palau de la Música Catalana, no se expresó en ningún momento en catalán, solo el "bona nit" inicial. Si Rosalia lo hace, tú también puedes, Rigo. A pesar de todo, ¡te aplaudo, Bandini, lo pasamos muy bien!
11 sold outs y más de 43.000 espectadores
Rigoberta Bandini ponía anoche el punto final en la 22.ª edición del Cap Roig Festival, que ha reunido a más de 43.000 espectadores que se han dejado caer por el escenario de los jardines botánico organizado por Clipper's Live con el impulso de CaixaBank. En total, 19 actuaciones de grandes estrellas internacionales y nacionales han conformado un cartel ecléctico de primer nivel, con artistas como Sebastián Yatra, Christina Aguilera, Stay Homas, Pablo Alborán, Miki Núñez, Els Pets, Taburete, Raphael, Rosario, Sergio Dalma, Camilo, Mika, Sting, Dani Martín, Joan Dausà y Morat.