La discografía de Rojuu es como pasear por un feed de Instagram: todo lo que sale es entretenido. No todo aporta, pero es entretenido. Tips de maquillaje, recetas de cocina, granos petados. Con apenas veinte años, el catalán se ha probado ya en el hyperpop, el emo y, ahora, el shoegaze. Con distintas suertes. Pero siempre con el mismo espíritu libre, abierto al collage sonoro y de facilidad manifiesta para swipear de una cosa a otra.  Lo reconocía recientemente en La Resistencia: le gusta coger prestado de YouTube y así vestir los temas. ¿Para qué crear más bases, si ya hay muchas allí? 

La discografía de Rojuu es como pasear por un feed de Instagram: todo lo que sale es entretenido. No todo aporta, pero es entretenido

En el programa de Movistar + se ha quedado, por cierto, como colaborador. Por una extraña discriminación positiva por la edad. A David Broncano le parece de otro planeta; lo es. Tiene un gracejo brutal. Y mezcla, sin remilgos, cultura Internet, slang y movidas tradicionales –se considera cercano en todo a la idea de ser una abuela– que hacen que al presentador le vuele la cabeza. Rojuu es Internet en una sola persona. Es un algoritmo. Por ello su carrera va dando bandazos sin aparente sentido… pero al final todo liga en algún tag.

Rojuu es Internet en una sola persona. Es un algoritmo. Por ello su carrera va dando bandazos sin aparente sentido… pero al final todo liga en algún tag

Rojuu, el pequeño genio que coge prestado de Youtube

Todo vale

En unos pocos años, y sin prácticamente edad legal para beber alcohol en sus propios caterings pre-show, ha pasado por el trap: Intoxicado, 2017, la majadería de Bad trip camp (2019), Triángulo amoroso es una infección de guitarras maravillosa, las baladas dignas de Frank Ocean (No voy a llorar, 2020) hasta llegar al pop más petón, Quiero pero no junto a Amaia en 2021. El pasado año publicó Kor kor lake, una mezcla de todos los mundos citados anteriormente. Abre con una frase en japonés, pero el disco en seguida deriva hacia derroteros pop (Nezuko es un abrazo de masas). Después se tira al glitch, a la aceleración de voces, a lo espacial. A lo raruno. Es un terreno que también explora en Starina. Ambos retoños no se llevan ni unos meses. Rojuu tiene veinte, pero la bufeta –la creativa– le funciona como a un octogenario: se le caen los álbumes y los Eps. 

Rojuu tiene veinte, pero la bufeta –la creativa– le funciona como a un octogenario: se le caen los álbumes y los Eps

Este 2023 ha sacado otros tantos sencillos. Y por si la cosa se estaba poniendo demasiado reconocible, ahora su YouTube particular ha decidido explorar hacia el shoegaze y el trash: Salsa Valentina (2023) es una coctelera donde caben Deftones, emocore, una mancillada de Soldadito marinero (se está gastando últimamente eso de traer al presente temas que parecían apolillados) y –sí, en la marea nunca te la va a devolver– las voces de Bella Swan y Edward Cullen (Crepúsculo). Rojuu dijo en La Resistencia estar “casado”, siguiendo con la idea que lo suyo son las tradiciones. Será en privado. Porque musicalmente no puede estar menos atado: after hour, indie-rock gótico, sería del agrado de Marilyn Manson, de The Libertines y, además, tiene una bocina de sesión cutre de Dj de fiesta mayor. Ale.