El 13 de abril de 1971, es decir, hoy hace exactamente 50 años, Sus Majestades Satánicas, los Rolling Stones, publicaron "Brown Sugar". Alegoría en la heroína con la entonces flirteaban peligrosamente, se trata de uno de los temas más representativos de su disco Sticky Fingers y, a la larga, uno de sus singles más populares.
La pura esencia Rolling Stones
Sticky Fingers salió a luz el 23 de abril, el día de Sant Jordi, de 1971. Fue el primer disco que los Rolling Stones publicaron en su propia discográfica; el primero en qué utilizaron su icónico logo de los labios carnosos y la sensual lengua. Obra referencial de Jagger, Richards y compañía, es uno de sus álbumes culminantes, segunda entrega en una trilogía plusquamperfecta iniciada dos años antes, en 1969, con el álbum Let It Bleed y culminada un año después, en 1972, con Exile on Main St.
Escondite de temas singles totales como "Wild Horses", "Sister Morphine", "Dead Flowers" o la misma "Brown Sugar", Sticky Fingers, un disco que los Stones grabaron entre diciembre de 1969 en los Muscle Shoals de Alabama, uno de los estudios más emblemáticos y esenciales en la historia del rock, y el invierno de 1970 en Stragroves, la casa de campo que Mick Jagger tenía cerca de Newbury, representa la más pura esencia de su sonido. O como lo va describió dos décadas más tarde la revista musical británica Q Magazine: "Els Stones en su cima... una fórmula mágica de soul pesado, blues drogadicto y rock machista".
Sticky Fingers, el primer álbum en que participó Mick Taylor en sustitución del guitarra original Brian Jones, fue un éxito absoluto tanto de público como de crítica. En Inglaterra se encaramó en el número 1 de las listas a mediados del mes de mayo. Permaneció durante cuatro semanas seguidas. En los Estados Unidos fue el disco más vendido desde el momento en que vio la luz. Lo siguió siendo durante todo un mes.
La portada prohibida
Más allá de la música, uno de los elementos más icónicos de Sticky Fingers es su portada. Diseñada por Andy Warhol, la carátula representaba unos pantalones tejanos con una cremallera de verdad que se abría dejando intuir unos slips blancos que acaban descubriéndose completamente al abrirse la carpeta. La foto de la entrepierna, partes que pertenecían al modelo Joe Dallesandro, una de aquellas criaturas fascinantes que formaban parte de la comitiva de la Factoría de Warhol, daban a entender que el modelo era un hombre ciertamente bien dotado.
El año 1971 la dictadura franquista ya empezaba a florecerse. Con todo, seguía siendo una dictadura que censuraba todo aquello que encontraba obsceno, depravado o contrario al régimen, entre muchas otras cosas la portada de disco de Sticky Fingers y el paquete de Dallesandro. Fue así como en España el álbum tuvo una carátula diferente de la del resto del mundo. La versión franquista de la portada del noveno trabajo de estudio de los Stones, reproduce la obra Can of Fingers de los diseñadores John Pasche y Phil Jude: una lata de conservas recubierta de sangre de la cual sobresalen tres dedos de mujer. Una imagen mucho más desagradable que la portada original.
No fue lo único que los funcionarios franquistas prohibieron de aquel disco. También censuraron "Sister Morphine", un tema con música de los Rolling Stones y letra de su musa Marianne Faithfull, versos en los que narra la agonía de un hombre ingresado en un hospital a causa de una sobredosis y su deseo obsesivo por conseguir morfina con la que paliar el mono. En la versión española del disco, "Sister Morphine", una de las canciones angulares del álbum, fue sustituida por una recreación en directo del "Let It Rock" de Chuck Berry.