El Palau de la Música Catalana y L'Auditori han unido esfuerzos por traer a Barcelona Dream Requiem, la última obra del compositor y cantautor norteamericano Rufus Wainwright. La pieza es un réquiem sobre la humanidad y el planeta que invita a reflexionar sobre los valores, el futuro y el medio ambiente. La producción – encargo de ocho instituciones musicales internacionales- se podrá ver este sábado 25 de enero y cuenta con la participación del OBC, el Orfeó Català, el Cor Infantil de l'Orfeó Català y Anna Prohaska, bajo la dirección de Ludovic Morlot. Wainwright, El autor, que también participará en el espectáculo como narrador, ha estado esta semana en Barcelona acompañadora y guiando los ensayos y ha asegurado que se trata de una pieza muy especial. "Como compositor clásico siento que he encontrado mi lugar".

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Amor a primera lectura

Rufus Wainwright (Rhinebeck, 1973), a pesar de haber iniciado su trayectoria como cantautor vinculado al pop y el folk de resonancia indie, actualmente está considerado un erudito musical con un lenguaje único y una proximidad a géneros clásicos, como la ópera, que lo han convertido en uno de los músicos más cotizados en las salas de conciertos por todo el mundo. Dream Requiem, su último trabajo, es una obra épica para orquesta, coro, soprano y narrador, escrita durante la pandemia. En palabras del mismo Wainwright, es un réquiem que habla del contacto humano, la solidaridad y el futuro. La obra también se convierte en una reflexión sobre el colapso medioambiental, ya que su texto combina palabras de la misa de difuntos en latín, utilizada por Verdi, Britten, Mozart y muchos otros, con el poema apocalíptico Darkness de Lord Byron, escrito a raíz de la erupción del volcán Tambora en 1815, que oscureció el cielo de todo el mundo y dio lugar al conocido como el año sin verano en 1816.

Como compositor clásico siento que he encontrado mi lugar

De esta forma, los dos textos se entrelazan, pero son tratados musicalmente de forma muy diferente. El texto de Byron está mayoritariamente narrado y subrayado por oscuros arreglos orquestales que demuestran la brutalidad y la fuerza de las imágenes apocalípticas que evoca el poema. El texto de la misa de réquiem en latín, en cambio, es cantado por un gran coro mixto, un coro de niños y una soprano. Concretamente, los momentos corales masivos se ven interrumpidos por pasajes de esta, más tranquilos, para subrayar la fragilidad de la vida y la naturaleza. De hecho, si bien en un primer momento Wainwright quería hacer una cosa más "contemporánea" para huir un poco del romanticismo que lo había acompañado durante los últimos años, ha reconocido que no se pudo resistir a volver cuando quedó "impactado" al leer el poema de Byron. Todo sumado a su pasión por los réquiems, la cual ha recordado que le viene desde bien pequeño. "Iniciaron mi trayectoria musical y me convirtieron en un fanático de la ópera", ha concluido.

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Rufus Wainwright durante los ensayos de su Dream Requiem esta semana en Barcelona / Foto: Gerard Escaich Folch

La narración de Dream Requiem en Barcelona la tenía que hacer la actriz norteamericana Sharon Stone, que hace solo unos días tuvo que abandonar el proyecto por los fuegos en su ciudad natal, Los Angeles. Esta coyuntura ha llevado que el narrador sea finalmente el mismo Wainwright, que ha lamentado la situación. "Habría sido fantástico", ha lamentado. En su caso, ha apuntado que lo está enfocando de forma muy emotiva, ya que lo han "conmovido" muchos de los pasajes que incorpora el texto, que le recuerdan, de hecho, a los incendios. Quien también ha sufrido los efectos en primera persona es Morlot que ha perdido también su casa en la ciudad californiana a causa de los fuegos. "La música es lo único que me trae consuelo", ha admitido, "todo el mundo lo gestiona de forma diferente y en mi caso creo que tengo que afrontar la tragedia cara a cara, porque me hace más fuerte". De hecho, el cantautor ha añadido que el réquiem es también una pieza por el "sueño americano", que está pasando por "momentos oscuros".