Es mediodía y hace calor. Mucho calor. Estamos en plenas Ramblas, que ya hierven de turistas y paseantes empeñados a aprovechar el verano incipiente de Barcelona. Las tiendas de grandes marcas de ropa se alternan con los restaurantes, el gris de las palomas y algunas estatuas humanas. Nada lo hace pensar – ni siquiera a la veintena de habitantes de la ciudad que nos hemos reunido – pero ahora hace más de 80 años, George Orwell andaba exactamente por la misma avenida, empuñando un fusil.

Orwell llegó a Barcelona con la intención de escribir artículos periodísticos pero el clima revolucionario de la ciudad lo empujó a combatir

Desde el día de Sant Esteve de 1936 hasta Sant Joan de 1937, el escritor y periodista inglés estuvo en España. Y de estos seis meses, unas cuantas semanas las pasó en Barcelona, ciudad central de su peripecia en Catalunya durante la Guerra Civil. Orwell llegó con la intención de escribir artículos periodísticos de la mano del POUM, pero el clima revolucionario de la ciudad, entonces bajo control de las milicias de la CNT, lo empujó a combatir.

El CCCB ha recuperado su rastro por las calles de la ciudad condal, en una ruta que quiere recordar la huella

En pleno centro de Barcelona, donde ahora se suben franquicias de estética impecable y bares de paellas cuestionables, el escritor recibió instrucción militar, se parapetó en el tejado del teatro Poliorama y y se convirtió en parte de la historia colectiva de la ciudad, como testimonio privilegiado de los célebres Hechos de mayo. El CCCB ha recuperado su rastro por las calles de la ciudad condal, en una ruta que quiere recordar la huella del autor de Homenaje a Catalunya.

Orwell, Rambla arriba

Para trazar los movimientos del escritor, tenemos que dejar, sin embargo, la Rambla y bajar hasta el Parque de la Ciutadella. Proveniente de París, Orwell desembarcó en Barcelona a la estación de Francia, en un convoy que llevaba brigadistas europeos a combatir el alzamiento franquista. Fue la puerta de entrada a una experiencia que marcaría su trayectoria y que se convertiría en una de las grande impulsoras de su anti-autoritarismo. A Barcelona, llegó un Orwell ingenuo y salió uno crítico y quizás menos esperanzado.

A Barcelona, llegó un Orwell ingenuo y salió uno crítico y quizás menos esperanzado

Desde la estación, los pasos del escritor nos conducen, Rambla arriba, hasta el Teatro Principal, el teatro más antiguo de la ciudad, que hoy está abandonado y sirve de almacén de chatarra a algunos migrantes. A finales del 36, sin embargo, era el cuartel general del POUM, el partido trotskista bajo las órdenes del cual Orwell sirvió militarmente. El edificio acogía la oficina de alistamiento, donde el escritor recibió material militar y a su espalda, el frontón Jai Alai, donde se entrenaban las milicias. Combatiría.

La ciudad que se encontró Orwell a finales del 36 tiene poco que ver con el actual

La ciudad que se encontró Orwell a finales del 36, sin embargo, tiene poco que ver con el actual. Las fuerzas de la CNT y el POUM, habían tomado gran parte del control de la ciudad, desplazando el Govern de la Generalitat y la revolución estaba en marcha. Fábricas y negocios se habían colectivizado y los hoteles y grandes edificios del centro de la capital eran propiedad de los revolucionarios, que se los habían repartido.

Hacer el trayecto Rambla arriba hoy es revisitar el alma revolucionaria de Barcelona y encontrar pruebas, a cada paso, de la leyenda de la 'Rosa de Fuego'

Hacer el trayecto Rambla arriba hoy es, pues, revisitar el alma revolucionaria de Barcelona y encontrar pruebas, a cada paso, de la leyenda de la 'Rosa de Fuego'. En la Plaza del teatre, al lado de donde ahora se alza la Casa de los Paraguas, había el Hotel Falcón, que entonces alojaba a muchos de los milicianos del POUM. Más arriba, ya cerca de Plaza Catalunya, el Hotel Continental, que todavía hoy sigue existiendo y que era el lugarn que habían escogido Orwell y su mujer para estar. Ya en la Plaza Catalunya, también encontramos el antiguo edificio de Telefónica, una de las chispas de los combates de mayo del 37.

El CCCB propone uno ruta con qué recorrer los pasos de George Orwell en Barcelona - Foto: CCCB

Cronista de los Hechos de mayo

El Hotel Falcón y el Continental, junto con el Teatro Poliorama serían precisamente algunos de los escenarios clave para Orwell de los enfrentamientos de los Hechos de mayo. Durante pocos días, las fuerzas comunistas, bajo el brazo de Stalin, el gobierno de la Generalitat y el de la República se enfrentarían a las milicias de la CNT y del POUM por las calles de Barcelona. El resultado, más allá de las barricadas y los muertos, sería un cambio en la hegemonía de la ciudad, y un freno en la revolución incipiente.

Orwell pasó algunos de los peores días de la guerra no en el frente de Aragón combatiedo a las tropas franquistas, sino en las Ramblas

Orwell pasó algunos de los peores días de la guerra no en el frente de Aragón combatiendo a las tropas franquistas, sino en las Ramblas. Junto con los otros miembros del POUM se atrincheró en el Falcón y en el Continental esperando que se resolvieran los acontecimientos, sin prácticamente comida y con un fusil en la mano. También ocuparía el terrado de lo que hoy es el Teatro Poliorama, vigilando los guardias civiles que se habían hecho fuertes en el Café Moka, al otro lado de de la avenida, un local que todavía hoy existe. El túnel que hoy se utiliza para descargar las provisiones en el establecimiento, antes era el camino para abastecer de armas este grupo de guardias que, bajo el control de la República, se enfrentaban al POUM.

Barcelona, los edificios son testimonio, no fue una ciudad amable con Orwell, a pesar de la voluntad del autor de combatir el fascismo

Barcelona, los edificios son testimonio, no fue una ciudad amable con Orwell, a pesar de la voluntad del autor de combatir el fascismo. La ilegalización del POUM por iniciativa comunista llegaría poco después de mayo del 37. Su habitación en el Hotel Continental sería registrada y le confiscarían las fotografías, recortes de periódico que había conservado y sus notas. Homenaje a Catalunya, el libro donde el autor relata su periodo al país, lo tendría que escribir de memoria, cuando ya lo había abandonado.

Homenaje a Catalunya, el libro donde el autor relata su periodo al país, lo tendría que escribir de memoria, cuando ya el había abandonado

Orwell tuvo que esconderse, deambular y dormir al raso en las calles de Barcelona para evitar ser capturado, en un clima enrarecido por la sospecha y la persecución política. Finalmente, gracias a la ayuda del cónsul británico, conseguiría huir por la frontera francesa, ya seguro a partir de Portbou. No tendrían la misma suerte muchos de sus compañeros de milicia en el frente, que serían fusilados víctimas de la represión, como Andreu Nin, secretario general del POUM.

Orwell tuvo que esconderse, deambular y dormir al raso en las calles de Barcelona para evitar ser capturado, en un clima enrarecido por la sospecha y la persecución política

Recorrer hoy los pasos del escritor por las calles de Barcelona, como propone el CCCB con motivo del día Orwell – que este año se celebra el 1 de junio – significa revivir el espíritu de otra época. Ayudan a las imágenes de fotógrafos del momento como Agustí Centelles o Juan Guzmán. Es una época en que la ciudad no era un escaparate retocado y aséptico, sino un lugar salpicado en cada esquina por la historia. Los movimientos del escritor nos recuerdan que las calles y nuestros escenarios cotidianos, por mucho que les demos la espalda o por mucho que las ocupen escaparates lustrosos, todavía tienen memoria. A nuestro lado.