El Callao (virreinato español del Perú); 23 de enero de 1826. Hace 297 años. Después de más dos años de combates y más de seis mil muertos por efectos de las bombas y de las epidemias; el teniente general Isidre Alaix i Fàbregas, jefe de las fuerzas coloniales españolas, se rendía al general Bartomeu Salom i Borges, comandante de las fuerzas libertadoras americanas; y le entregaba el Fuerte Real Felipe, la última posesión española en el continente sudamericano. Habían caído el Real Felipe, construido unas décadas antes por orden del catalán Manuel d'Amat mientras era virrey del Perú (1761-1776) para defender de los ataques corsarios y británicos, Lima —la capital virreinal situada, tan solo, a diez kilómetros—; y el puerto del Callao, punto de embarque de la plata del Potosí, y que durante la última etapa colonial había sido el símbolo de un poder terriblemente extractivo.

El virrey Amat y los planols del Real Felipe. Fuente Museu Nacional d'Art de Catalunya y Biblioteca Nacional de Catalunya
El virrey Amat y los planos del Real Felipe. Fuente: Museu Nacional d'Art de Catalunya y Biblioteca Nacional de Catalunya

¿Quién era Isidre Alaix?

El estudio biográfico de Isidre Alaix i Fàbregas ha sido objeto de un intenso debate. La historiografía tradicional española lo hacía nacido en Cádiz en 1790, en una prestigiosa estirpe de militares. Pero una investigación reciente del vasco José Ramon Urquijo, profesor de la Universidad Camilo José Cela, investigador del CSIC y miembro de la Real Academia de la Historia; sitúa su nacimiento en una familia catalana "de escasos recursos"; y el inicio de su carrera, con dieciséis años, en el "primer Batallón de Cataluña", acuartelado en Barcelona; detalles que contradicen la versión tradicional. Los datos del profesor Urquijo nos permiten trazar un más que probable origen y perfil. Alaix procedería de una familia con voluntad pero sin fuerza para dar un futuro a todos los hijos. Propietarios agrarios catalanes empobrecidos por las crisis de finales del XVIII.

¿Quién era Bartomeu Salom?

El estudio biográfico de Bartomeu Salom i Borges también ha sido objeto de controversia. La versión tradicional lo hacía nacido en 1780 en Puerto Cabello, en la colonia de Venezuela; hijo de una estirpe de militares de origen canario. Pero recientemente el investigador venezolano Elvis López, miembro de la Academia de Historia de Venezuela, revela que se había hecho una interpretación simplista de la genealogía de Salom. Su padre, Gabriel, no es el militar colonial nacido en Canarias de quien habla la historia tradicional; sino otra persona con el mismo nombre, nacido en Mallorca, de profesión "Contador Real"; y que por el apellido era, muy probablemente, de la comunidad chueta mallorquina; los judíos conversos de ses Illes, que después de siglos de marginación (desde el decreto de expulsión de 1492); habían conseguido emigrar a la América colonial y ejercer oficios relevantes.

Fernando VII y el teniente general Alaix. Fuente Museo del Prado y Galería Militar Conteporànea
Fernando VII y el teniente general Alaix. Fuente: Museo del Prado y Galería Militar Contemporánea

¿Qué pasó en El Callao?

La batalla del Callao fue uno de los grandes episodios bélicos de las guerras de la independencia americanas. No solo porque los españoles perdieron su última posesión en el continente sudamericano; sino también porque fue la batalla más larga y donde se quemó más munición de todas las batallas de aquel conflicto en la costa del Pacífico: 718 días, durante los cuales —y desde los dos bandos— se dispararon 10.000 bombas y granadas, 30.000 balas de cañón y 50.000 balas de fusil. En el interior de la posición española Real Felipe, totalmente aislada (Lima había sido liberada el 5 de febrero de 1824); los 2.000 soldados coloniales y los 1.000 milicianos criollos que quedaban de los 8.000 efectivos iniciales resistieron hasta que las murallas del fuerte cedieron a la artillería liberadora, formada por baterías que disparaban desde tierra y desde el mar.

¿Qué hacía Alaix en aquella batalla?

La investigación del profesor Urquijo revela, también, que Alaix no procedía de una tradición familiar militar. Y este detalle, al principio del siglo XIX, era definitivo. En el ejército español (a diferencia del francés en la misma época), el ascensor social no existía. Entonces, la gran pregunta es: ¿cómo es posible que Alaix aparezca como la jefe militar en uno de los bandos combatientes en una de las batallas decisivas de aquel conflicto? Y la respuesta nos la da el mismo profesor Urquijo, cuando explica la meteórica carrera de aquel catalán. Poco después de su ingreso en el ejército español (1806) estalló la revuelta contra el régimen del rey José I (mal denominada "Guerra de la Independencia") que reunió la mayor parte del ejército español (1808). Alaix ganó los galones en los campos de batalla, combatiendo en nombre del apolillado Fernando VII y de la religión.

Los generales Simon Bolivar y Bartomeu Salom. Fuente Palacio Legislativo de La Paz (Bolivia) y Palació Federal de Caracas (Venezuela)
Los generales Simón Bolívar y Bartomeu Salom. Fuente: Palacio Legislativo de La Paz (Bolivia) y Palacio Federal de Caracas (Venezuela)

¿Qué hacía Salom en aquella batalla?

En cambio, Salom venía de un mundo radicalmente opuesto. Cuando en Caracas se tuvo noticia que Carlos IV y Fernando VII habían vendido la corona española a Napoleón (en las mal llamadas Abdicaciones de Bayona; mayo, 1808); estalló un movimiento llamado Conjura de los Mantuanos, que rechazaba tanto a José I como a Fernando VII; y que proponía la creación de una gran república sudamericana. Este grupo, formado por las élites mercantiles venezolanas de ideología revolucionaria, jugaría un papel primordial en aquel escenario: sería el movimiento libertador pionero en el continente sudamericano (se anticipaba dos años a la proclama de independencia de Río de la Plata, 1810); y sería la cuna de la figura más destacada de aquel proceso: Simón Bolívar. Los mantuanos y revolucionarios Bolívar y Salom harían juntos la guerra y las independencias.