La Fundación Gala-Salvador Dalí ha presentado en rueda de prensa, esta mañana, su valoración de la exhumación del cadáver de Salvador Dalí, realizada para extraer muestras de ADN a causa de la demanda de paternidad de Pilar Abel. Lo ha hecho en la plaza Salvador i Gala Dalí, frente al Museu Dalí, con una gran expectación y con presencia de un gran número de medios. Los responsables de la fundación han notificado que el procedimiento se ha hecho sin ningún incidente y que las muestras se han extraído de forma más rápida de lo que estaba previsto. El Museu, pues, hoy se abrirá con normalidad. A pesar de todo, Lluís Segura Reixach, secretario general de la fundación, ha querido dejar bien claro que la entidad está indignada por el hecho de que se haya ordenado la exhumación sin que hubiera bastantes argumentos. "Esta situación —según Segura— nos duele y nos apena". Y ha afirmado que ahora "Salvador Dalí vuelve a descansar en paz bajo la cúpula".
Sin problemas
El secretario de la Fundación Gala-Dalí, Luis Peñuelas, señaló que el cuerpo de Salvador Dalí está momificado y "muy bien conservado", y que su bigote preserva todavía "su clásica postura de las diez y diez".
Segura ha afirmado que la exhumación es casi "un acto de violencia contra la persona difunta", pero ha asegurado que están satisfechos que se haya conseguido preservar al máximo la intimidad del acto, con tres medidas: la reducción de las personas presentes en la intervención, la colocación de un toldo en el interior del Museu para evitar miradas indiscretas y la retirada de teléfonos móviles y dispositivos electrónicos a todos los presentes. Segura ha afirmado que los trabajos, tal como se han realizado, han conseguido garantizar al máximo el patrimonio cultural y el funcionamiento normal del Museu. La losa se ha levantado con unas poleas. El ataúd se ha encontrado en perfecto estado y se ha podido depositar en la superfície, para trabajar, sin problema. A pesar de todo, estaba cubierto con una chapa de cinc que ha habido que cortar para extraer el cuerpo. La fundación ha explicado que se han extraído muestras de uñas, pelos y dos "huesos largos", que no se han concretado para no dar "detalles morbosos". Una vez obtenidas las muestras se han cerrado el ataúd y el sepulcro de nuevo, y los restos se han trasladado a Madrid. La fundación ha exigido que cuando se acaben las pruebas las muestras se vuelvan a trasladar al Museu con el fin de poder abrir la tumba y, en un acto privado, restituir los restos al ataúd.
Protesta por la exhumación
El gerente de la Fundación Dalí, Joan Manuel Sevillano Campalans, ha mostrado el enfado de la fundación por la exhumación porque considera que no tiene ningún fundamento. Ha apuntado que creía que se tendría que haber exigido a la demandante que comparara su ADN con el de su padre y el de su hermano, para dejar claro, como mínimo, que su padre legal no era su padre biológico. Y se ha reservado el derecho a "emprender acciones" por los perjuicios y costes provocados por la acción, en caso de que se demuestre que no había fundamento en la demanda de paternidad. El abogado de la fundación ha apuntado que las acciones podrían dirigirse hacia Pilar Abel, la demandante, pero también hacia la justicia española.
La herencia
El abogado de la Fundació Dalí ha afirmado que está seguro de que se demostrará que Pilar Abel no era hija del artista, pero que en caso de que lo fuera le correspondería la legítima: un 25% del total de la herencia del pintor en el momento de su muerte (no del valor que tiene ahora la herencia). En todo caso, ha recordado que el problema de la herencia no tendría que ser gestionado por la Fundació Dalí, sino por el Estado, que es el heredero del pintor.