"Una gran fiesta de país, en la que todo el mundo saldrá a la calle," esta es la previsión que la presidenta del Gremi de Llibreters de Catalunya, Maria Carme Ferrer, ha hecho de este Sant Jordi 2022, en el acto organizado hoy por la Cámara del Libro de Catalunya para explicar cómo será este próximo 23 de abril. Así, libreros, editores y distribuidores creen que este Sant Jordi no sólo será el del retorno a la normalidad prepandémica, sino una edición de las más masivas y relevantes de la historia. En Barcelona, donde se estrena una "supermanzana" literaria que esponjará la celebración en el centro de la ciudad, habrá récord de paradas: más de 300, 170 de las cuales con firmas de autores. Este nuevo modelo ha venido para quedarse, ha pronosticado al presidente de la Cámara del Libro, Patrici Tixis. Otras ciudades como Badalona, Lleida, Terrassa, Girona y Lleida optan también por adoptar (o mantener) el modelo de espacios propios para los profesionales del libro y la flor. La previsión de venta de libros es similar a la del 2019, antes de la pandemia. El sector dice que este año la cita puede ser "histórica", tanto por el volumen de participación en las calles, como por la venta de libros, como por el nuevo "modelo" que estrena la ciudad de Barcelona con la "supermanzana literaria" en el centro. "No hay antecedentes, hacemos algo nuevo, pero esperamos que sea al menos como el 2019, y si puede ser un poco mejor", ha reflexionado Patrici Tixis este miércoles. En el 2019 se vendieron 1.600.000 libros y el sector facturó 22 millones de euros, para Sant Jordi.
Las novedades de este Sant Jordi
El sector ha dado los últimos detalles de cómo transcurrirá Sant Jordi, que este año cae en sábado. La gran novedad es "el esponjamiento" de la movilidad y la distribución de paradas en el centro de Barcelona, con la citada "supermanzana literaria" que cortará –casi- todo el tránsito rodado dentro de un perímetro que cierran la Diagonal y Gran Vía, Balmes y Pau Claris, con el Passeig de Gracia como el gran eje comercial.
En esta arteria y también en las calles transversales (menos Aragó y València, donde sí que circularán vehículos) se ubicarán las paradas profesionales de librerías y floristas. En cambio, Rambla de Catalunya dejará de ser territorio de librerías y paradas de flores, y pasará a ser espacio para las entidades del distrito (entre las cuales evidentemente puede haber alguna librería).
En total, dentro de esta zona perimetrada habrá 200 de las 300 paradas que este año se dispondrán en Barcelona (un récord, que supera de largo las 240 que hubo en el 2019). Más allá de esta zona, habrá 12 espacios profesionales más repartidos en 7 distritos (como ya viene pasando los últimos años): En Ciutat Vella, la Plaça Reial vuelve a ser protagonista en detrimento de la Rambla (este año ocupada por entidades de Ciutat Vella y sólo en el tramo de Canaletes habrá paradas de algunas librerías de la zona), como también el Passeig Lluís Companys. Enlazando con esta vía, el Passeig de Sant Joan aglutinará toda la oferta de libro ilustrado, cómic y literatura infantil y juvenil, en convivencia con paradas y actividades de las entidades del barrio.
En el resto de la ciudad, los puntos neurálgicos estarán en Sant Andreu, Gracia, Les Corts, Poble Nou y Sarrià. En total, casi 300 paradas, de las cuales 170 con firmas de autores y 103 paradas de los establecimientos (en este sentido, librerías y floristas sacarán parada delante de su local también el día 22, si lo quieren).
Más movilidad
La coincidencia de la festividad con un sábado hace pensar en una jornada con mucha más movilidad y desplazamientos que de costumbre, tanto con respecto a barceloneses desplazados al territorio, como a la inversa. En cualquier caso, fuera de Barcelona se prevé igualmente un Sant Jordi más masivo que los últimos años y con varias ciudades medias y grandes adoptando e o repitiendo el modelo de espacios diferenciados para profesionales de librerías y floristas, estrenado el año pasado en razón de la pandemia pero que parece llamado a consolidarse por como descongestiona y favorece el paseo de los peatones.
Son los casos de las ciudades de Girona (que repite en la Copa –La Dehesa-, este año con más paradas y capacidad de asistencia), Tarragona (La Rambla), Lleida, Terrassa, Mataró, Banyoles o Badalona.