Sant Jordi contará con su joya de la corona después de unos años alejada de los focos y las Ramblas volverá a ser uno de los epicentros del 23 de abril. La Cambra del Llibre recupera uno de los espacios más emblemáticos de la festividad para celebrar la fiesta de la rosa y del libro, de forma completa desde Canaletes hasta Santa Mònica, en una jornada que ha vuelto a batir récord en número de paradas y que tendrá presencia en siete distritos de la capital catalana para primero vez. Ciutat Vella, Gracia, Eixample, Les Corts, Sant Martí, Sant Andreu y Sarrià protagonizarán la jornada más descentralizada de la historia en Barcelona en la conocida como zona profesionalizada, organizada por la Cambra, que representa un total de 336 puestos (más un centenar delante de las librerías) y 214 firmas de autores.
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"Afrontamos un Sant Jordi con optimismo; el año pasado tuvimos una muy buena festividad, y estaríamos satisfechos si pudiéramos tener unas cifras de ventas similares", ha explicado Jordi Ferré, representante de la Cambra. El próximo 23 de abril será el primero en los últimos años que cae en día laboral, después de que la edición pasada se celebrara en domingo inaugurando el modelo de la supermanzana literaria, que agrupó a más de un millón de personas en el centro de la ciudad. Este año también viene con novedad, y es que será el primero en que la Cambra apuesta por el copago a la hora de poner parada en la zona profesional, un hecho que ha causado polémica en lo que algunos señalan como la privatización y la externalización de esta fiesta popular. Aun así, se ha vuelto a batir récord con respecto al número de paradas de rosas y libros, con 16 peticiones más que el año pasado.
La zona del Eixample volverá a ser la que más número de paradas acoja, con un total de 230 stands —37 de las cuales, de rosas—. Volverá a tener el centro en el Paseo de Gracia y transversales, manteniendo el perímetro en torno a la Gran Vía y Diagonal, con diversos transversales (Diputació, Mallorca, Provença, Rosellón, con ampliación en Córsega y dos tramos de la Diagonal hasta Balmes), que conectarán con la Rambla de Catalunya para crear un circuito de deambulación de personas, al cual se añade la calle de Consell de Cent, en una zona cortada al tráfico en la práctica totalidad (excepto Aragón, Valencia y Gran Vía). Uno de los retos es mejorar la circulación de personas y evitar masificaciones, especialmente durante los ratos de firmas.
Pero la zona protagonista de la edición, al menos por su impacto histórico, volverá a ser Ciutat Vella con las Ramblas como máxima atracción literaria y florista, con 94 paradas. De esta manera, se recupera el gran valor simbólico y cuna de la festividad después de que se suspendiera su actividad por Sant Jordi tras de los atentados del 17 de agosto del 2017, primero, y se espaciara debido a la pandemia los años posteriores. Además, haciendo de nódulo con el Paseo de Gracia y Gran de Gracia, los libros y rosas cruzarán la ciudad de mar a montaña. Gracia tendrá 26 paradas, Les Corts tendrá 9 y Sant Martí, 8. Por su parte, Sant Andreu y Sarrià se sumarán a la festividad con 6 y 4 puestos respectivamente, conformando el Sant Jordi más descentralizado hasta el momento, porque nunca habían estado en tantos distritos y espacios, según ha remarcado la Cambra.
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Otra de las novedades de este año es que no se dará la lista de autores más vendidos el mismo 23 de abril, como es tradición. Después de que el año pasado hubiera errores en los nombres de las listas de los más vendidos, este próximo Sant Jordi, la Cambra del Llibre apostará para dar un sondeo sobre los 5 que más se están vendiendo en un porcentaje aproximado, ya que es imposible al final de la jornada tener todos los datos de todas las librerías con el rigor necesario, según ha explicado Èric del Arco, presidente del Gremi de Llibreters. De esta manera, no será hasta el 24 de abril que se pasará la lista definitiva, complementada con datos de días anteriores, y el 29 de abril se hará el escrutinio real para valorar todas las ventas de Sant Jordi.
La polémica del copago en la zona profesional del libro
Seguramente uno de los temas que más controversias ha generado esta edición es la decisión del copago, haciendo que editoriales y libreros tengan que pagar una cantidad para poder colocar su parada en la zona profesional —la organizada por la Cambra—. A pesar de las reticencias, del Arco ha explicado que "el ritmo de inscripción ha ido más rápido y se ha incrementado, con más paradas que el año anterior". A la hora de hacer la petición, los usuarios tenían unos días concretos por hacer el pago estipulado, con una horquilla entre los 96,8 y los 387,2 euros, para los agremiados, y de entre los 121 euros hasta los 484 euros para los que no. La zona llamada como "profesionalizada", con 330 librerías, editoriales o entidades que ya han pagado, da derecho a una serie de ventajas, como servicio de luz o usuarios de apoyo.
Sobre la polémica que ha generado la ola de críticas y el manifiesto firmado por centenares de voces contra esta iniciativa de pago, tanto la Cambra del Llibre como el Ayuntamiento de Barcelona o el Departamento de Cultura de la Generalitat se han mostrado tranquilos, y con la sensación de haber tomado una buena decisión para incentivar las buenas condiciones de libreros, editoriales y personas vinculadas al libro. "Creemos que dentro del sector profesional, con las explicaciones que hemos dado, cuando lo hemos explicado la gente ha entendido nuestros argumentos, que parten de comisiones internas formadas por librerías y que reflejan de forma interna la evolución de la festividad; el nivel de aceptación es altísimo", ha matizado el presidente del Gremio de Libreros, reconociendo también que comunicativamente no se hizo la mejor manera, y es que tanto agremiados como no agremiados conocieron el copago mediante una nota de prensa. En este sentido, Èric del Arco también ha reconocido que, después de Sant Jordi, se hará una reflexión para ver como avanza el modelo, aunque ha comunicado que "el copago ha venido para quedarse", y ha recordado que son menos del 10% de las paradas totales en Barcelona las que son de pago.
Por su parte, Jordi Ferrer ha clarificado que no se cobra ninguna tasa entendida como tal, sino que "el ayuntamiento cede los espacios gratuitos y este dinero se utiliza para estructuras de elementos de seguridad, para personas que dan soporte, iluminación o electricidad; antes cada uno se organizaba como podía, ahora se hace con la máxima seguridad para todo el mundo y es mucho más amable con las personas, con un espacio mayor que mejora su experiencia". Xavier Marsé, concejal de Cultura e Industrias Creativas, ha querido remarcar que "no hay enriquecimiento de la Cambra ni de los Gremios, ni beneficios; es simplemente un mecanismo para financiar unas herramientas para que esto funcione de forma adecuada; es un modelo que nos permite hacerlo cooperativamente y que afectaría al carácter popular si se hiciera dentro de un recinto ferial y se cobrara entrada". Por su parte, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, ha pedido que se le dé la vuelta a la polémica y se valore la gran aportación del Govern en la fiesta de Sant Jordi, y es que, en palabras suyas, "el departamento de Cultura no aporta el 80% de ayuda a casi ninguna actividad". Cabe decir que, antes de la pandemia, el Govern de la Generalitat no hacía ninguna aportación a la festividad de Sant Jordi.
La festividad de Sant Jordi en el resto de Catalunya
El 23 de abril se celebrará de nuevo en todos los municipios de Catalunya, hecho que demuestra la fortaleza y el acercamiento del libro y las librerías a todo el país. En Badalona, por ejemplo, las librerías se instalarán en la Plaza de Pompeu Fabra, mientras que los comercios y otras entidades lo harán en la Plaza del Ayuntamiento. En Cerdanyola del Vallès se celebrará en la plaza del Abad Oliva, aparte de las paradas que ponga cada librero delante de su librería, y en Vilafranca del Penedès habrá en la Rambla de Sant Francesc, con espacio de firmas de autores locales gestionado por el Ayuntamiento. Las capitales de provincia también serán epicentro de la festividad más bonita del año: Girona recupera su lugar tradicional en la Rambla después de que las medidas de la covid obligaran a moverse a la Copa y la Devesa; Lleida continuará en la Rambla Ferran y la Avenida de Francesc Macià; y Tarragona se reunirá en uno de los tramos de la Rambla, dedicada específicamente a los libros.