El Govern ha acordado declarar Béns Cultural de Interés Nacional, en la categoría de Monumento Histórico, el monasterio de Sant Tomàs de Riudeperes, en Calldetenes (Osona) y la iglesia de Sant Jaume Apòstol, en Riudoms (Baix Camp).
Sant Tomàs de Riudeperes. Foto: Salut Vilaró.
Un monasterio del siglo XVI
El monasterio o convento de Sant Tomàs de Riudeperes es un elemento singular en el contexto de la arquitectura conventual del siglo XVI que recoge valores arquitectónicos y de decoración del estilo gótico tardío, renacentista y modernista. El actual monasterio es un edificio construido durante los siglos XVI y XVII. El monumento está formado por la iglesia, el claustro, el refectorio, la biblioteca, la sacristía y las dependencias ubicadas en torno al claustro (la granja, el granero y las ampliaciones posteriores).
Sant Tomàs de Riudeperes. Foto: Salut Vilaró.
Un claustro peculiar
La iglesia es de planta de cruz latina cubierta con bóveda de cañón y cúpula ovalada sobre conchas en el transepto. La sacristía es de estilo renacentista, cubierta con bóveda cuadripartida de dos tramos y nervios de piedra. La edificación del refectorio, ubicado en el sureste del monasterio, tiene planta rectangular cubierta también con tres tramos de bóveda nervada. La sala de la biblioteca está situada en el nordeste del monasterio y también es de planta rectangular cubierta por tres tramos de bóveda nervada cuadripartida con claves de bóveda esculpidas. Se conservan las librerías y una colección de 32 grabados sobre la vida de San Camillo de Lellis, firmados por el grabador N. Sangiorgi. El claustro, ubicado al sur de la iglesia, se construyó el siglo XVI en estilo renacentista y gótico tardío y es uno de los pocos que se conservan en Catalunya con estas características. Es de planta trapezoidal, de dos pisos de altura, y está situado en el centro del convento y delimitado por la iglesia y por las antiguas dependencias conventuales. En el centro del patio se sitúa un pozo con elementos decorativos de piedra de estilo renacentista.
Renacimiento catalán en el Baix Camp
La iglesia de Sant Jaume Apòstol de Riudoms es un ejemplo singular de arquitectura religiosa entre el periodo de transición del gótico tardó al renacimiento catalán. La primera noticia de la construcción de la iglesia parroquial de Sant Jaume Apòstol data de 1576. A partir de 1588 colaboran en la construcción los maestros de obras Pere Blai, de Barcelona, y Joan Sans, de Vizcaya, que al mismo tiempo construían la iglesia de Ulldemolins. La iglesia se consagró en 1617, pero el campanario no se finalizó hasta el año 1877. Al inicio de la Guerra Civil, el edificio fue saqueado e incendiado y no se volvió a destinar al culto hasta 1942. El gran edificio actual, que pertenece al Arzobispado de Tarragona y está dedicado a San Jaime Apóstol, es una gran obra gótica renacentista. Se trata de una iglesia con planta de nave única sin transepto, con seis capillas laterales entre los contrafuertes y cerrada por un ábside poligonal.
Vista posterior de la iglesia de Riudoms. Foto: Jordi Domènech.
Rosetón destruido durante la guerra
En el gran portalón de la fachada principal destaca un retablo de piedra con una composición de un piso de pilastras de estilo jónico y un segundo piso de estilo corintio rematado por cornisas en el entablamiento, hornacinas sin decoración y herrete por un frontón triangular con el tímpano que tiene un único relieve que representa Dios. En la misma fachada principal está el gran rosetón circular de 9 metros de diámetro. El vitral original fue destruido durante la Guerra Civil y fue restituido en el año 1947. El campanario, de estilo renacentista tardío y construido entre los siglos XVII y XVIII, no presenta decoración ni ornamento salvo unas molduras. Tanto la cubierta interior de la nave como la de las capillas laterales, la sacristía, el coro y la capilla del Santísimo son de bóvedas de crucería con nervios de piedra trabajada. La iglesia de San Jaime Apóstol de Riudoms pertenece al grupo de iglesias relacionadas con la Escuela del Camp de Tarragona, que tienen en común rasgos arquitectónicos característicos muy parecidos, como la existencia de una sola nave central de crucería, la ausencia de un transepto, la ocupación de los contrafuertes en el primer nivel de las capillas laterales, la apertura de ventanas de dimensiones reducidas en el segundo nivel o el portalón como elemento relevante de la fachada.
Foto de portada: Sant Tomàs de Riudeperes. Foto: Salut Vilaró.