“Esta es una empresa gigante, pero considero que es una película personal. Es la película de mi vida. Leí el libro cuando tenía 18 años y pensé: ‘No puedo esperar a que salga la película’. Veinte años después, nadie lo había hecho, así que me impacienté”. Así explicaba el director neozelandés Peter Jackson el reto de llevar a la gran pantalla El Señor de los Anillos, la obra épica de fantasía y aventuras del escritor británico J.R.R. Tolkien. Una superproducción que arrasó en los cines de todo el mundo y de la cual ahora se celebra el 20 aniversario del estreno de La Comunidad del Anillo, la primera entrega de la trilogia que completarían Las dos torres y El retorno del rey. Una efeméride que recuperamos destacando algunas de las curiosidades y anécdotas del rodaje.
Un actor muy impresionado
La Comunidad del Anillo es la primera parte de El Señor de los Anillos, trilogía cinematográfica que rondó los 3.000 millones de dólares de recaudación. Actores de la dimensión y prestigio de Elijah Wood (Frodo), Ian McKellen (Gandalf), Viggo Mortensen (Aragorn), Orlando Bloom (Legolas) o Cate Blanchet (Galadriel) pusieron rostro a las historias imaginadas por el escritor J.R.R. Tolkien.
El único miembro del reparto que conoció personalmente a Tolkien, el escritor que dio vida a una de las historias de fantasía épica más populares de todos los tiempos, fue Christopher Lee, quien interpretó al mago Saruman the White y que falleció a los 93 años en 2015. “Lo conocí por casualidad”, recordó el actor en una entrevista en Cinefantastique. “Lo conocí con un grupo de otras personas en un pub de Oxford al que solía ir, The Eagle and the Child. Estaba muy impresionado, como puedes imaginar, así que solo le dije ‘¿cómo estás?’”.
El no de Cage y Connery
Ahora resulta casi imposible desligar al reparto de sus personajes, pero Aragorn, por ejemplo, podría haber tenido la cara de Nicolas Cage en lugar de la de Viggo Mortensen. En una entrevista en Newsweek en 2015 le preguntaron al ganador de un Óscar por Leaving Las Vegas si se arrepentía de haber rechazo algún papel. “No me arrepiento de nada. Creo que el arrepentimiento es una pérdida de tiempo”, respondió para luego añadir que hubo películas de las que se habría beneficiado si las hubiese podido hacer. El actor explicó que le ofrecieron el papel que acabó ocupando Mortensen, pero que en esos momentos no podía viajar y estar fuera de casa durante todo el rodaje. “Y lo digo en serio. Puedo disfrutar de las películas como público, porque no veo mis propias películas”, dijo. Según diversas fuentes, a Daniel Day-Lewis también le ofrecieron el papel.
Otro tanto sucede con Ian McKellen y Gandalf. Según publicó en 2012 Celebrity Networth, Sean Connery, actor escocés fallecido en 2020, rechazó el papel porque, por lo visto, no entendía el guión. Este “no” a una de las trilogías más famosas del cine supuso renunciar al 15% de la recaudación en taquilla.
La escena favorita
En una entrevista en el programa The Late Show with Stephen Colbert, Peter Jackson desveló cuál era su escena favorita de las diez horas que suman las tres películas: el monólogo de Gollum al principio de la segunda entrega, Las dos torres. La escena ni siquiera la escribió él, sino su compañero Fran Walsh. En ella Gollum se debate entre matar o no a Sam y Frodo para hacerse con el anillo. “Una cosa clave con Gollum es que la mayoría de la gente sabe que es Sméagol y es Gollum, es como una división. Pero no teníamos una escena en la que realmente estuviese la idea de ‘este tipo son dos personas’. Fran escribió una escena en la que Sam y Frodo están dormidos, por lo que pueden ser solo bultos en la cama, ni siquiera tenemos que tener a Elijah y Sean. Luego, no teníamos a nadie que lo dirigiera, así que le dije a Fran: ‘tú lo escribiste, deberías rodarlo”, continuó el director.
Por cierto, Peter Jackson, como director, estaba detrás de las cámaras, pero es posible verlo también delante en algún que otro cameo. Como campesino borracho en la primera entrega; lanza en mano en la segunda; o atravesado por una flecha en la tercera.
Heridas invisibles
Tolkien, según diversas fuentes han recogido a lo largo de los años, se inspiró en sus vivencias durante la I Guerra Mundial para dar vida al conflicto de la Tierra Media. “Me di cuenta de cuánto debían influir los horrores de las trincheras en su gran concepción. El mal en la Tierra Media está sobre todo industrializado. Los orcos de Sauron son trabajadores brutalizados (…)”, escribió su nieto, Simon Tolkien, en 2016 para la BBC. “Y luego, cuando termina la guerra, Frodo comparte el destino de tantos veteranos que quedan marcados por heridas invisibles cuando regresan a casa”, añadía el descendiente del escritor.