Eve y Villanelle, Villanelle y Eve. El ying y el yang, el calor y el frío, el gato y el ratón. Pero también dos caras de una misma moneda: dos mujeres brillantes que, aparte de ser antagónicas, reproducen a la perfección las debilidades que podemos tener todos cuando nos obsesionamos y las contradicciones de la humanidad si hablamos de tensión sexual no resuelta. Y como la cosa va de dualidades, me tomaré la libertad de soltar otra: ¿serie o libro?
Primero de todo, me refiero a los dos personajes principales de Killing Eve, estrenada en HBO en abril de 2018 y que ya suma tres temporadas – la cuarta será la última y se estrenará el año 2022. Fenómeno de masas desde el principio, ha conseguido lo que ninguna otra serie ha podido: mostrar que la rivalidad más radical entre dos mujeres esconde inseguridades y miedos surrealistas que, a menudo, pueden reprimir nuestras emociones. Y, sobre todo, hacerlo desde una visión post-feminista, donde la reivindicación de género no hace falta porque es evidente. Vale que aquí una de ellas es una asesina en serie, pero hablo del trasfondo, de aquello que las personas de calle podemos extraer. No nos pongamos melodramáticos.
Por si todavía no lo habéis visto, el argumento de este thriller con repuntes cómicos de humor negro es el siguiente: Eve Polastri (Sandra Oh) es una ingeniosa agente del MI5 (el servicio de inteligencia del Reino Unido) que sueña con trabajar en un gran caso como espía; Villanelle (Jodie Comer) se una macabra asesina impecable y fulminante. Las dos se buscarán la una a la otra, entrando en un juego persecutorio que las tendrá absolutamente obstinadas hasta crear un vínculo de amor-odio difícil de explicar. Es una serie muy elegante que viaja por todo el mundo y nos enseña el intríngulis de un mundo del que no sabemos demasiado. De una manera muy entretenida, eso sí, no sea que nos lleguemos a creer muchas de las cosas que aparecen y que vete tú a saber. Pero la serie vino después de páginas y páginas y páginas.
Todo viene de Codename Villanelle
No todo el mundo sabe que la ya mítica de HBO está basada en la novela de suspense Codename Villanelle, del británico Luke Jennings. Pero la idea todavía viene de más atrás: el autor escribió cuatro series de libros electrónicos para Kindle que publicó entre el 2014 y el 2016. En 2018, también el año del estreno de la serie, hizo la compilación definitiva.
La sinopsis de la ficción bebe totalmente de la del libro. Dentro de las páginas de Jennings, Villanelle es una niña rusa huérfano reclutada por un grupo de sicarios justo después de matar a los asesinos de su padre. A partir de aquí, se forja su carácter agudo hasta que Eve empieza a perseguirla por París, Londres, Barcelona... o Girona (una Girona de mentira, debe decirse, ya que nunca se llegó a rodar allí). Pero sí, Villanelle habla un catalán perfecto, al menos en el primer capítulo de la tercera temporada. No es así en la recopilación literaria, aunque podría haber hablado euskera. ¿Por qué? El autor confirmó que había basado este personaje en Idoia López Riaño (La Tigresa), una sicaria de ETA encarcelada la década de los 90 por haber matado a 23 personas. Jennings dijo de ella que era "una psicópata completamente sin empatía". Pues sí, podría ser Villanelle perfectamente.