No es difícil entrar en alguna de las muchas librerías de Londres y quedar atrapada entre sus pasillos infinitos. Con tantos libros y tantas portadas chillonas que se pelean por tu atención, a veces es complicado encontrar lo que se busca. Pero si una se lo mira bien, quizás hay alguna versión inglesa de La plaça del Diamant, o In Diamond Square, como la ha traducido Peter Bush al inglés. O del exitoso Permagel - o Permafrost - de Eva Baltasar.
La traducción de la literatura catalana interesa cada vez a más lectores ingleses, y hay editoriales hambrientas por encontrar joyas en catalán y traducirlas a su público. No lo digo yo; son dos afirmaciones que salen de las primeras jornadas de traducción avanzada del catalán al inglés del British Centre for Literary Translation con la colaboración del National Centre for Writing y el Instituto Ramón Llull, que se celebraron la semana pasada.
"Hay interés por la literatura catalana en el Reino Unido. Antes el mercado no era receptivo a las traducciones, pero en los últimos diez años eso ha ido cambiando y la literatura catalana se ha beneficiado. Ahora hay un mercado en desarrollo para los libros en catalán", cree el director académico del British Centre for Literary Translation, Duncan Large, en una entrevista con ElNacional.cat.
Aunque no es la primera vez que organizan talleres de traducción del catalán, sí que es la primera ocasión que dedican un intensivo exclusivamente a los textos en nuestra lengua. Y la idea ha sido todo un éxito. "Para nosotros ha sido una maravillosa oportunidad celebrar una especie de festival catalán en miniatura. Los talleres de esta semana ha tenido un gran éxito y estamos muy contentos de cómo ha ido. Esperamos que sea el primero de muchos", valora Large.
No habrá que esperar mucho, sin embargo, para volver a encontrarse con una cita literaria catalana en la capital del Reino Unido. En abril del año que viene, en la Feria del Libro de Londres, Catalunya tendrá un sitio especial. Se trata de lo que denominan spotlight - foco -, un espacio destinado cada año a un país y que en 2022 estará reservado a la literatura catalana. Por eso, las jornadas de esta semana han servido para calentar motores para el gran hito. "Creíamos que este momento era especialmente apropiado para hacer los talleres, teniendo en cuenta el spotlight de Catalunya en la Feria del Libro de Londres. Tenía mucho sentido crear una red y establecer contacto con nuevos traductores", considera Large.
Dar apoyo al catalán
Durante las jornadas de esta semana han participado varias editoriales como Open Letters, donde tienen la colección Catalonia para los libros traducidos del catalán al inglés. Una apuesta para diferenciarlo de la literatura castellana que en algunos casos les ha causado controversia. En la promoción de uno de sus libros en España, escribieron Catalunya y alguien no estuvo contento. "No fue grande cosa, pero alguien dijo que nos habían dado un toque de atención por eso", explica la editora Kaija Straumanis.
Sin embargo, no piensan cambiar su manera de hacer las cosas: "Es que es un idioma diferente. Nosotros también tenemos muchos autores en castellano, pero soy de la opinión de que es bueno reconocer una lengua pequeña y darle apoyo".
Según Duncan Large, especialmente las editoriales independientes y pequeñas son las que más acogen la literatura en catalán. Como por ejemplo, la editorial independiente And other stories, que ha publicado Permagel en inglés y Germà de Gel de Alicia Kopf. "Está muy bien no traducir sólo del castellano o el francés", decía el editor Stephan Tobler a los traductores que participaban en el taller, "no creo que el mundo necesite más traductores del castellano o el francés. Perdonad, pero es que necesitamos más traductores del catalán".
Desde las grandes editoriales también comparten esta visión. "Ha habido más libros que necesitaban traductores que libros traducidos. Pero obviamente está habiendo un cambio en eso, y son buenas noticias", apuntaba a Katharina Bielenberg, de MacLehose Press & Arcadia Books.
Peter Bush, un referente en traducción del catalán
Ya hace tiempo, sin embargo, que algunos clásicos de la literatura catalana se han traducido al inglés. En 1967, por ejemplo, se publicó la primera traducción de La Plaça del Diamant por Eda O'Shiel.
Otro de los traductores del catalán al inglés más reconocidos y premiados es Peter Bush. Nacido en Lincolnshare, Inglaterra, en 1946, ha traducido desde Mercè Rodoreda a Joan Sales, pasando por Rosa Maria Arquimbau (este verano Fum d'Estampa ha publicado Quaranta anys perduts) y Víctor Català (se publicará pronto una edición de Un Film (3.000 metros) de Open Letter). Por todo eso, en 2015 recibió la Creu de Sant Jordi de la Generalitat.
Bush, que fue director del British Centre for Literary Translation entre 1998 y el 2003, ha sido el encargado de dirigir los talleres de traducción avanzada en catalán de la semana pasada. "Siempre me ha atraído la escritura contra el establishment", explicaba en uno de los actos centrado en las escritoras catalanas del siglo XX.
Durante la charla, Bush hizo un recorrido por el contexto detrás de sus obras traducidas. "Mientras en el Reino Unido teníamos una situación diferente, la policía fascista todavía estaba torturando a la gente en Madrid y Barcelona", explicó contrastando las situaciones después de la Segunda Guerra Mundial y después de la Guerra Civil.
La resonancia internacional de los libros en catalán
El interés por la literatura catalana de Peter Bush también lo comparten en la editorial Fum d'Estampa, que nació en 2019 precisamente para traducir libros del catalán al inglés. "Creo que la escritura catalana es un caldo de cultivo para la escritura de ensayo de calidad. Es apasionante, fascinante. Este noviembre publicamos nuestro primer ensayo filosófico, y el año que viene publicaremos una colección de siete ensayos sobre los siete pecados capitales", celebraba el editor Douglas Suttle, destacando "la calidad de la escritura de ensayo que está teniendo lugar en estos momentos en Catalunya".
Gran parte de las traducciones que han publicado en esta y otras editoriales ha sido gracias a la implicación del Institut Ramon Llull al promover la literatura catalana. "Hacen que el catalán se sienta como una lengua mucho mayor de lo que es solo por el hecho de ser especialmente buenos a la hora de promocionarlo. Si lo tuviera que comparar con otros países europeos, están entre los cinco primeros", destacaba a Katharina Bielenberg, de MacLehose Press & Arcadia Books.