El magnetismo que Carla Subirana (Barcelona, 1972) sintió al llegar a Arou, un pequeño pueblo en el corazón de la Costa de Morte, es la semilla de Sica, la primera ficción de la directora catalana presentada en la sección Generation 14plus de la Berlinale de este año. Protagonizada por la joven debutante Thais García y con una maravillosa interpretación de Núria Prims en el papel de la madre, la película es un coming-of-age que repasa el paso por la adolescencia de Sica, que pierde a su padre en un naufragio y espera que el mar reanime su cuerpo. Grabada tanto en gallego como en catalán, Subirana ha dado un paso más allá a su carrera como cineasta y ha puesto un pie firme a la ficción pero con lenguaje documental: "Para mí, el cine documental es cine y el cine puede utilizar lenguaje documental. Pero ahora quería tener un poco más de control sobre la historia e investigar era un reto para mí", explica.

Carla Subirana presenta Sica en la Berlinale

Núria Prims (Incierta Gloria, Hache) es la madre catalanohablante que hace de espejo de Subirana. "Al ser yo catalana", explica la directora, "vi que el personaje de la madre tenía que ser alguien de fuera, porque de alguna manera me identificaba y me ayudaba a crear este personaje femenino". Una contraposición de idiomas que no se hace extraña en la película, sino realmente natural. Además, la figura de la madre es dual: no solo tiene mucho peso la madre biológica, una heroína de su tiempo que hace frente a la pérdida, sino la madre naturaleza y la voracidad que esta puede ejercer con el cambio climático. La película es un grito de ayuda a la crisis climática: "La Costa da Morte tiene un nombre que habla por sí solo donde conviven vida y muerte", añade Subirana. La directora ha querido subrayar la importancia del mar en la película con la aparición de tormentas legendarias como la Ofelia, la madre de todas las tormentas.

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Carla Subirana en la presentación de Sica en la Berlinale

La investigación de Subirana del territorio gallego duró tres veranos, en los cuales conoció la zona, su manera de hablar y la comprensión de cómo conviven con las leyendas del mar. Sobre su investigación, explica que el de la Costa da Morte "es un paisaje muy especial y virgen, con un océano muy brutal con temporales muy fuertes, y como indica su nombre, una de las costas más peligrosas del mundo con 600 naufragios documentados". El primer paso a conformar la película fue el casting: "Fue muy exhaustivo, vimos más de 600 chicos y chicas de la zona. En este proceso, también me sirvió para aproximarme a la manera de hablar. Es como Catalunya: no habla igual una persona de Barcelona que una del Empordà".

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Oda a la adolescencia

Un rodaje hecho en condiciones climáticas extremas que, irónicamente, también contó con los efectos del cambio climático. "Nos interesaba que hubiera mal tiempo para la historia. Necesitábamos cielos cargados y los tuvimos. Y de repente, en enero empezó a hacer mucho sol. Sufrimos en el rodaje lo que queríamos explicar. La gente de la zona nos decía que no habían visto en años un enero en sol", confiesa la directora. Además, la película cuenta con la mayoría de actores y actrices no profesionales, excepto de Prims y de Lois Soaxe (Los lunes al sol). Dirigir los tres jóvenes debutantes -García, Marco Antonio Florido Añón en el papel de Suso y María Villaverde Ameijeiras como Leda- comportó darse cuenta de su extrema naturalidad: "Nunca han hecho teatro, pero ya tan solo su manera de hablar y estar en el paisaje donde ellos han crecido marca una personalidad. Ya tienen ellos de manera innata alguna cosa del personaje que estaba buscando", afirma Subirana. La rebeldía y el inconformismo de Sica por la marcada ausencia masculina es recurrente en su filmografía, una temática que ya repasaba en su documental Nadar (2008). El desencanto y la transformación que Sica sufre a lo largo del filme es, también, necesario para retratar su paso a la adolescencia.

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Thais Blanco y Nuria Prims son las protagonistas de Sica

"La pérdida es central no solo por la muerte del padre en el naufragio, sino que también pierde a la amiga de la infancia porque está más interesada en salir con chicos e ir de fiesta, pero encuentra a Suso, el cazatempestas, y es como un oráculo: la guía en este camino de investigación", explica la directora sobre el sentimiento de duelo y el no estar tan presente en la película. Presentada este domingo en la Berlinale, Sica es también una oda a esta adolescencia que para la directora "es la etapa más fascinante del ser humano". La búsqueda del equilibrio después de la tormenta en un discurso marcadamente femenino es uno de los motores centrales de la directora en la película que la hará recurrir como una de las apuestas más importante del cine catalán actual internacionalmente.