La sociedad de la nieve llegará a la plataforma Netflix el 4 de enero, después del estreno en los cines, previsto para diciembre. La última película de J. A. Bayona ha sido la escogida por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas para representar España en los Oscars, en una carrera que todavía tendrá que superar dos cribados si quiere estar en la ceremonia de Hollywood. La recreación del caso real de los supervivientes del avión que se estrelló en los Andes en los años 70 y los 72 días de lucha para volver a casa ha sido proyectada con éxito en la Muestra de Venecia —donde recibió una ovación de diez minutos— y en el Festival de San Sebastián, donde recibió el premio del público con la puntuación más alta de la historia. El próximo martes 10 de octubre hará parada en Sitges.
Una película sobre una historia real
Como en la práctica totalidad de su filmografía, el cineasta catalán vuelve a colocar a sus protagonistas ante el abismo de la muerte, en una trama que se sitúa en el valle de las Lágrimas, en la frontera entre Chile y Argentina —que ha recreado entre Terrassa, Sierra Nevada y los Andes reales—, la zona donde quedó postrado el fuselaje del F571 estrellado en octubre de 1972. Un total de 29 pasajeros de los 45 que viajaban a bordo de la aeronave —la mayoría, miembros de un equipo de rugby— sobrevivieron al impacto y 16 consiguen volver a casa. Bayona los acompaña en esta "defensa de la vida" frente a un mundo que los ha abandonado del todo.
En la línea del libro homónimo en el cual se basa la película, escrito por Pablo Vierci —amigo de muchos de los pasajeros y productor asociado del filme—, La sociedad de la nieve actúa como lente de aumento de la tragedia y resalta la humanidad y el espíritu solidario que emergió del grupo. "Muchos dicen que la sociedad de la nieve es un milagro, otros una tragedia. Quizás hay un poco de todo y la complejidad de la historia es lo que hace que se pueda entender de las dos maneras", aseguraba en una entrevista con la ACN desde Venecia el también director de las celebradas Lo imposible, Un monstruo viene a verme o El orfanato.
Para Bayona, lo más interesante de la historia es comprobar cómo un grupo de personas tuvieron que "inventarse una vida" en un espacio donde la vida "no era posible", rehaciendo vínculos y costumbres. De esta manera, el filme genera un efecto espejo hacia la humanidad, abriendo un planteamiento filosófico para dirimir "lo que es necesario de lo que no lo es" y "qué nos hace humanos". El director no esconde uno de los aspectos más conocidos e impactantes del caso, el hecho de que los supervivientes se alimentaran de los cuerpos de pasajeros fallecidos como vía para sobrevivir. Un pacto "de entrega mutua e infinita" en el que los pasajeros o regresaron a casa como supervivientes por su propio pie o bien a través de los músculos de sus compañeros.