Seguro que os habrá pasado y estaréis de acuerdo conmigo en qué hay series y SERIES. Algunas te hacen pensar; otras reflexionar; algunas nos pueden hacer emocionar y hacernos mear de la risa o de llorar; con otras aprendemos o nos hacen adoptar nuevos puntos de vista; algunas son puro entretenimiento y, pocas, serán simplemente series que con el tiempo olvidarás, pero que te servirán únicamente para pasar el rato y que, no por eso, serán menos necesarias que las anteriores. Todos nos hemos encontrado con la situación de tener que hacer alguna cosa que odiamos o no soportamos, cómo puede ser aquel momento del día en que toca cocinar los tuppers del día siguiente, y que es necesaria alguna motivación extra para ponerse con mejor humor. Por eso, si todavía no os habéis viciado a los podcast, poneos de fondo Soy Georgina, un relato audiovisual inédito de la vida de la pareja de Cristiano Ronaldo, una muy buena opción.
Apretar el play de esta docuserie de Netflix es necesario sobre todo, sobre todo, sobre todo, para reír. La chica es divertida, no nos engañamos, y lo demuestra solo abrir la boca en el primer capítulo de los seis que tiene esta primera temporada: "Muchos conocen mi nombre... Pocos saben quién soy". Promete. Ni que lo jures, Georgina, pero ahora algunos, ya lo sabemos. ¡Y telita! Digno y merecedora de optar al premio a la mejor serie de entretenimiento -o de ficción, según cómo se mire- del año, Georgina se muestra tal cual es: una chica simple, con un corazón enorme, buena persona y muy, muy, muy humilde (lo dice ella). Tan humilde, que le oímos decir frases como: "He pasado de vender lujo a lucirlo en la red carpet". Todo muy cómico.
Georgina quiere transmitir y dejar claro a los espectadores, que ella nunca olvida de dónde viene ni cuáles son sus orígenes. En repetidas ocasiones viaja en el tiempo y nos presenta a diferentes personas con quienes se ha cruzado por el camino y que la han ayudado a continuar adelante. Pero si una cosa pone de relieve la joven y quiere que también vivan sus hijos, igual que lo tuvo ella de pequeña, es la estrecha relación con la natura y el campo. Eso sí, lo que muestra más similar a un ambiente rural a lo largo de los seis capítulos, es uno bailado con 4 caballos que giran en círculo gracias a unos guías que los arrastran a pie. Una vez más, fabuloso. Con una duración de unos 40 minutos cada capítulo, Georgina no lo puede evitar: "No me considero un fenómeno, pero sí una mujer afortunada porque sé lo que es no tener nada y lo que es tener todo". ¡Pam! Otra, y así sin parar, no lo puede evitar.
El capítulo 3 lo titula "Familia, Viajes y Trabajo". En este queda muy claro el peso en que tiene la familia por Georgina, aunque muestra poco el padre de los hijos, el futbolista, a quién le relega un papel totalmente secundario o, incluso residual, en el punto en que salen más su grupo de amigos y amigas, "Las queridas", que su pareja que, recordémoslo, es quien le pasa la tarjeta por todas partes donde va. ¿Será por miedo a quitarle protagonismo? Seguramente. En todo caso, haciendo referencia a este capítulo y a lo largo de la serie, Georgina muestra también cómo viaja con un abrir y cerrar de ojos con su jet privado. "Si tuviera que estar tres horas en un aeropuerto con Cristiano me volvería loca, preferiría no viajar". Otra perla, y no acaba aquí: "Yo siempre intento llevar a todos los viajes a alguna de mis amigas para que puedan vivir un poco de lo que yo vivo", dice sonriendo, y añade como "ahora puedo viajar a los mejores sitios del mundo sin preocuparme de poder pagarlo o de pagarlo a plazos, pero sigo disfrutando tanto como antas". Fantasía. La joven va allí donde quiere -ya sea para ir de compras o para seguir al futbolista- y explica que lo mejor es la tripulación, mientras estos le sirven embutidos ibéricos capaces de parar un tren, un avión o el propio jet privado con la familia entera dentro de él.
Pero si una cosa se merece un punto y aparte importante, este es el trabajo. La joven trabaja mucho, demasiado, y nos lo demuestra constantemente. Colgar fotos a Instagram y aconsejar los negocios de su marido es tan cansado, que Georgina no puede más y necesita que lleguen las vacaciones. De hecho, el momento más próximo que dirías que se pone a trabajar, es cuando se muestra plantada delante del portátil con una libreta y un bolígrafo en mano. ¿Y eso? Os preguntaréis. Ni más ni menos que para preparar las vacaciones, claro, "después de un añó duro de trabajo"... Okey Georgina, pero escribe alguna cosa, ni que sea el nombre de las playas o de los destinos donde iréis, para "trabajar" un poco. Ni así.
Después de ver el tráiler, si te ha picado la curiosidad y tienes ganas de más, recupera esta parodia que hacen Gregoria y Juanillo imitando a la modelo y al futbolista. Es excelente.
En definitiva, gracias Georgina para hacernos más amenas unos ratos que para los que no nos gusta cocinar, nos lo has hecho pasar mejor y más rápido. Aunque en este punto los tuppers ya están hechos, comidos, digeridos y evacuados, cabe decir que la serie engancha, porque la chica no puede parar, y te demuestra de nuevo cómo de grande es su humildad cuándo la vemos limpiando sus decenas de bolsos que tiene en el vestuario o cuándo sale limpiando a mano los platos y vasos del desayuno. De acuerdo que quieras mostrar tu vertiente más humilde y más "normal" a tutti mundi, te lo compro, pero de verdad que en casa de Cristiano Ronaldo no hay lavaplatos? Todo es sublime.
¡Ah! Y otro detalle: Georgina tiene la perra con el corte más feo de todo el universo. ¿Nadie le puede decir, amigas queridas? Termino con una última petición: solo quiero que de cara a la segunda temporada, añadan algunos capítulos de más, rollo Com si fos ahir, cada uno de media horita, que así para los que trabajamos de verdad y nos toca cocinar cada día, es el tiempo ideal para hervir la pasta o el arroz para hacernos la comida del día siguiente.